La próxima Volta tendrá una contrarreloj individual

Con muchos meses, pedaladas y carreras por delante, la Volta se ha convertido en el primer prólogo anual del Tour. Sí, como lo leen, porque aquí vienen los mejores equipos del mundo y algunos de los ciclistas más relevantes del pelotón. «La participación de dos formaciones más de World Tour ha sido trascendental, se ha notado en la competitividad de esta Volta. Para nosotros es vital contar los que luego van a pelear por las grandes carreras, y que vengan aquí a ganar», reflexionaba Ángel Casero.

Así ha quedado demostrado en cinco días en los que se ha demostrado que la Comunitat tiene terreno y clima propicios para ser un lugar de paso obligado para la élite del ciclismo. Con esa seguridad, desde este mismo lunes se va a volver a solicitar a la UCI pasar de cinco a seis etapas y, sobre todo, subir de categoría para alcanzar el máximo nivel, el de World Tour. Para ello se va a seguir escuchando a los equipos, y por ello ya se ha recuperado esta edición la crono por escuadras.

Con muchos meses por delante, con acuerdos por cerrar con algunas localidades y, sobre todo, saber si se puede organizar una segunda etapa por Castellón (de ahí la petición de incrementar la Volta en un día), Casero ya tiene clara una de las etapas de 2026: «Podemos asegurar que el año que viene tendremos una contrarreloj individual, con un duro repecho al final». El director general de la Volta aclaró que esta no será la etapa reina de la carrera, esto es, la del sábado.

Con esa base toca configurar un recorrido con el mismo interés que el de este 2025, que ayer tuvo un epílogo de primer nivel, además de dar visibilidad a los afectados por la dana al pasar por varias de las localidades arrasadas el 29 de octubre. Además, algunos de los equipos han realizado acciones solidarias.

Y después, quien puso la guinda con un ensayo de esprint de gran vuelta fue el Lidl Trek para lograr su segundo triunfo parcial y confirmar que Jonathan Milan se perfila como uno de los grandes velocistas con presente y futuro en el pelotón de World Tour. El italiano aparca la pista para centrarse en esta primera mitad del ciclo olímpico de Los Ángeles en la carretera. Sabe que tiene mimbres, precisamente cultivados en el velódromo, que ya le han reportado numerosos éxitos, entre ellos dos medallas en unos Juegos (oro en Tokio y bronce en París) en la modalidad de persecución por equipos.

Tras abortar la fuga del día, en la que se metió el valenciano Bou, el Lidl Trek asumió el liderazgo en el gran grupo. Soderqvist puso en los cinco últimos kilómetros una velocidad que impedía cualquier ataque, mientras Theuns, el más experimentado, daba instrucciones por el pinganillo rodando por encima de los 60 kilómetros por hora. Por Nazaret se retiró el sueco para dejar a Theuns mantener la velocidad, hasta que ya casi en el último kilómetro se puso en cabeza Simone Consonni. El italiano es el escudero personal de Milan. La sintonía entre ambos es total. Juntos ganaron esas dos medallas olímpicas en Tokio y París y ahora trabajan por gobernar los esprints de las grandes vueltas. La perfecta ejecución de ayer en la Volta es un buen cimiento.