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La Policía sigue con la búsqueda de Álvaro Prieto, el joven jugador del equipo juvenil del Córdoba CF cuyo rastro se perdió el pasado jueves 12 de octubre en la estación sevillana de Santa Justa, cuando pensaba regresar a casa después de una noche de fiesta con amigos.
En su mensaje, los agentes incluyeron una descripción física del joven, de 18 años de edad, 1,8 metros de altura y que vestía pantalón largo beige y camisa de lino verde, con el ruego de contactar con los números 091, 092 o 112 en caso de contar con alguna información sobre su paradero.
Se sabe, según los datos difundidos por la policía y por SOS Desaparecidos Andalucía, que el futbolista acudió a primera hora de la mañana del jueves a la estación de trenes Santa Justa para tomar un convoy AVE con destino a su ciudad de residencia, viaje para el cual tenía billete «de regreso». Pero por «problemas con el billete o con el móvil», el joven no habría podido embarcar en el AVE de las 7,20 horas que tenía previsto tomar, intentando embarcar en otro tren AVE posterior.
Según el delegado del Gobierno Central en Andalucía, Pedro Fernández, efectivos de los servicios de seguridad de la estación de Santa Justa «detectaron» que el joven intentaba acceder a este otro tren para el cual no tenía billete, invitándole a «desistir de esa actitud», tras lo cual el muchacho «abandonó» la estación. La «última imagen» captada por videocámaras de él, según ha detallado, corresponde con su salida de la estación hacia la avenida de Kansas City, que como ha recordado corresponde a la salida por autovía desde Sevilla a Córdoba.
Además de las autoridades, clubes de fútbol, rostros conocidos y anónimos, la familia del joven también ha pedido ayuda ciudadana para poder localizarle. En declaraciones a los medios de comunicación, su madre ha querido compartit las hipótesis que maneja la familia. Ha sido a través de una entrevista para Onda Cero.
Según ha declarado, su hijo no habría desaparecido por voluntad propia y cree que, al perder el tren que debería haberle llevado a Córdoba y al no tener dinero en efectivo, Álvaro Prieto habría intentado de cualquier modo llegar hasta su casa.
«Se encuentra impotente, que no puede ni llamar ni comprarse un billete. Por eso yo miraba en la cuenta si había comprado otro billete. Entonces, le dice a la azafata lo que le pasa, pero pasan de él. A partir de aquí, tengo que buscarme la manera de irme para Córdoba. Andando no se iba a venir, pues un coche. Un coche se para y una de dos: o se le ha llevado el coche y le han hecho de todo o caminando por ahí, le atropella un coche», ha confesado.
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