Contador sufre una dura caída y está en el aire que pueda continuar en el Giro

Alberto Contador pudo retener el liderato de la general pese a sufrir una caída en los metros finales que le dejó con dolor en el hombro izquierdo y una rodilla. El madrileño no perdió tiempo con respecto a sus principales adversarios por la victoria final y pudo acudir a la ceremonia protocolaria después del final de etapa. Allí, en el podio, el madrileño, con rostro serio, hizo un gesto para señalar que no podía vestirse con la 'maglia rosa' que le acredita como líder de la general, por esos problemas en el hombro, antes de posar para los fotógrafos.

«Alberto tiene que ir a hacerse pruebas», anunció el mánager del equipo Tinkoff, el italiano Stefano Feltrin. «Antes de nada debe ser examinado por nuestro médico, el doctor Piet Daneels», apuntó sobre las posibilidades de Contador de continuar adelante en el carrera. El corredor se desplazó tras la etapa en coche al hotel del Tinkoff, situado en Punta Ala, a una veintena de kilómetros de la meta del día. Según las imágenes de televisión, la caída colectiva fue provocada por el objetivo de una cámara de fotos que sostenía un espectador. El más dañado en la caída fue el italiano Daniele Colli (Nippo), evacuado en ambulancia hacia el hospital de Grosseto y que sufrió una fractura del húmero izquierdo, según el boletín médico del Giro.

Contador habló por la tarde tras pasar por la consulta de los médicos y aseguró que hará todo lo que esté en su mano para continuar. «Haré todo lo posible para seguir en carrera. He trabajado mucho todo el invierno para ello. A ver mañana -por hoy- si puedo o no. Haremos un vendaje para tener el hombro protegido, pero no será fácil. Ya veremos», admitió el ciclista madrileño. «Pensé que me había fracturado la clavícula, cosa que no me había sucedido antes, pero se trata de una dislocación. Cuando me levanté tenía el hombre dislocado y el instinto hizo que se me colocara», explicó el líder del Giro, quien en el podio volvió a sufrir otra dislocación: «Ahora hay que tener cuidado y estar con el hombro inmovilizado. A ver si puedo aguantar el dolor».

En ese accidentado sprint, la batalla la ganó Greipel, que superó claramente a Pelucchi y Modolo, segundo y tercero, tras 183 kilómetros en una etapa llana disputada en la Toscana. En el inicio se formó una escapada de cinco corredores (Grosu y Rutkiewicz primero, luego Bandiera, Malaguti y Magangoni). El pelotón sólo le permitió distanciarse cinco minutos y medio, y a falta de 14 kilómetros para el final les dio caza. A partir de ahí todo se preparó para el sprint final, donde Greipel fue el más fuerte y consiguió su tercera victoria de etapa en un Giro que vive ahora pendiente del estado de salud de Alberto Contador.