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Héctor Esteban
Viernes, 30 de octubre 2015, 20:27
Rubén Plaza (Ibi, 29 de febrero de 1980), a sus 35 años, es uno de los veteranos del pelotón internacional. Los tipos que cumplen en bisiesto están condenados a ser raros. A sobrevivir sin saber qué día celebran su cumpleaños en tres de cada cuatro años. Plaza, un gigantón que recuerda sobre la bicicleta al galán de Eros Poli, ha cerrado la temporada de su vida.
El año pasado se desprendió del abrigo de Movistar tras muchos años bregando para Alejandro Valverde. Se marchó a Italia, al Lampre Merida, donde estaba el otro valenciano en la elite del pelotón internacional, Rafa Valls -ha fichado por el Lotto para la campaña que viene-. El líder del Lampre, Rui Costa, abandonó el Tour. Sin nadie a quien proteger, Plaza se lanzó a jugar a la ruleta de las etapas. Para cumplir el sueño de su infancia. Ganó en el Tour. Y repitió en la Vuelta. Desde hace unos días, es nuevo corredor del Orica-greenEDGE australiano. Será un maestro para tanto joven. Un catedrático para perlas como Esteban Chaves.
-La última vez que hablé con usted estaba por las cuestas de Sierra Nevada preparando el Tour. Tres meses después su palmarés ha engordado.
-Sí, la verdad es que sí. Estaba en Granada preparando los objetivos, que no era otro que el Tour para apoyar a Rui Costa en la montaña. Ahora, echamos la vista atrás y se han cumplido con creces a nivel personal. La etapa del Tour, la de la Vuelta, ir al Mundial... No me puedo quejar de cómo me ha ido todo.
-¿La retirada de Rui Costa del Tour le cambió el futuro?
-En principio íbamos al Tour para estar con Rui. En las etapas más complicadas, en las de montaña. Pero al retirarse tuvimos que replantear la carrera. A partir de ahí nuestro cometido pasaba por pelear por las etapas. Y nos pusimos ahí, a intentar coger fugas.
-El triunfo en Gap fue el premio a muchos años de ciclismo. ¿Con qué se queda de aquella etapa?
-Para mí fue el día más importante de mi vida encima de la bicicleta. Es lo máximo a lo que puedo aspirar como ciclista. Es algo con lo que sueñas desde que empiezas a correr en bici. La etapa fue bastante intensa. Pero es inolvidable. La disfrutaré toda mi vida.
-Y más en una lucha contra el reloj con Peter Sagan (hoy campeón del mundo).
-Venía en la fuga del día. Era consciente de que Sagan se la iba a jugar para intentar cazarme. Yo tenía que coronar con ventaja porque medio minuto me lo iba a quitar. Al final gané con cerca de un minuto de margen. Las etapas de mitad de Tour para adelante se pelean mucho. En Gap, en los últimos años, la fuga siempre ha llegado. Todos queríamos estar ahí y en esas fugas siempre hay gente de nivel. Si era difícil entrar imagina rematarla.
-Y después repitió en la Vuelta a España.
-Cuando terminé el Tour no sabía muy bien cuál sería mi calendario. Acordamos la Vuelta. En principio no descartaba estar para la general pero en la caída de la primera etapa perdí mucho tiempo. Entonces empezamos a intentar coger fugas, dejar pasar la primera parte de la Vuelta y luego poder rematar. Estoy muy satisfecho.
-¿Ha sido su mejor año?
-Sí, sin duda. En cuanto ha resultados sí. Una etapa en el Tour colma toda tu carrera como profesional.
-¿Salir de Movistar le liberó?
-En Lampre era distinta la manera de correr. En Movistar siempre hay un líder con opciones de ganar o estar en el podio. En Lampre, Rui no tenía aspiración de ganar el Tour, pero con Valverde o Quintana sabes que puede estar en el podio. No piensas en tu lucimiento. Tienes que estar cien por cien con ellos y no tienes ni un momento para ti. Con este equipo el planteamiento era distinto. Sobre todo tras el adiós de Rui Costa.
-Ir al Mundial fue el premio.
-Llevaba cinco años sin ir y siempre apetece correrlo. Es un ambiente distinto, otros compañeros. Representar a tu país es un orgullo. Llegué un pelín cansado después de Tour y Vuelta e ir a Estados Unidos, se me hizo un poco pesado. Hicimos lo que pudimos. Un papel bastante bueno como equipo. Nos vinimos sin medalla pero el circuito no era el más adecuado para Valverde.
-¿Cree que hubiera logrado más éxitos lejos de Movistar?
-Pues eso es difícil de decir. Las cosas son como vienen. El papel que tienes que jugar. Estar en Movistar te da mucha tranquilidad de cara al futuro. Es el mejor equipo del mundo.
-Si la próxima campaña es como la actual está el dulce de los Juegos Olímpicos de Río. ¿Se ve allí?
-Hombre, pues claro que me apetece. Lo que pasa es que sólo van cinco por país. Uno Valverde, otro Purito y uno más para Contador. Y ya sólo quedan dos plazas.
-Pues una para usted.
-Pues no me importaría. Es después del Tour. Si lo hago bien y lo termino bien... Estar en el Mundial es como es más asequible. Por mí estaría encantado de poder ir a Río. Sería una guinda muy bonita para mi carrera, que es obvio que ya no se alargará mucho en el tiempo.
Para que ese sueño de los Juegos Olímpicos se cumpla primero hay que empezar la próxima temporada. Plaza sabe que su secreto está en el trabajo. Cuenta con varios triunfos en su palmarés, aunque ninguno con el sabor de esta temporada. Siempre apuntó alto, aunque tuvo momentos en los que se hubo de reinventar. Como cuando corrió en Portugal. Ahora, sentará cátedra entre los jóvenes del Orica.
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