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El sueño de la Copa del Rey para el Manises duró 32 minutos... ¡Pero vaya 32 minutos!. Cuando el Getafe marcó el primero, en ese momento, su pegada, y el bajón anímico del rival por el golpe, le sirvió para sellar el pase a la ... segunda ronda al descanso. Pero hasta ese primer tanto, Bordalás no pudo esconder un gesto de tensión nerviosa en el banquillo visitante. Todo por culpa de Adrián Muñoz, el portero del Manises, que rozó una de las mayores gestas de la historia de la competición.
«Vaya paradón», se escuchó en la grada cuando Adrián blocó el primer balón que le llegó a su portería al minuto y medio de partido. Era un día para celebrarlo todo y aquello fue un presagio. Cuando Gomes tuvo la primera ocasión para el Getafe, cuatro minutos después, la ovación para Adrián fue aún mayor por su parada. Ahí se descubrió que también estaba su familia en esa zona en ebullición de la grada. Todo suma. Se confirmó este aspecto cuando el portero del Manises, que en su historial ha defendido los palos del Salgui, Cuenca Mestallistes o San Marcelino, le paró un penalti a Yildirim a los once minutos, tras mano de Josevi. Faltaba lo mejor. Un cuarto de hora después, el propio Adrián cometía penalti (o eso interpretó Soto Grado) y el meta del Manises detuvo el lanzamiento de Álvaro Rodríguez. Fue la locura absoluta en el Vicente Martínez Catalá, con Adrián sin parar de hacer gestos a la grada al haber desviado, en menos de media hora, dos penaltis a sendos jugadores profesionales. Una gesta. Sin duda.
El fútbol, así de caprichoso y que en ocasiones se empeña en quitarle el final feliz a las historias, le volvió la espalda al jugador que estaba comprando boletos para protagonizar una de esos episodios de la competición copera que se recuerdan toda la vida. Como aquella del mítico José Juan, el portero del Alcoyano contra el Real Madrid. Más aún, antes de ese fatídico minuto 32, teniendo en cuenta que Adrián ya fue el héroe del Manises en la final de La Nostra Copa frente el Bunyol, parando dos lanzamientos en la tanda de penaltis que le dieron el derecho al equipo que viste de azul a disputar la primera ronda de la Copa. Ese sueño se esfumó en una salida en falso del portero, que dejó el balón franco para Álvaro Rodríguez y que Yildirim lo empujara a la red para adelantar al Getafe. En directo, eso sí, la sensación fue de bordear el fuera de juego. Sin VAR, no había opción de revisar la jugada. El ex del Valencia Peter Federico, por cierto que en la grada se escuchó varias veces el «¡Peter (Lim), vete ya!», marcó el segundo diez minutos después y Yildirim remató con el tercero. La segunda parte fue un trámite.
La previa del encuentro estuvo marcada por un sentido homenaje a las víctimas de las trágicas barrancadas y riada. Los dos equipos saltaron al césped bajo los acordes del himno de la Comunitat y una gran Senyera, cedida por el Villarreal, presidía el centro del campo. Antes del partido, se guardó un respetuoso y sentido minuto de silencio. Hay que recordar que la noche eterna del 29 al 30 de octubre, dos jugadores del Manises estuvieron una horas sin dar señales de vida. Bonillo vivió en su casa de Catarroja la angustia de ver como el agua se quedó a menos de medio metro de anegarla. Junto al jugador, que se refugió en el tercer piso, estuvo toda la noche, sin luz ni poder comunicarse con el exterior, su novia embarazada. Guillem Bixauli, de Picanya y actual residente en Paiporta, tuvo el gesto más emotivo del partido. Tras ser sustituido en el 58 se quitó la camiseta para mostrar la que llevaba bajo, con el nombre de su amigo José Castillejo, fallecido en la trágica DANA.
El despido de Santi Martín y el mensaje de Bordalás a las víctimas
«¡Santi quédate!», para el técnico Santi Marín y «¡Presidente, dimisión!, para Manuel Regalado, el máximo dirigente del Manises. Así se expresó la grada consciente de lo que iba a suceder tras la derrota del Manises. El pasado domingo, tras ganar al Sueca, Marín supo que iba a ser despedido. Con el equipo séptimo de la Liga Comunitat de Preferente, a tres puntos de los puestos de playoff, y con la opción abierta en ese tumbar a un Primera en la Copa ganada sobre el césped. Sólo le salvaba, así lo reconoció el técnico de Torrent tras el partido, que hubiera pasado la eliminatoria. Eso le daba, al menos, una bola extra hasta la siguiente eliminatoria de la Copa del Rey. El técnico quiso dar su versión tras el choque: «Siempre soñé en un día como el de este partido, con este ambiente, con un equipo amateur, y sobre todo para mis hijos que estén orgullosos de su padre. Como sabéis dejo de ser entrenador del Manises, tras una decisión que ha tomado el club de forma unilateral y que ha tomado el presidente, porque los resultados son para estar ilusionados. En partidos oficiales, contando éste contra el Getafe, han sido 35 partidos oficiales con solo 6 derrotas. El presidente me comunicó el domingo que no iba a seguir pese a que ganamos el partido y que ya estaba tomada desde hacía tiempo a pesar de los resultados del equipo. Hemos podido lograr el primer título juntos en los 95 años de historia del Manises y enfrentarnos a un Primera». Sin duda, una de esas cosas extrañas del deporte.
Por su parte, José Bordalás tuvo un recuerdo sentido para las víctimas de la tragedia ocurrida en la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre: «Sin duda, este regreso a Valencia ha sido muy especial. Quiero agradecer en primer lugar el trato recibido por el Manises, por su afición, han cuidado todos los detalles. Es un regreso muy emotivo, no es una fiesta como dije en la previa, porque todo está muy presente y tenemos el recuerdo fatídico de lo que ha ocurrido. Mi lamento por lo que ha ocurrido. Dentro de nuestras posibilidades vamos a seguir ayudando a la gente que tanto ha sufrido».
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