Javier Solano
Valencia
Miércoles, 11 de mayo 2022, 01:27
Orgullo y alegría se convierten en las emociones que vuelven a invadir los corazones de jugadoras y aficionados del Club Balonmano Mar Valencia-El Osito ... l'Eliana al cumplirse 25 años de la consecución de aquel Campeonato de Europa levantado el 10 de mayo de 1997, el único conseguido por un club español en la historia de la competición intercontinental. Ayer se cumplió un nuevo aniversario del histórico triunfo conseguido por el equipo conocido por aquel entonces como El Osito L'Eliana frente al Viborg, en la ciudad de Herning, Dinamarca. La histórica victoria del Íber Valencia, la cual marcó un antes y un después en la historia del balonmano femenino español, fue una gesta inolvidable que a día de hoy se recuerda como si fuese ayer.
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El camino hacia la corona europea comenzó en Bosnia y Herzegovina el 11 de octubre de 1996 en Tuzla. El Osito se convirtió en el primer equipo extranjero en viajar hasta el país bosnio tras la guerra para disputar una eliminatoria deportiva. El conjunto valenciano jugó los días 10 y 11 la previa de la Champions contra el RK Jedinstvo Tuzla, fue recibido como local por una afición hambrienta por recibir visitantes. La emoción de la población fue tan grande que se encargaron de mostrarle la ciudad al equipo de L'Eliana, enseñaron a la plantilla que acabó convirtiéndose en campeona de Europa los sitios más afectados por el conflicto bélico que venía sacudiendo al país. El Osito superó a fase previa de la Champions fijando un resultado global de 39-69. El resultado logró sellar el billete de las valencianas a la fase de grupos del campeonato de Europa.
Una vez arrancada la liguilla, el conjunto de L'Eliana consiguió establecerse en lo más alto de la tabla con 11 puntos, dejando en segundo lugar al Podrakva, las campeonas de la edición de la Copa de Europa del año anterior. Llegados los cuartos de final, el conjunto de Cristina Mayo se enfrentó al Kometal DJ Petrov macedonio en los cuartos de final, un rival que no lo puso nada fácil tanto dentro como fuera del campo. La organización, que trasladó a las jugadoras de forma separada, llevando a mitad del equipo al lugar que no era, obligó al equipo valenciano a no tener tiempo para calentar, algo que influyó mucho en el encuentro e hizo inevitable perder el partido de ida disputado en Skopje. A pesar de ello, el conjunto de Cristina Mayo consiguió resolver la eliminatoria en Valencia, fijando un resultado global de 44-47.
A partir de aquí, el camino hacia la gloria se convirtió en un auténtico laberinto del que se consiguió escapar gracias al liderazgo de Cristina Mayo y Natalia Morskova. El papel de ambas como pilares del equipo fue fundamental para tumbar al todopoderoso Hypobank austriaco en las semifinales del campeonato. Durante muchos años, el Hypobank fue una piedra en el camino de El Osito, pero el primer partido disputado en casa sirvió para darle un giro a la historia. El conjunto local se llevó el primer partido ganando por doce goles de diferencia. Esta superioridad fue algo que asustó al gigante del balonmano femenino, lo cual sirvió de precedente para todo lo que se vivió en el partido de vuelta.
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El encuentro disputado en Viena se convirtió en una auténtica campaña para tratar de dejar fuera de la gran final de la Champions al conjunto de Cristina Mayo. La entrenadora, desde el área técnica y con una herida abierta al ver cómo sus jugadoras estaban siendo arbitradas de forma completamente injusta, decidió retirarse del encuentro junto al resto de su plantilla durante casi tres minutos, una acción que sirvió para concienciar a Baum y Szczepanski, colegiados de aquel partido, lo que estaban dejando ocurrir sobre el campo.
Tras la reanudación, dos golazos de Maite Andreu reactivaron la eliminatoria. Las valencianas perdieron de once, pero lograron sellar el pase a la final de uno (49-48). La Federación Europea, tras analizar la situación, sancionó a los árbitros y a Mayo con seis meses, una decisión que impidió que la preparadora de El Osito pudiese comandar a su equipo en la gran final. Conseguir ganar el primer encuentro de la última fase del campeonato en L'Eliana frente al Viborg por 35-26, llenó de esperanzas al conjunto valenciano. El Osito, en Dinamarca, a pesar de ser sometido contra las cuerdas en numerosas ocasiones, no paró de remar hasta llega a la tierra prometida. El equipo valenciano se proclamó campeón de Europa fijando un resultado global de 58-50.
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