David Hernández
Madrid
Jueves, 6 de marzo 2025, 13:48
La Comisión de Disciplina de la LFP ha impuesto un castigo ejemplar a Paulo Fonseca, entrenador del Olympique de Lyon, por el duro enfrentamiento que mantuvo con el árbitro del partido que midió a su equipo con el Brest. El preparador luso tendrá que afrontar una sanción de nueve meses, tras amagar con propinar un cabezazo al árbitro del citado encuentro, correspondiente a la vigesimocuarta jornada de la Ligue 1.
Publicidad
Hasta el 30 de noviembre de 2025, Fonseca no podrá ni siquiera acceder a los vestuarios. El entrenador portugués del Olympique de Lyon se encaró con el árbitro en el reciente partido de liga contra el Brest el pasado domingo. Con el resultado de 2-1 a favor del Lyon en el tiempo de descuento, el árbitro del partido, Benoït Millot, acudió al VAR a revisar un posible penalti a favor del Brest. Fonseca, antes de que Millot anunciara su decisión, fue a protestar de forma excesiva, por lo que el colegiado expulsó al entrenador. Esto desencadenó una reacción furiosa en el técnico del Lyon en la que estuvo cerca de darle un cabezazo al árbitro.
Lo sucedido fue recogido en el acta del partido. Posteriormente Fonseca pidió disculpas sobre su comportamiento: «Quería pedir perdón por ese gesto. No debería haber hecho eso, pero el fútbol... tal vez nos lleva a actuar de maneras que no siempre son correctas. Es la verdad». Sin embargo, dichas palabras no le han servido para evitar un castigo severo. El entrenador portugués no se podrá ni sentar en el banquillo, ni acceder a los vestuarios hasta finales de noviembre.
El árbitro francés afirmó más tarde en L'Equipe: «Se lanzó hacia mí con un comportamiento intimidante y agresivo, lo que me llevó a decidir una expulsión directa». El castigo está a la altura de lo que considera el sindicato de árbitros de fútbol de élite en Francia, ya que para ellos es un acto grave que debe ser castigado de forma proporcional.
Esta sanción confirma la tendencia de proteger el sistema arbitral que se está llevando a cabo en el fútbol francés. Hace unos días, el presidente del Olympique de Marsella, Pablo Longoria, fue sancionado para los próximos quince partidos, en los que estará vetado de acceso al banquillo, a los vestuarios de los jugadores y árbitros, al terreno de juego y al conjunto de los pasillos que llevan a esas zonas. En este caso la sanción se produjo porque el presidente español del Marsella afirmó varias veces que el campeonato francés era corrupto.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.