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Rodrigo Errasti Mendiguren
Jueves, 14 de enero 2016, 09:40
El Atlético certificó gracias al acierto rematador de sus dos bajitos de más clase (Correa y Griezmann) su clasificación para los cuartos de final de la Copa tras superar con más nervios que apuros a un Rayo que apareció con titulares sobre el césped pero tenía la mente más pendiente en salvarse del descenso liguero. Los rojiblancos consiguieron el objetivo después de que Simeone rotase pero tuviera que terminar rescatando a varios de sus pilares para mantener su plaza en el sorteo del viernes tras unos minutos de incertidumbre.
Cholo tiró en el inicio de Kranevitter, Koke y Thomas por delante. Faltaba por ver cómo funcionaba la mezcla del argentino, el madrileño y el ghanés en el aspecto ofensivo. Carrasco a un lado y Correa acostado en la izquierda serían los encargados de conectar con Jackson, que disponía de una oportunidad de demostrar su valía a un Calderón que le espera y mide su paciencia con el colombiano. No les emociona y no es sólo cosa de su escaso acierto.
Apenas pasaba nada, el Rayo quería la bola menos que otros días, optaba demasiadas veces por el pelotazo y su rival se defendía como siempre esperando una contra o el habitual balón parado para asustar. Un par de internadas de Filipe quitaron el frío a la hinchada y generaron un par de acciones a balón parado, esas de las que saca petróleo el Atlético pero Savic vio frustrado su empeño por Yoel, que detuvo sobre la línea su cabezazo. Embarba, a la media vuelta, soltó un zurdazo que repelió Moyá. Mientras Yoel, que no puede jugar este fin de semana ante el Valencia, se lució en una bola peinada por Thomas. Y Godín también inquietó a Paco, ya de por sí agitado en la banda.
Acierto táctico local
Viendo que aquello no funcionaba, pasó a jugar el Atlético con 4-2-3-1, con Correa de mediapunta aprovechando sus condiciones entre líneas, lo que provocó que sucedieran más cosas en un rato previo al bocadillo que en los 35 minutos previos. No sólo fue el gol, el cuarto del argentino esta campaña, que un bote convirtió en espectacular tras pegar en el larguero, sino porque Carrasco en la izquierda sí se mostró peligroso como otros días.
De su zona salió el 1-0 en el que participó Jackson, con una peinada, y al que quiso premiar Correa, que fue demasiado generoso y tras aprovechar un fuera de juego mal tirado por Llorente optó por darle la bola a Jackson tras encarar a Yoel. La acción acabó en córner de modo sorprendente para todos al adelantarse un defensa en el pase. Al sudamericano parece haberle mirado un tuerto y parece que ni a puerta vacía estaría seguro de marcar.
Artillero Griezmann
Al regreso de la caseta, se lesionó Llorente antes de que Baena estuviese listo para cerrar dos internadas por izquierda atléticas. González González consiguió molestar a los dos equipos, aunque se mostró tajante cuando Filipe quiso engañarle con un piscinazo. Un gol podía forzar la prórroga, lo que inquietaba a Simeone que pese a los lanzamientos lejanos de Jackson, que le puso fe pero no acierto, ordenó a Griezmann ingresar en el campo por Correa para cerrar la eliminatoria.
El francés no le falló tras encontrar en el área pequeña de chilena un hueco inesperado. Y después aprovechando con su velocidad un mano a mano ante Yoel. Su acierto, 16 goles este ejercicio, contrasta con el de Jackson, que se fue igual de cabizbajo que ovacionado. Cholo también tuvo que usar Gabi por Kranevitter, que quizá pagó tantos minutos en pocos días, después de un susto de Embarba. Con los titulares, el Atlético tiene otra pinta arriba. Griezmann mantiene el plan, ese que pasa por no encajar y esperar una genialidad de los bajitos.
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