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Ricardo Ten, tras lograr la medalla de plata. Comité Paralímpico
La leyenda de Ricardo Ten no tiene límite

La leyenda de Ricardo Ten no tiene límite

El valenciano suma su segundo metal en los Juegos Paralímpicos de París en velocidad por equipos

Julián Lafuente

Domingo, 1 de septiembre 2024, 16:04

Se acaban los adjetivos para explicar quién es Ricardo Ten, lo que está consiguiendo y la leyenda que está construyendo. Un fuera de serie, el deportista valenciano más laureado de todos los tiempos, ayer volvió a poner otra perla en el collar de éxitos que le acompaña desde que, en 1996, en Atlanta, consiguiera sus primeras medallas en unos Juegos Paralímpicos. Desde entonces, incluso cambiando de deporte, ha ido grabando su nombre en las piedras de la historia del deporte valenciano. El deportista del Proyecto FER, iniciativa impulsada por Juan Roig a través de la Fundación Trinidad Alfonso, se colgó ayer su décima medalla paralímpica en la prueba de velocidad por equipos.

«La verdad es que estoy muy contento. Es una medalla redonda, mi medalla número 'ten'», bromeaba nada más terminar jugando con su apellido y el número 10 en inglés. «Me acuerdo de mucha gente ahora mismo. De mis padres, mi familia, mis amigos, los patrocinadores… Es un trabajo de todos. También gracias a la Fundación Trinidad Alfonso, ojalá poder llevar otra medalla más para Valencia dentro de unos días», en referencia a la prueba en ruta.

Pero antes de la ruta tocaba asimilar está decena de medallas y, especialmente, la plata en equipo. «Estoy muy ilusionado por poder compartirla con mis compañeros. Siempre digo que una medalla en equipo sabe diferente, poder compartir, ser parte de un equipo, la responsabilidad que te da eso… Hemos demostrado que cuando nos ponemos el mono de competición sacamos todo lo que llevamos dentro», explicaba Ricardo.

Se trata de una prueba rápida, muy explosiva, sin concesión a errores, en la que cada uno de los miembros del equipo comanda una vuelta a la pista, lanzando a sus compañeros. La distribución del equipo español era que arrancara Ricardo, tomara el relevo Pablo Jaramillo para acabar con la velocidad de Alfonso Cabello (dos oros y un bronce paralímpicos en su carrera en la prueba de 1km prueba la explosividad de sus piernas). «Sabíamos que teníamos que estar muy concretados en la prueba de la mañana para no tener que sufrir e ir al límite por la tarde. Ha sido una alegría inmensa meternos en la Final A y poder asegurar la plata». Pablo Jaramillo también daba la clave de que «estábamos entrenando bien, explosivos, y Ricardo ha venido en muy buen estado de forma y ha hecho un primer relevo muy bueno. Luego el mío con Cabello también ha salido muy bien».

En la prueba de la mañana salieron en tercer lugar y marcaron ya el mejor tiempo, lo que les aseguraba correr por la tarde en la lucha por las medallas. Faltaba saber si por el oro y la plata, o por el bronce. Francia, posiblemente el que se presumía principal rival, marcó un segundo más, por lo que la puerta de la Final A se empezaba a asomar. Pero Australia, que salió quinta, volaba en los primeros parciales y estaba mejorando a España (lo que la dejaría fue, dando por hecho que Gran Bretaña era la favorita y está un escalón por encima). Para alivio español, se les acabó el fuelle en los últimos 250 metros a los australianos y llegaron una décima por encima de España, lo que les permitía festejar la medalla, a la espera de conocer por la tarde el color. «Hemos competido de maravilla, hemos aprovechado nuestra oportunidad y estamos muy felices. Cuando estás en la pista no eres consciente de los tiempos intermedios que estás haciendo, metes la cabeza y a darlo todo. Yo, como soy el primer relevo, sí puedo luego fijarme en mis compañeros y ver cómo lo he hecho, pero en pista no te da tiempo a pensar en nada».

En la carrera por el oro, Gran Bretaña, que había marcado el mejor tiempo con un segundo de ventaja con España, era la gran favorita y apenas dejó lugar a la esperanza de los Ten, Cabello y Jaramillo. Volaron sobre el velódromo, pero la plata de España tenía ayer casi el mismo sabor. «Sabíamos que Inglaterra está un escalón por encima del nuestro, pero hemos salido a darlo todo, a dar nuestro máximo nivel. Al final ha sido una plata que nos sabe a gloria», comentaba Ricardo.

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