El escudero valenciano de Mikel Landa en el Tour

Rafa Valls está contento y con ganas de que llegue el sábado. «Llegamos a Francia ayer», comenta con cierta ilusión, que denota a lo largo de toda la charla. Rezuma optimismo por dos razones: regresar a la línea de salida de una gran vuelta y hacerlo con el aliciente de luchar por la victoria final como escudero de un líder al que ve muy fuerte.

El ciclista de Cocentaina es el único de la Comunitat que tomará la salida el sábado en Niza. Corre con el Team Bahrain-McLaren, que comparece en la ronda francesa con Mikel Landa como claro líder. «La carretera pone a cada uno en su sitio, pero este año le veo muy fuerte. Ha llegado bien físicamente y el recorrido le favorece», argumenta Rafa Valls: «Hay montaña desde la primera semana, que no es tan llana, y además tiene menos peso la contrarreloj, que a él le penaliza. Además, es al final y dura, que eso también le puede favorecer», indica el alicantino.

Valls tiene clara su prioridad en este Tour. «Hemos venido a Francia como equipo para ayudara Mikel a que intente ganarlo», indica. El objetivo del ciclista vasco, que venía persiguiendo desde hace temporadas una escuadra que corriera para él y por eso estampó su firma en el contrato con Bahrain tras marcharse del Movistar Team.

«No me he marcado ninguna etapa, luego conforme vaya la carrera ya se verá si surge la posibilidad por luchar por alguna», señala Rafa Valls. Lo tiene clarísimo. «Yo estoy para apoyar en la montaña, o ir delante para preparar algún ataque de Landa», comenta el alicantino.

Ha realizado una concentración en altura en Andorra y ha corrido en Occitania y el Criterium Dauphiné. La semana pasada, recargó las pilas en Sierra Nevada. «Hemos aprovechado para descansar y sobre todo hacer algún entrenamiento de calidad», precisa. «Me encuentro con bien, pero especialmente con ganas de correr en este Tour», admite el ciclista de Cocentaina.

Sabe que será complicado y recela sobre las informaciones que han ido deslizándose sobre Roclig y Bernal: el primero se cayó y el segundo se retiró en el Dauphiné. «Yo creo que van a llegar bien. Al final están todos los favoritos en la salida, sólo faltan Froome y Thomas», señala Rafa Valls. «En los últimos años Ineos ha sido el gran dominador de la carrera, pero esta temporada veo muy fuertes a los dos Jumbo», asegura, en referencia al propio Roglic y a Doumolin.

Espera que sea una nueva etapa de su carrera deportiva, pero también en un 2020 complicado para los deportistas de élite. «Vengo de cinco años de lesiones. Me rompí la cadera, la pelvis... al final no he ido al Tour o a la Vuelta porque estaba en la preparación, y me lesionaba», señala. Tiene contrato con Bahrain para 2021 y, a sus 33 años, se ve con cuerda para competir en el ciclismo de primer nivel. «Espero que me quede mucha. Yo estoy con ganas. Aparte, he corrido poco por las lesiones, aún puedo dar guerra», bromea el alicantino, que quizás esté en la Vuelta.

De poco chiste fue la experiencia que vivió en Abu Dabi, a principio de año. «Entonces no sabíamos todavía qué era todo esto del Covid-19 ni su transcendencia», recuerda. Hubo un positivo en el pelotón y a los equipos les tocó quedarse varios días confinados en el hotel: «Hasta que pasamos las PCR y ya afortunadamente pudimos volver. Vimos todo esto de la pandemia, lo que luego ya todos conocemos».

A él le tocó el confinamiento en Cocentaina: «En casa, mucho mejor». Los primeros días se entrenó con rodillo y participó en carreras virtuales: «Cuando se empezó a retrasar todo, ya no tenía sentido, mejor descansar. Luego hemos tenido tiempo suficiente para prepararnos». Aprovechó para estar en familia, dedicando tiempo a sus hijos, de 4 y 8 años: «Después me paso muchos días viajando». Como ahora, en ese Tour en que Rafa Valls será escudero de Mikel Landa, la principal opción española. Ganarlo no será un juego de niños.