«Unos cobardes violentos irrumpieron en nuestra casa»

Hasta ahora preferían la ausencia de los inquilinos y confiaban en el sigilo de sus movimientos si la familia o sus empleados se encontraban dentro. Pero pueden mostrarse más violentos. Por ejemplo, Álvaro Morata, su pareja Alice Campello y sus dos gemelos recién nacidos estaban en casa durante el asalto y también estuvo frente a los encapuchados la mujer de Garay, Tamara Gorro, que luego desmintió haber sido golpeada.

Una vez ocurrido el crimen y hecha la denuncia, se activa un proceso tanto con las fuerzas del Estado como con la aseguradora. Llegan los agentes policiales y el perito del seguro. «Es recomendable guardar fotografías, facturas e incluso contar con un certificado de autenticidad o una valoración pericial de los objetos para demostrar su valor», acota Eugenio Sainz, de Marsh España. Algunas aseguradoras obligan a sus clientes a usar cajas fuertes o alarmas.

Pero en el último caso y más violento, el del Aubameyang, agredido en presencia de su familia en Castelldefels hace pocos días, era la segunda vez que entraban y parecían esperarles para que les abriera la caja fuerte. Con heridas leves en la mandíbula y reubicado en un nuevo club fuera de España, el jugador dejó que su rabia e impotencia brotaran en su cuenta personal: «Unos cobardes violentos irrumpieron en nuestra casa y amenazaron a mi familia y a mis hijos, solo para robar algunas cosas (...) La sensación de que ya no estamos seguros en nuestro propio hogar es difícil de entender y describir».

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