El Teatro de los Sueños despierta a la Real desde el punto de penalti

El Teatro de los Sueños acabó con el de la Real Sociedad en esta Europa League, en un duelo marcado por la polémica arbitral, que deshizo la igualdad de Anoeta con 'hat-trick' de Bruno Fernandes, santo y seña de este Manchester United en eterna transición, tres penaltis, dos para los 'red devils' y uno para el conjunto txuri-urdin, y la roja a Aramburu, que a media hora del final condenó las opciones del equipo de Imanol Alguacil.

Un inicio notable de la Real Sociedad, escasamente intimidada por la atmósfera del legendario Old Trafford, invitó al optimismo. Su dominio territorial dio muy pronto fruto, con un penalti cometido por De Ligt sobre Oyarzabal que el capitán txuri-urdin transformó con su habitual maestría. Acuciado por el tanto, que le dejaba fuera de la Europa League, su última tabla de salvación esta temporada, el United dio un paso al frente y con otra pena máxima, por una acción de Zubeldia ante Hojlund, igualó desde los once metros a través de Bruno Fernandes, otro capitán y especialista.

Aupado por el empate, el renqueante equipo de Rúben Amorim se hizo con el control del partido. Contó con la fiable brújula de Casemiro y la agresividad de Hojlund, que incluso se jugó el tipo en una salida de Remiro. Enfrente, Kubo y su habilidad generaban las mejores acciones de la Real, que sostuvo el pulso en un interesante toma y daca hasta el descanso.

Tras la reanudación ya fue otra cosa, especialmente por las controvertidas decisiones del colegiado francés Benoit Bastien. La segunda parte presentó al United en tromba. Remiro salvó con su estirada el disparo de Zirkzee, pero con el balón rechazado en disputa, Aritz derribó a Dorgu en el área realista y le dio a Bruno Fernandes la posibilidad de rubricar la remontada inglesa con la tercera pena máxima del partido.

La cosa se puso aún más fea en una acción desafortunada, pues Aramburu, último defensor, frenó a Dorgu cuando el veloz carrilero del United enfilaba el todavía largo camino hacia la portería visitante y vio la roja. Ahí se acabó el sueño de la Real, excesivamente castigada en inferioridad por el tercer gol de Bruno Fernandes y el postrero tanto del portugués Dalot, cruel epílogo para la campaña europea txuri urdin.