Pinchazo del Atlético contra diez

En una de las semanas más exigentes de la temporada, el Atlético de Madrid no podía fallar en la visita del Sevilla al Vicente Calderón para mantenerse en lo más alto en la clasificación y llegar con confianza al Camp Nou. Pero no fue posible, ya que los de Diego Pablo Simeone no consiguieron llevarse los tres puntos en un partido lleno de intensidad y que se rompió tras la expulsión de Vitolo en la segunda mitad. El conjunto rojiblanco perdió el liderato de la Liga al no pasar del empate ante el de Unai Emery, que jugó la última media hora con uno menos por la doble amonestación a Vitolo que también costó la roja al técnico sevillista.

El encuentro comenzó con unos primeros compases de tanteo por parte de ambos conjuntos. El Atlético intentaba llevar la iniciativa pero no era capaz de hacerse con la posesión del balón, mientras que el Sevilla pretendía encontrar una buena salida que pusiera en aprietos a Jan Oblak. El primer remate del encuentro fue para el conjunto andaluz, con un cabezazo de Rami que se marchó por la línea de fondo.

Con el paso de los minutos el juego se fue desarrollando en el centro del campo pero ninguno de los dos equipos era capaz de contar con buenas ocasiones para abrir el marcador. El Atlético fue echando al equipo cada vez más hacia el campo rival y empezó a poner en apuros al Sevilla. Una volea de Gabi y un disparo de Saúl al lateral de la portería de Sergio Rico fueron los primeros avisos de los de Simeone. Pero el encuentro estaba muy atascado. Los dos equipos presionaban con mucha intensidad la salida de balón del rival, anulando a los jugadores más talentosos.

En el tramo final de la primera mitad el conjunto colchonero comenzó a apretar con más fuerza al Sevilla para buscar un gol que diese un poco de tranquilidad. Y a punto estuvo Griezmann de abrir la lata tras rematar un envío al segundo palo de Godín. Sin embargo, la mejor ocasión de la primera mitad fue para los sevillistas, gracias a un disparo de Banega que acabó impactando en el larguero tras tocar en Saúl. Durante la primera parte no se vio buen fútbol, pero sí mucha intensidad por parte de ambos conjuntos, lo que impidió que sucedieran muchas ocasiones de gol.

Sin ladrillo

Augusto, que no estaba teniendo su mejor partido como rojiblanco, dejó su lugar a Carrasco en el descanso. Un cambio que daba más amplitud al campo y con el que Simeone buscaba más velocidad para salir al ataque. El Atlético comenzó a mover más el balón y a los siete minutos tras el descanso tuvo la mejor ocasión del partido, y es que Griezmann se topó con la madera tras rematar un buen centro de Koke.

El Sevilla, por su parte, comenzó muy atrás y buscaba finalizar alguna contra. En el minuto 60 el partido se complicó para los andaluces tras la expulsión por doble amarilla de Vitolo, algo que no gustó a Unai Emery, que también terminó en los vestuarios por protestar. El Atlético aprovechó su superioridad en el terreno de juego y se volcó en ataque, con Carrasco como revulsivo, en busca de los tres puntos. El cuadro de Emery se encerró en la última media hora confiando en su fortaleza defensiva y en el acierto goleador del francés Kevin Gameiro, que entró en lugar de Fernando Llorente.

El Atlético agobiaba al Sevilla pero no lograba materializar una de sus muchas ocasiones, a pesar de las ganas y entrega que pusieron sus jugadores. Con el paso de los minutos y, viendo que el partido se les escapaba, el Cholo metió más poder ofensivo con la entrada de Jackson Martínez y Ángel Correa al terreno de juego, mientras que el Sevilla reforzaba el centro del campo con más músculo, colocando en el césped al uruguayo Cristóforo. Los andaluces se plantaron muy bien en el campo, lo que hizo que el Atlético tuviera complicado encontrar los espacios en ataque.

El final del partido se le hizo muy largo al Sevilla, ya que no tenía más carburante para mirar a la portería de Oblak y tenía que centrar todo su esfuerzo en tratar de mantener su portería a cero. El encuentro se volvió más intenso, con muchas faltas y con el equipo de Emery perdiendo tiempo cada vez que podía, algo que no gustó en el conjunto rojiblanco y que llevó a alguna que otra trifulca. El tiempo se agotaba para los rojiblancos, que se topaban una y otra vez con Sergio Rico y veían cómo perdían el liderato, que caía en manos del Barcelona, su próximo rival. Al final, el punto se le queda corto al Atlético en su lucha por el liderato, mientras que al Sevilla, al que no se le vio con muchas ganas de arriesgar en la segunda mitad, el empate le vale para consolidar su candidatura a puestos europeos.