«Mi familia no lo pasa bien viéndome jugar al fútbol»

- Es el único representante del Athletic en la selección porque Iñigo Martínez renunció por no encontrarse bien. ¿Sabe cómo está?

- No he hablado con Iñigo. Ha sido una temporada muy dura para todos. Ganar la Supercopa fue un subidón, pero lo que mueve de verdad a la afición del Athletic era la ilusión por ganar alguna de las dos Copas del Rey. O las dos. Al final no ganamos ninguna. Fue un palo duro. Abril fue intenso y el mes de mayo se nos hizo muy largo. La cabeza muchas veces no puede soportar las presiones. No he hablado con Iñigo, pero la decisión que tomó no fue fácil.

- ¿Qué le dice su familia y sus amigos cuando habla con ellos a diario? ¿Le piden el título?

- Mi familia no lo pasa bien viéndome jugar al fútbol. Salvo con mi padre, que creo que cada vez lo pasa peor, muchas de las conversaciones son ajenas al fútbol. No me dicen que gane ni nada. El mensaje es el que siempre me han transmitido: que me lo pase bien e intente disfrutar. Con la exigencia que me meto igual no disfruto tanto como debería. Estoy muy orgulloso de mi familia.

- ¿Es tan frío como parece?

- Fuera del campo, no. Con la gente que no conozco suelo tener más distancia, pero con mi gente soy una persona a la que se le puede vacilar y la que vacila.