Manuel Peñalver entró a meta desatado, aporreando el manillar de su bicicleta. Minutos después, se metió en el autobús del Burgos BH llorando a moco tendido. Cualquiera diría que este joven de 23 años, aún con una única victoria como profesional (en el Tour de China, en 2018) había quedado segundo en la quinta etapa de la Volta, batiendo a gente de pedigrí como Viviani, Jakobsen o Kristoff. «Las lágrimas son de rabia por no haber podido brindar el triunfo a mi gente», aclaró después el deportista de Torrevieja.
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En las calles donde se crió y que se conoce al dedillo estaba la meta de una jornada trampa... si hubiera soplado el viento. Sin la encerrona de los abanicos en el guión, la alternativa era el sprint. Dicho y hecho. Evenepoel lanzó a Jakobsen, que no exhibió la insultante superioridad de la primera etapa. Por el contrario, esta vez ni siquiera tuvo opciones a la victoria. Quien sorprendió fue Matteo Moschetti, velocista que hasta ahora había alzado los brazos en cinco ocasiones, una de ellas en la Vuelta a Burgos.
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Peñalver, que aunque España nunca ha destacado en esta faceta él sí que tiene mimbres para hacerlo, fue el único que le discutió el triunfo. «Conocía el final, el equipo ha confiado en mí y aunque no he podido ganar, que lo llevamos buscando y acariciando mucho tiempo, lo cierto es que con el nivel que hay este resultado vale mucho», señaló el alicantino, ya más calmado y después de ponerse ropa seca para bajar del autobús a abrazarse con sus familiares y amigos, que le dedicaron una sonora ovación: «El recibimiento ha sido espectacular. Quedar por delante de enormes rivales demuestra que estamos trabajando bien y que merecíamos este resultado. Ganar en casa solo se puede ganar una vez, aunque hoy sepa amargo, esto lo siento casi como una victoria».
El de este sábado fue un día e sobresaltos para ciclistas como Omar Fraile o Carlos Rodríguez, que se cayeron.. o para Jumbo y DSM, que no tomaron la salida al registrar dos y tres casos de Covid-19 entre sus ciclistas, respectivamente. Alexandr Vlasov, por el contrario, tuvo una jornada relativamente tranquila para conservar el maillot amarillo y hoy, salvo giro inesperado, se proclamará vencedor de la Volta.
Será en la quinta y última etapa, ya una clásica de menos de 100 kilómetros entre Paterna y Valencia. La meta se ubicará en la zona de Maestro Rodrigo y por la mañana, en el mismo trazado, tendrá lugar una nueva edición de la carrera femenina.
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