La comba de Pinto se abre paso en la Comunitat

La pandemia fue una época tenebrosa que, en cambio, dio nuevas oportunidades a varios emprendedores. Uno de ellos, José Manuel Pinto. Conocido por su exitosa carrera como portero del Betis, el Celta y el Barcelona, este gaditano de 48 años está inmerso en constantes procesos creativos. Ya lo hacía durante su etapa como futbolista, compaginando la competición con la composición y producción musical. Al colgar las botas, se volcó en el desarrollo de un método de entrenamiento propio. El punto de partida fue el salto a la comba, una técnica que siempre le había acompañado en la preparación física. Creó 13 pasos básicos para dar forma a coreografías al ritmo de canciones. Y así nació P13Fit. Este sistema, que explotó durante los meses de confinamiento al colarse en multitud de hogares a través de clases online, crece en la Comunitat Valenciana de manera presencial. Se encuentra en plena expansión. Tatiana Benavent, instructora de la Pobla de Vallbona, es una de las discípulas de Pinto. Ella observa un efecto terapéutico tanto a nivel corporal como mental: «Es meditación en movimiento». Plaza del Ayuntamiento, Ciudad de las Artes y las Ciencias, Gulliver, Paseo de la Malvarrosa, Mercado Central, Torres de Serranos, Plaza de la Reina... Numerosos espacios emblemáticos de la capital del Turia han servido como escenario de algunos encuentros de alumnos.

Dentro de ese plan de crecimiento, Pinto celebra cursos para formar instructores en toda España. Y en la Comunitat ya cuenta con 14, aunque no todos se encuentran en activo en estos momentos. Están repartidos entre Valencia, Paterna, Bétera, Picanya, Torrent, Silla, Pobla de Vallbona, Alicante e Ibi. «Pero necesitamos muchos más y que se siga conociendo. Hay mucha gente que quiere entrenar», avisa Tatiana.

Pinto se presenta como una persona multidisciplinar. Su vertiente artística le ha llevado incluso a enrolarse en el programa de televisión 'Bailando con las estrellas', en el que ha concursado recientemente. Como futbolista, su palmarés impone: dos Champions, dos Supercopas de Europa, dos Mundiales de clubes, cuatro Ligas, dos Copas del Rey y cuatro Supercopas de España. Además, en 2006, se alzó con el trofeo Zamora vistiendo la camiseta del Celta. Se retiró en 2014, dando rienda suelta a otras de sus facetas. En P13Fit conjuga su pasión por el deporte y por la música.

«Pinto estuvo cinco años trabajando en la creación de este método de entrenamiento en Cádiz. Estuvo probando con un grupo de tres o cuatro personas en un garaje. 'Fit' viene de 'Fun Intensive Training'. Es un método muy intenso pero a la vez muy divertido. Es como una meditación en movimiento. Tienes que estar concentrado en cuadrar los pasos con la música, saber los pasos que van en cada bloque, saber los bloques que van en la coreografía... En ese momento no te da a tiempo a pensar ni en lo que tienes que hacer para cenar ni en lo que te ha pasado en el trabajo. Es una hora de desconexión. En esa hora no me acuerdo de nada», destaca Tatiana.

Esta maestra de Educación Física se remonta a marzo de 2020. «Nosotros lo descubrimos en la pandemia, estábamos en casa encerrados. Tenemos dos nenas. A través de las redes sociales mi marido vio un vídeo de un grupo bastante numeroso de gente saltando a la comba una canción y le llamó mucho la atención. Tratábamos de buscar cositas para hacer con las nenas. Y dijimos: '¿Por qué no probamos?' Cogimos una comba que teníamos en casa de las nenas y eso era imposible. No sabíamos. A las semanas, Pinto empezó a dar clases gratuitas online. A partir de ahí, todos los días hacíamos dos sesiones de entrenamientos con él, una por la mañana y una por la tarde. Las hacíamos los cuatro. Eso nos unió mucho durante la pandemia. Nos contagiamos hasta las venas. No hemos dejado de saltar», recuerda Tatiana, quien destaca que este método está concebido para todas las edades: «Conocemos personas de 60 años que dicen que es una gozada hacerlo cuando coges la técnica». Además, ve un sistema «muy cómodo, intuitivo y divertido» para los niños.

Y es que, precisamente, Pinto se inspiró en los movimientos de los más pequeños. Algo se iluminó dentro de él mientras veía a su hijo saltar a la comba. El exguardameta, quien durante su carrera deportiva había empleado la cuerda de manera tradicional, decidió dar un nuevo sentido a esa afición.

«Creó 13 pasos básicos. Y sobre esos hay muchas modificaciones y variaciones que pueden llegar a ser infinitas. El paso principal y clave se llama 'paso madre', que es un salto y un rebote cada vez que pasa la comba. Después está el 'paso madre a un pie', que es a la pata coja. Y el 'camina', que el que se basa en el paso de un niño. Cuando a un niño le das una comba lo primero que hace es andar con la comba, como un caballito. A partir de estos tres pasos básicos, puedes desarrollar coreografías. Conforme avanzas de nivel, también aumentan los 'beats' de la música. Y cada paso de comba se acelera», añade.

Hay cinco niveles: «Están el básico, el 1, el 2, el 3 y el avanzado. En el básico se aprende los tres pasos básicos y la técnica del salto. Se basa en un doble salto por cada paso de comba, eso permite que no haya impacto en rodilla ni columna. Se coge técnica para poder avanzar». Y la intensidad va en aumento: «Quemas muchas calorías en muy poco tiempo. Está demostrado que media hora de salto a la comba equivale a una hora corriendo en cuando a gasto energético y quema de calorías». Cada clase consta de tres partes: «La primera es de calentamiento. Después, la principal es practicar pasos e ir creando la coreografía. Y la final es de relajación, tenemos que estirar musculatura y volver a la calma. En una sesión de nivel 1-2 puedes quemar 600 o 700 calorías».

Algunos lo comparan con el zumba: «Es movimiento acompañado de unos ritmos musicales, pero aquí haces muchísimo más cardio. No paras. Y es todo el cuerpo. Los brazos se están ejercitando todo el rato. Las piernas las trabajas mucho porque estás en contracción continua. Además, el método te mantiene en una postura erguida que te hace trabajar mucho con contracción isométrica».

Tatiana subraya el papel de la música: «Aporta una parte rítmica para mover las piernas y la cintura, pero sobre todo la motivación en el momento en que estás haciendo el ejercicio. Quita la monotonía de saltar a la comba con el método tradicional y le añade esa motivación».

Durante el confinamiento, se conectaban personas de todo el mundo a las clases online de Pinto. De ahí que ahora haya instructores en países como Venezuela o México. Cuando disminuyeron las restricciones, Tatiana y su marido, quien también ejerce como profesor de Educación Física, decidieron viajar a Cádiz para dar una sorpresa a sus hijas conociendo a Pinto: «Para ellas era un ídolo del que estaban aprendiendo un montón de cosas». Desde entonces, se ha fraguado una estrecha relación entre ambas familias.

Con tal de expandir este método de entrenamiento, Pinto ha organizado varios cursos para formar instructores: «Yo me presenté a uno de los primeros y doy clases en la Pobla de Vallbona desde hace tres años». Se citan al aire libre y conduce dos grupos de unas diez personas cada uno. En la ciudad de Valencia, se encuentra Sandra Martínez, una monitora que está introduciendo el P13Fit en la escuela de danza en la que trabaja. Las exhibiciones que se llevaron a cabo el pasado mes de septiembre en los centros comerciales de Bonaire y Heron City resultaron un éxito. La comba se agita en la Comunitat.

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