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Javier Cordón: «Los agentes de futbolistas somos un bien necesario»

Javier Cordón: «Los agentes de futbolistas somos un bien necesario»

El representante de Javi Gracia afirma que el navarro ha hablado con Lim y niega que tuviera que indemnizar si quería romper su contrato con el Valencia: «No tenía que pagar. Está encantado de estar en el Valencia y creo que el Valencia también está encantado con él».

cayetano ros

Domingo, 11 de abril 2021, 12:14

- ¿Hay mucho pirateo en el mundo de los agentes?

- Es un sector en el que es muy fácil entrar. No se pide capacitación. Es una entrevista personal y enviar una solicitud a la federación explicando los motivos por los que quiere ser agente. La federación es intermediaria de la FIFA, pero ya puede expedir el título. Yo saqué la licencia en 2007 tras un examen muy fácil. Ahora solo exigen una simple entrevista. Luego tienes que suscribir una póliza de seguro (850 euros al año) por si hubiera una mala praxis con el jugador y pagar una tasa a la federación. Esa licencia te permite operar a nivel mundial salvo en Francia, Bélgica y Rusia, que exige licencias propias. En Francia tuve que inscribirme para la operación de Pedro Chirivella con el Nantes. ¿Pirateo? Los márgenes comerciales son muy grandes. Puede ser muy fácil ganar dinero de una manera puntual. Pero para establecerte debes tener credibilidad.

-¿Atrae a gente sin escrúpulos?

-Se dan casos sobre todo en jugadores con entornos sociales con el fútbol como única vía de escape. Si el jugador está desesperado, el agente se puede aprovechar. La FIFA prohíbe inscribir a jugadores no europeos menores de 18 años. Hubo muchos casos que llegaron al Parlamento europeo que venían sobre todo de África: pasaban una prueba, los clubes no los contrataban y los agentes los abandonaban. Pero yo soy muy vocacional: la industria nos necesita, y si hablamos de fútbol base, todavía más...

-¿Es ético que un niño tenga representante?

-Los agentes de futbolistas somos un bien necesario, en cualquier momento siempre y cuando haga un uso correcto. Odio la palabra 'intermediario', soy mucho más que eso. La mayoría de los padres no están preparados para gestionar un talento precoz, podemos hablar de la música o del deporte. Es una gran noticia que tu hija sea una excelente saxofonista, pero eso genera un estrés, requiere unos tiempos, puede sonar el teléfono para recibir ofertas... necesitas ayuda profesional. El problema del fútbol base es haber copiado el modelo del fútbol profesional. Un entrenador de Segunda B no me vale para entrenar un Cadete porque un cadete no necesita lo mismo que un jugador de Segunda B. Cuando estás hablando con una familia de un niño de 10 años, tienes que pensar qué es lo mejor para ese niño y esa familia. Tienes que mirar a medio, largo plazo. El proceso de formación es el que te va a preparar para el mundo profesional. La sociedad piensa que los agentes solo hacemos contratos y fichajes.

-¿Qué margen de dinero tienen con los niños?

-Ninguno, es una apuesta de futuro. Soy un futbolista frustrado y tengo la gran suerte de ser un profesional del fútbol.

-¿Los entrenadores son educadores en el fútbol base?

-Creo que no, por lo general el contexto que crea la industria hace que se replique el modus operandi del fútbol profesional: resultados, inmediatez, presión, especialización de los jugadores... Los monitores reciben órdenes. Las academias quieren competir desde que son pequeñitos. Se hacen equipos, no jugadores. Siempre se prima al jugador más preparado para la competición inmediata. Es todo a corto plazo. Echo de menos ver algo diferente cuando veo a los niños jugando. Ahora mismo están academizados, cumplen órdenes del entrenador. Hay ciertas edades a las que a los jugadores se les debería dar libertad, posibilidad de equivocarse, ya no hay jugadores de uno contra uno. Eso unido a que los niños ya no juegan en la calle...

-¿Se pueden transmitir valores desde su oficio?

-100%. El trabajo del agente es de 24 horas. Un punto diferencial del jugador joven que llega al primer equipo es la forma como se comporte con compañeros, cuerpo técnico, trabajadores del club. Subes al primer equipo por lo que haces en el verde, pero lo que va a hacer ganarte el respeto y la confianza de todos es tu comportamiento con los demás: conjugar tus intereses personales con los colectivos. Si tienes humildad y paciencia, te van a aceptar en cualquier vestuario.

-Pero hay agentes que fomentan el enfrentamiento entre compañeros.

-Para mí el fin no justifica los medios. Desde el primer día que empecé, desde una manera muy ingenua, he intentado crear un estilo e intento compartirlo con mis jugadores. Me ha ido bien así. Los compañeros de mis jugadores son más importantes que su propio agente. Es un grave error enfrentar a dos compañeros dentro de un vestuario, me parece de una soberbia tremenda. Un equipo funciona mejor cuanto mejor se lleven entre ellos. Carlos Soler, cuando un compañero lo pasa mal, caso Diakhaby, él está a su lado; y si a un compañero le van bien las cosas, aunque sea su competencia, él se alegra de verdad. Una persona que vive en el odio no es feliz.

-Parece un samaritano en un mundo de tiburones. ¿Pez fuera del agua?

-¡Ya basta de matones! Sé que hay agentes que la han emprendido a gritos en los despachos de Paterna, los han amenazado... sé el estilo de algunos. Yo soy antagónico a eso. Estoy desde 2014 en una agencia como Promoesport, con más de 2.500 operaciones en el mercado, hablando, dialogando, tendiendo puentes. Y defiendo a mis jugadores como el que más.

- ¿Jorge Mendes es el número 1?

-He leído su libro y he aprendido muchísimo. Está a años luz. Si hablamos de cifra de negocio, es el número 1. Reúne muchas características positivas de un agente internacional: persona cercana, 24 horas, siempre con una sonrisa en la boca, y se ha ganado el respeto sin amenazas, fomentando relaciones. Ha traspasado la figura de agente y asesora a magnates como Peter Lim o multimillonarios, como el Famaliçao en Portugal, el Wolverhampton... gente con dinero a mansalva que le preguntan para entrar en la industria del fútbol. Está alejado de ese estereotipo de un mundo de piratas, de ir con el cuchillo entre los dientes. Yo me río de todo eso. Me parece patético. Tratamos con personas y lo primero que tiene que conseguir un agente es ganarse la confianza del jugador y de su entorno para cuando llegue el momento de tomar decisiones de verdad. El agente no debe generar más tensión de la que el jugador ya tiene; al revés, le tienes que dar sosiego.

-¿Mendes ha mandado mucho en el Valencia?

-Creo que es una idea exagerada. Las agencias tenemos mucha información y podemos asesorar a empresarios que quieran adentrarse en la industria. Es obvio que Jorge Mendes ayudó al desembarco de Peter Lim en el Valencia, y es normal que haya seguido asesorándolo. Hicimos con Jorge la operación de Eric Bailly al Manchester United como la de Capoué al Villarreal ha hemos hecho con Mino Raiola.

- ¿Qué tiene de especial Mino Raiola?

-Italiano criado en Holanda, estudió Derecho, su familia tenía una pizzería, él ayudaba, siempre se le dio muy bien tratar al cliente. Tiene una personalidad muy fuerte. En la primera entrevista con Ibrahimovic, lo puso en su sitio en el minuto 1: '¡Quítate los pendientes y empieza a entrenar'! Un tipo que transmite confianza, muy seguro de sí mismo. De esta gente solo se puede aprender.

-¿Qué le parece que esté subastando a Haaland por toda Europa?

-La foto no me gusta, pero es una tarea nuestra del día a día, visitar a los clubes para hablar de tus jugadores. Es su estilo, un mensaje que está dando al Borussia. El Barça sabía que se iba a reunir con el Madrid y el Madrid sabía que se iba a reunir con el Bayern. Pensará que es darle valor a su cliente. Ha creado un estilo y sus jugadores están muy muy cotizados en el mercado.

-¿Cuál es el margen de ganancia de un agente?

-La FIFA quiere regular el cobro de honorarios, y limitarlo, poner un techo a las operaciones, pero en la realidad no es así. Es oferta-demanda.

-¿Por qué Javi Gracia está transmitiendo tan poco?

-El aficionado del Valencia, por las circunstancias, está viendo un 30% de lo que es Javi Gracia. Javi es un tipo con una energía brutal. Hasta ahora solo lo ha podido transmitir en la ciudad deportiva de Paterna, en los entrenamientos. Javi es todo lo contrario a la imagen que puedan tener algunos. Recuerdo el día de la firma con el Valencia: eufórico, feliz, dándole vueltas a la plantilla... Es un tipo preparadísimo como entrenador y tiene carisma, solo tienes que hablar con los jugadores. Estamos a tiempo para que saque como es él. Objetivamente trabaja bien. Si él y su cuerpo técnico no entrenasen bien y no hubiesen ganado el respeto de la plantilla, los resultados habrían sido distintos. Hay una estructura en el equipo y una coherencia. En este contexto es imposible que alguien esté a su mejor nivel. Espero verlo en otras circunstancias. Es un entrenador impresionante. Creo que todos los jugadores están medio apagados. Todos queremos más porque es el Valencia, pero tiene mucho mérito lo que está haciendo esta plantilla.

-¿Y cómo aceptaron esa cláusula por la que él debía indemnizar al Valencia si se marchaba?

-Eso no es así. Hubo una reunión en la que Javi se estuvo planteando renunciar a algo que le había hecho tanta ilusión. Si Javi realmente hubiese querido irse del Valencia o el Valencia lo hubiera querido echar, él no estaría.

-¿Pero él no tenía que pagar una indemnización?

-No, él no tenía que pagar. Javi está encantado de estar en el Valencia y creo que el Valencia también está encantado con él. Que ha habido diferencias, sí, pero en esa reunión él quería transmitir a la propiedad el porqué había perdido la ilusión. Si siguen juntos es por algo. Javi es una persona muy clara y necesitaba exponer lo que había pasado.

-¿Entonces él por qué sigue?

-Él quería llegar arriba y ya se quedó más tranquilo. Eso unido a que los capitanes y el vestuario lo apoyaron para que siguiera.

-¿Y el hecho de que no haya hablado con Peter Lim?

-Sí que han hablado. Uno de sus puntos a favor es que habla inglés. Necesitaba que se le tuviera más en cuenta.

-Pero la duda es: ¿este equipo da para más o está haciendo todo lo que puede?

- Desde fuera me da la sensación de que el equipo está desanimado, hay un tono anímico bajo por diferentes motivos. Un club como institución no ha sabido eliminar esa boina de contaminación que está afectando a los jugadores y al cuerpo técnico. Hemos pasado hace dos años en que todo era euforia, a un tono bajo en que es difícil que brillen los jugadores. Tiene que pasar esta etapa. Ha habido jugadores titulares que en sus cesiones no eran titulares. Gran mérito del cuerpo técnico es que haya jugadores consolidados como Racic, Correia, Guillamón, Álex Blanco, que al principio había dudas sobre su rendimiento.

-¿Le da pena cómo está el club?

-No, hay cosas que te sorprenden que están pasando en el Valencia, pero creo que son ciclos. Al aficionado de la calle le falta información. No justifico todas las cosas que están pasando, pero en todos los clubes pasan cosas. No me da pena. Los profesionales del día a día del Valencia no toman las decisiones a la ligera. Cumplen con todas sus obligaciones con nosotros, de cualquier departamento, es un club superprofesional. Es más, es mucho más cumplidor que otros clubes en los que aparentemente todo está bien.

-¿Lo pasó mal Carlos Soler cuando le negaron la posibilidad de llevar el 10?

-Sí, aunque a mí no me lo manifestara. Él acepta la decisión, porque primero está el equipo y después está él. Pero le sentó mal porque tenía ilusión y, además, le tocaba por los códigos del fútbol, ese lenguaje que no hace falta que esté escrito en ningún contrato. Carlos es una persona de verdad, sin marketing. Él tuvo que tomar una gran decisión de elegir el 10 porque supone una gran responsabilidad en el fútbol y en su Valencia. Míticos jugadores lo han llevado. Él sabe que va a implicar más presión, se van a esperar más cosas de él. Tiene la decisión tomada y, el mismo día en que se van a repartir los dorsales, se la deniegan. No me gustaron las formas.

-¿Carlos ya lo había hablado con los compañeros y había un consenso para que él fuera el 10?

-Claro, los compañeros ya saben los dorsales que quedan libres. Él arrancó con el 18, el primer dorsal que escogió fue el 8 en su tercer año y el 10 iba a ser un paso más. Y además ha jugado con el 10 todo el fútbol base, un jugador ofensivo total. Me escoció porque Carlos medita mucho las cosas, es muy prudente, tiene muy en cuenta lo que piensan los compañeros y el entrenador. Se le priva de esa ilusión.

-¿Ha habido un exceso de presión sobre Gayà y Soler para que asumieran el liderazgo?

-Esto es el Valencia. Tanto Gayà como Soler llevan representando al club en torneos locales, nacionales e internacionales desde los 8 años. Están acostumbrados. Lo han llevado con mucha naturalidad. Pero Carlos ya hace dos años tuvo mucho protagonismo deportivo e institucional. Bienvenida sea esa presión. La entidad está viviendo una época excepcional y los jugadores están asumiendo un rol antinatural.

-¿Qué le falta a Carlos para ser internacional absoluto?

-Ahora es mediocentro, la posición más difícil que hay en el fútbol. Tienes que dominar muchas partes del juego. Es un jugador que aprende cada día. Cuando pueda pisar más el área contraria, tendrá más opciones. Ahí es donde es un jugador diferente: pocos pivotes en campo contrario tienen su claridad para dar el último pase o disparar. Está jugando más de contención. Él jamás había jugado en el doble pivote.

-Antes de ser agente, usted trabajó en la Fundación del Valencia. ¿Cómo fue esa experiencia?

-Fue un máster, mi primer trabajo dentro de la industria del deporte. Llegué muy joven al área deportiva de la Fundación, junto a Djukic. Juan Soler quería que la Fundación llegase a gestionar todo el fútbol base del Valencia. Para que, mientras el club tenía que pasar un examen cada día, la Fundación fuese una imagen más amable con proyectos a medio-largo plazo en el ámbito cultural, académico, social, personal y deportivo. Que la formación de los niños de la cantera no se viese enturbiada por el frenesí del primer equipo. Con Djukic, gestionamos toda la estructura deportiva del fútbol 7. Chus Cabo y Héctor Peris pensaron en mí para ese puesto. Estuve dos años y aprendí muchísimo. Ahí conocí a Carlos Soler, Pedro Chirivella, la generación del 93 (Alcácer), la del 95 (Gayà), la del 97 (Lato)... hasta que entró Pepe Claramunt y nos echó a todos.

-¿Quiso renovar el staff de entrenadores y no le dejaron?

-Cuando veo el perfil de entrenadores del fútbol base, lo comparto con Djukic y hago un informe: estaba muy lejos de lo que el Valencia debería tener. Había muchos enchufismos, amiguismos, cosas oscuras y perfiles no idóneos de entrenadores para entrenar a niños de 8 a 12 años. Al acabar la primera temporada, Chus Cabo me empoderó y tomé muchas decisiones. Djukic ese verano se marchó de entrenador de la sub 21 serbia. Me quedé solo y le dimos la vuelta al calcetín, que se asemeja mucho a lo que hay ahora.

-O sea, sí pudo.

-Bueno, eso duró un año. Porque llegó Pepe Claramunt y arrasó con todos nosotros. Y volvieron los que habíamos echado, pero, desde hace años, el sentido común impera. Paterna está en buenas manos. Tiene talante y están invirtiendo mucho. A los meses me hice agente y ahora no me cambio. El Valencia te forma. Hay mucha presión, mucha competitividad, lo pasé mal porque me faltaba experiencia y encontré un panorama que no me gustaba. Tomé decisiones y el tiempo me dio la razón: muchas de las personas del equipo de trabajo hoy viven del fútbol: Xavi Tamarit, Juanlu Delgado, David Rodríguez, Xavi Castro, Rubén Mora, Nico Estévez, Salva Grau... Algunos nos tildaron de jovenzuelos que veníamos de la universidad, hoy estamos viviendo del fútbol. No estaríamos tan equivocados.

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