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Pau Cebrián: «Nuestro ojo es más lento que la jugada»

Pau Cebrián: «Nuestro ojo es más lento que la jugada»

Pau Cebrián, juez de línea, explica las claves del oficio de asistente: «Es imposible ver dos acciones que suceden al mismo tiempo»

CAYETANO ROS

Viernes, 6 de marzo 2020, 00:28

Pau Cebrián es uno de los liniers españoles más prestigiosos y forma parte del equipo de Mateu Lahoz, que firmó la semana pasada el magnífico arbitraje del Real Madrid-Barcelona en el Bernabéu

Pregunta: ¿Cuál es el secreto del fuera de juego?

Respuesta: Es imposible para el ser humano ver dos acciones que suceden al mismo tiempo: el momento del pase y la posición del delantero. Hay que asumir que nuestro ojo es más lento que la jugada, así que hemos de poner en cuarentena nuestro parecer más primario en acciones muy ajustadas. La decisión debe pasar por el filtro de la razón, la experiencia y el aprendizaje. El asistente debe leer el fútbol.

¿Qué patrones sigue?

Si el desmarque es de una posición de no fuera de juego a otra de fuera de juego (cuando el atacante entra de detrás), acertarás más si das por buena la acción y no levantas la bandera. Por contra, si el delantero pasa de una posición inicial de fuera de juego a otra de no fuera de juego, acertarás más si levantas la bandera.

¿Le ha servido su licenciatura en Matemáticas?

Te sirve para la toma de decisiones, que son constantes durante un partido. El hecho de no levantar la bandera, es ya una decisión. La formación es clave en cualquier trabajo.

 ¿Qué presión se siente desde la banda ante 100.000 personas respecto a campos de 20.000?

No es lo mismo, pero cuando estás totalmente focalizado en tu trabajo, no notas la diferencia. Estás aislado. En el arbitraje regional sí eres capaz de oír insultos y de ver las caras de quien te está insultando; en el mundo profesional eso es imposible. Y no puedes perder tu energía. Yo, no hubiera ni soñado la cantidad de estadios que he pisado, de aficiones y de ambientes que he visto.

¿El VAR es una amenaza para los liniers?

El VAR es algo que se nos ha impuesto en el fútbol y ha aparecido para quedarse. Nos hemos de adaptar. ¿Qué en un futuro la prolongación del VAR puede acabar con los asistentes? No lo sé. De alguna manera nos da la tranquilidad de que no vas a tener un error determinante.

 ¿Le ha llegado a aburrir un partido?

No te puedes permitir ese lujo. Hemos arbitrado tantos partidos que te encuentras de todo. Pero sabes que, en cualquier momento, aparece esa acción que induce al error. Necesitas estar muy despierto.

¿Alguna vez se ha visto superado?

Somos personas y te puede pasar que un día te encuentres triste o inseguro, pero como en cualquier otro trabajo. Ese estado de ánimo te afecta desde la naturalidad.

 ¿Y algún día les ha salido un partido perfecto?

Cuando acaba el partido, tienes un 'feeling' sobre la seguridad de las decisiones, cómo ha estado el equipo arbitral, si los jugadores han aceptado o no nuestras decisiones... es un cómputo general.

¿Uno nace con vocación de linier?

Uno nace con pasión por el fútbol. Nací en una familia muy futbolera: íbamos con mi abuelo a ver jugar a mi tío (Paco Devís, El Mexicano). La idea de hacerme árbitro nació de mi padre. Fue la mejor idea. Y años después me especialicé en ser asistente, otra muy buena decisión.

 ¿Qué virtudes debe tener un asistente?

En el aspecto atlético, debes ser rápido, capaz de seguir al jugador y de adelantarte, saber dónde va a ir el pase.

¿Qué hacían sus padres?

Mi padre, Josep, era profesor de escuela aquí en El Crist de Meliana, y mi madre, Ana, también fue profesora en La Masia (Museros)

¿Cómo era El Mexicano (jugador mítico de la regional valenciana)?

Era era muy completo, técnico, trabajador, jugaba en cualquier parte del campo y era muy líder, normalmente capitán. Le llamaban Mexicano porque tuvimos unos antepasados que vivieron en México. Esas son nuestras raíces.

¿Cómo se distribuye la banda de cada uno de los liniers?

El árbitro internacional va con un linier internacional y otro que no lo es (en este curso, Iker De Francisco Grijalba). Entonces, el internacional va a la zona de los banquillos.

¿Cómo empezó todo?

Comencé en la Facultad a hacer de árbitro, eso me dio una autonomía económica. El arbitraje te exige pasar por todas las categorías para llegar a Primera. Fue subiendo. Tendrían 27 años cuando decidí pasarme a la banda. Tardé trece años en llegar a Primera. Estuve en Segunda con Vicente Lizondo Cortés y ya pasé a trabajar con Toño (Mateu Lahoz) al pasar a Primera.

¿Cómo funciona un equipo arbitral?

Es lo más importante, es capital. Es obvio que una persona no puede abarcar todo el campo. Necesitas hacerte coberturas y ser conscientes del ángulo de visión. El árbitro es el líder y debe gestionar las distintas opiniones, que tendrán un grado de seguridad, y tomar una decisión. Estamos hablando constantemente.

¿En qué experiencia internacional disfrutó más?

El primer Mundial sub 20 en Nueva Zelanda fue la primera aventura internacional, lo vivimos con muchísima energía porque era todo nuevo; los JJOO es todo muy positivo, encima en Río de Janeiro; Corea, una cultura muy diferente...y el último Mundial absoluto de Rusia, el colofón, algo que nunca soñamos poder llegar. El sueño de cualquier amante del fútbol.

¿Cuál es el umbral de las protestas de un jugador?

Depende de casa caso: de cada futbolista, de cómo trascurre el partido... Hay protestas que van a sobrepasar el listón, pero tú estás gestionando emociones y hay veces que tirar de tarjeta no es lo mejor.

 ¿Hay vasallaje psicológico ante los poderosos?

Por mi parte y la de mi equipo, no. Solo quieres tomar las mejores decisiones para que los jugadores estén lo más equilibrados y el fútbol trascurra con la máxima normalidad.

¿Llega a disfrutar del fútbol?

Sí, siempre hay momentos, en 90 minutos es imposible estar focalizado 100%. Hay momentos en que te tienes que evadir y debes elegir bien esos momentos para apreciar un gesto técnico.

¿Cómo se entrena?

Cinco días a la semana. El desgaste de un partido es bastante grande. Después del partido no duermes mucho: cuando algo te importa, le vas a dar vueltas. Corremos unos seis kilómetros en un partido: esfuerzos de mucha intensidad, muy repetidos, tienes que estar muy bien físicamente para correr muy rápido en poco tiempo, recuperarte y volver a esprintar poco después. Explosividad.

¿Ser un Cucurella?

Por ejemplo.

 ¿Preparan los partidos según los equipos que jueguen?

Por supuesto, tenemos a Nacho, el preparador físico; a Ramón, que es el fisio; a Marc para temas psicológicos; y dedicamos muchísimas horas a lo futbolístico para prever las situaciones a fin de acertar más. Tenemos una herramienta, el wyscout, que nos ayuda bastante: cómo sacan córners, faltas, que 'onces' gastan, cómo regatean, qué tipo de faltas hacen...

 ¿Puede ver un partido sin pensar en el arbitraje?

Imposible, una parte de mí siempre está pendiente del arbitraje.

¿Qué hará cuando se retire, a los 45 años?

Volveré a la docencia, a dar clases de matemáticas, y me gustaría seguir ligado al fútbol. Me gusta demasiado.

¿Le queda tiempo para el ocio?

Me encanta correr por la montaña, tengo una casa por Montanejos, en Los Calpes. Pero en el arbitraje, no puedes hacer planes ni a medio ni a largo plazo.

 ¿Irán a la Eurocopa?

Otro sueño que nos queda por cumplir. Vamos a trabajar al máximo para conseguirlo.

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