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J.Z
Lunes, 11 de abril 2022, 09:43
Corría el minuto 18 de partido en el encuentro entre Elche y Real Sociedad. El conjunto local ganaba por 1-0 y en un contraataque Enzo Roco cometía penalti sobre Sorloth. Hasta ese momento todo transcurría normal, como lo que puede suceder en cualquier partido de fútbol cada fin de semana. La pena máxima la ejecutó Alexander Isak, que con una 'paradinha' tumbaba al guardameta del Elche antes de lanzar y anotaba el gol. Sin embargo, el tanto no subía al marcador y el sueco veía una tarjeta amarilla, para su sorpresa.
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El motivo, el freno en seco realizado por Isak antes de disparar, lo que provoca el engaño a Édgar Badía, que se lanza sobre el lado contrario para que el delantero de la Real dispare a puerta vacía un instante después. Lo que es popularmente conocido como una 'paradinha', que el árbitro del encuentro sancionó porque ya no está permitida realizar.
El portero del Elche lo supo nada más el balón entró dentro de la portería. La regla está vigente desde 2016 pero nunca se había dado una situación así en LaLiga. Sí en la liga croata en 2021 en una jugada idéntica. Cuadra Fernández, colegiado del encuentro, lo tuvo claro, anulando el gol y mostrando tarjeta amarilla a Isak. Lo hizo bien, porque así lo dice el International Football Association Board (IFAB) desde su actualización en 2016: «Si el ejecutor del penal finta al golpear el balón tras haber finalizado la carrera (sí se permite fintar durante la carrera); el árbitro amonestará al ejecutor».
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