Los isquios sufren el fútbol moderno

La sobrecarga de partidos y la evolución a un juego más rápido, dos de los motivos que causan un incremento de lesiones en alguno de los tres músculos de la zona

Lourdes Martí

Valencia

Domingo, 9 de febrero 2025

Mano a la zona posterior de la pierna y gesto contrariado. Una imagen que se repite, cada vez más. Las dolencias en isquiotibiales son las más comunes entre deportistas de élite, seguido del recto femoral (cuádriceps) y pantorrillas. Además, también se suelen presentar lesiones en ... los abductores, pectorales y bíceps. Futbolistas como José Luis Gayà, capitán del Valencia, tienen en los isquiotibiales su talón de Aquiles. Velocistas de la talla de Pol Retamal, Sara Gallego y Bernat Erta también se han visto afectados por dolencias en la zona que les han impedido competir en distintos mítines.

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Sergio González Arganda es profesor de biomecánica en el grado de Fisioterapia en la universidad UNIE (Universidad Internacional de la Empresa) y CEO de fisiodomiciliomadrid. «Los isquiotibiales son un grupo de tres músculos movilizadores bi-articulares que tienen principalmente dos funciones: flexionar las rodillas y extender la cadera» define. El experto también incide en los «tres músculos» por los que están formados: «Semitendinoso, semimembranoso y bíceps femoral, esta es la porción más lesionada». Aunque «la edad» es un factor de riesgo para sufrir estas dolencias, «cuanto mayor es el deportista, más expuesto está a sufrir este tipo de lesiones». No obstante, existen otras características que influyen o que aumentan la predisposición a padecerlas: «Se tienen en cuenta variables relacionadas con la fatiga muscular así como las relacionadas con el tipo de deporte que se practique, tienen una influencia mayor a la hora de sufrir este tipo de lesiones». La vida extradeportiva del profesional, alimentación, descanso así como el estrés son factores que también inciden y se deben tener en cuenta.

Respecto a si existen registros acerca de si hay más incidencia en deportistas masculinos o femeninas, el fisioterapeuta comenta: «Por mi experiencia es más común en hombres». Es posible que los motivos se deriven de la potencia: «Seguramente puede ser que la razón sea por una mayor explosividad tanto en las aceleraciones como las desaceleraciones del músculo. Sin embargo no es algo que se pueda asegurar», expone. Los estudios refrendan la experiencia de González. En una publicación del pasado agosto sobre el abordaje de las lesiones de la musculatura isquiosural en futbolistas, Javier LLorente Navas, fisioterapeuta en el servicio de rehabilitación del Hospital Universitario de Donostia-San Sebastián, formulaba: «Las lesiones isquiosurales son más prevalentes en deportistas y futbolistas masculinos. Conforme a los análisis de la base de datos del Programa de Vigilancia de Lesiones de la Asociación Nacional de Atletismo Colegiado, se registraron evidencia de que el número de lesiones isquiosurales en los hombres excedía al de las mujeres en fútbol, béisbol/softbol y atletismo bajo techo o indoor».

El balompié ha registrado un mayor número de afecciones en esta zona respecto a otros deportes en los últimos años. González profundiza en este dato: «Es posible que el aumento en este tipo de lesiones en la actualidad esté relacionada con dos aspectos. Por un lado, la carga de partidos, que lógicamente condiciona una mayor fatiga muscular. Por otra parte, y también creo que es un aspecto significativo, es que el propio juego ha cambiado». El fisioterapeuta desarrolla el planteamiento: «Ahora las aceleraciones y el tipo de juego es más rápido que antes, esto puede tener también una relación en cuanto a que el músculo sufra más por este tipo de juego más acelerado».

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Este cambio de paradigma obliga a los cuerpos técnicos de los clubes a adaptarse para cubrir las necesidades de los futbolistas: «El tipo de preparación afecta, desde luego sobre todo en cuanto a estrategias de prevención. Éstas tienen una influencia clara en la preparación y también en la la recuperación, especialmente este aspecto debe trabajarse tras los partidos». Evitar lesiones es uno de los abordajes el más efectivo en realidad para hacer frente a ellas. Es por ello que los encargados dentro de los cuerpos técnicos de los clubes o equipos focalizan su trabajo en ello: «La forma de prevenir estas lesiones son estrategias que a día de hoy se están estudiando mucho dado que las lesiones musculares al final condicionan al deportista en cuanto a su baja por la práctica deportiva, sobre todo deportistas de alto nivel». Respecto a cómo se desarrollan o de dónde parten éstas, González afirma: »Vienen dadas por monitorizar a los deportistas para controlar bien la variable de fatiga muscular, que, como hemos mencionado anteriormente es una variable muy importante en este tipo de lesiones«.

El estudio de los movimientos que produce el cuerpo durante la marcha, que se realiza mediante un análisis del pie en posición estática y dinámica, así como una observación de su relación con otras estructuras del cuerpo (rodilla, cadera y espalda) es la biomecánica.

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«Se está trabajando mucho en estrategias de recuperación después de los partidos», indica González, fisioterapeuta

«Las lesiones en los isquiosurales son más prevalentes en deportistas y futbolistas masculinos», afirman los especialistas

«Desde el punto de vista más biomecánico, todo lo que sea el trabajo de prevención relacionado con la fuerza para intentar ganar fuerza muscular y que no existan asimetrías de fuerza en la musculatura, es fundamental». Es indispensable el trabajo previo al ejercicio físico y también el posterior: «Se está trabajando mucho también en estrategias de recuperación después de los partidos, ya sea mediante aspectos relativos a la nutrición, descanso y también psicológicos. Todos estos son variantes integrales que condicionan la lesión».

Cuando no funciona el trabajo preventivo y se produce la dolencia llega la siguiente pregunta: ¿cuánto tiempo estaré sin poder competir? La respuesta a esta cuestión está relacionada tanto por la gravedad de ésta así como por la zona afectada: «En función de la estructura que se dañó, la lesión va a tener un mejor o un peor pronóstico, sobre todo en cuanto a días de recuperación. No es lo mismo una lesión miofascial, que va a ser como una lesión de la envoltura del músculo, que suelen tener un pronóstico mejor en cuanto a recuperación, y no va a suponer ningún problema más allá». Ese es el mejor de los casos. «No es igual que se produzca una rotura muscular del vientre muscular, que una rotura acompañada o que tenga daño en el tendón éstas suelen ser lesiones de un peor pronóstico en cuanto a tiempo de recuperación», concluye el especialista.

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