El bombero que prefirió bajar al barro

La vida de Felipe Orts es competición. Y así se lo planteó cuando tuvo que decidir su futuro. Lleva sobre la bici desde los siete años. «Empecé con el ciclismo en carretera, pero un entrenador me dijo de probar con el ciclocrós, por divertirnos», recuerda. Ya entonces se marcó una mínima que ha convertido en su filosofía: «Cada temporada, un paso más. He ido paso a paso, desde el principio hasta ahora». Avanzó compaginando el deporte con los estudios, hasta que llegó a una encrucijada: ahí debía elegir un camino pensando en qué le daría de comer en el futuro.

«Yo iba para bombero, pero cuando acabe Bachiller no aún podía opositar: necesitaba el carnet de trailer y hasta los 21 no está permitido tenerlo. Me dediqué a estudiar y a entrenar, a ver hasta dónde podía llegar», relata Felipe Orts, que compite con el maillot del UCI Teika Team: «Me lo planteé a tres años. Si para entonces, tenía un contrato para poderme dedicar al ciclismo, seguía y si no, me habría centrado en la oposición». Lo consiguió, y la Comunitat perdió un bombero, pero ganó un deportista de primer nivel, que a sus 25 años está peleando codo con codo con belgas y holandeses, los grandes dominadores del ciclocrós.

Felipe Orts acaba de revalidar el título de campeón de España, algo que se ha convertido en 'pedrea' para él. «Ahora el objetivo es el Mundial, asentarme en el top 10, donde ya he estado en la Copa del Mundo. No será fácil porque el circuito no me favorece, ya que se desarrolla en la playa y va a primar mucho la fuerza», explica: «Peleamos por seguir mejorando, pasito a pasito... aunque este año ha sido más llamativo».

En 2018, Felipe Orts consiguió siete victorias de relevancia y en 2019 elevó su bagaje a ocho. «En Bélgica nos cuesta estar entre los diez primeros», deslizó el deportista alicantino a finales de ese año. Y ahora, cuando se bate con los ciclistas de este país, cuna del ciclocrós, ya se mueve con asiduidad en ese top-10: «El objetivo ahora será ir progresando en esa franja».

Por el momento, el de La Vila Joiosa se ve en condiciones de batirse con todos... excepto dos colosos que están dominando el ciclocrós y que también consiguen victorias de tronío en carretera: Wout Van Aert y Mathieu Van der Poel. «Ahora mismo, ambos son inabarcables», señala el alicantino, que sabe que sentarse en su misma mesa es una tarea más que complicada, pero tampoco lo descarta.

Los dos belgas son los máximos favoritos para el Mundial, que se celebra el 31 enero en Oostende. Ambos realizan la temporada de carretera en equipos de World Tour (en Jumbo Van Aert y en Alpecin Van der Poel). Este último, por cierto, se está preparando ese campeonato de final de mes en España. Tampoco ha vuelto a Felipe Orts a casa: el de La Vila sigue entrenándose en Cantabria, donde el domingo pasado se proclamó por tercera vez campeón de España: «Llevo ya varias semanas sin regresar, no podemos asumir el riesgo de poder contagiarnos con coronavirus».

Después de este Mundial y un par de carreras por Bélgica, Orts dará por finalizada la temporada de ciclocrós. Para la de ruta, este año ha fichado por el Burgos BH, algo que espera que también le ayude para dar un nuevo paso en su modalidad preferida. «Es importante para mí hacer carretera con un equipo de Continental», señala. Admite que le habría gustado debutar en la Volta a la Comunitat, pero arranca justo después del Mundial de ciclocrós y no será posible: «Un buen momento sería un par de clásicas que hay en Francia a finales de febrero». Y aunque su escuadra participa en la Vuelta a España y no esconde que le gustaría participar en una gran ronda, apunta que esto en principio no entra en sus planes de cara a 2021: «Yo sé que estoy para ayudar, sobre todo en las clásicas. ¿Victorias? No renuncio a nada y si se presenta una buena oportunidad...».

Felipe Orts se muestra ambicioso y feliz. Vive del ciclismo y, aunque espera ser profesional una década más, piensa en un futuro en el mundo de la bicicleta: «No sé si me veo compitiendo de máster, que llevo desde los 7 años, pero sí practicando este deporte a los 80. Y tendré que trabajar, quizás con alguna marca relacionada con el ciclismo».

También se congratula de ser cada vez más conocido y sonríe cuando un niño se le acerca a pedirle un autógrafo o una foto: «Yo lo hacía con Larrinaga y luego llegó a ser rival mío. Todo eso hay que cuidarlo, el ciclocrós ha dado un salto brutal en España en los últimos cinco años». Felipe Orts ama el ciclismo, aunque por ahora le limite al máximo sus momentos de desconexión, de paseo por La Vila Joiosa, o tomando algo con sus amigos de siempre.