Una vez superado el tercer parón internacional del curso en vigor, que ha golpeado con crudeza a su plantilla, el Real Madrid pone de nuevo ... en marcha toda su maquinaria para preparar un tramo de la temporada en el que tendrá que afrontar siete partidos antes de que los futbolistas se coman las uvas. Aunque más bien habría que decir que activa la ingeniería que todavía tiene a salvo, que tampoco es tanta. Entre pitos y flautas, Carlo Ancelotti se ha topado con nueve futbolistas en la enfermería, el 40% de la plantilla. De ahí que el italiano esté obligado a hacer de la necesidad virtud en las próximas semanas para conseguir que la plaga de lesiones que afecta a su equipo no le lastre en la Liga y en la Champions.
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El entrenador de Reggiolo está acostumbrado a reinventarse. Lo ha hecho una y otra vez a lo largo de tres décadas en los banquillos que le han confrontado con un sinfín de adversidades, a las que ha respondido con las imprescindibles dosis de resiliencia. Ahora Carletto deberá apelar de nuevo a su capacidad de adaptación para salir a flote en medio del tsunami de percances que amenaza con mandar a pique el trabajo que está haciendo para cuadrar las cuentas del Real Madrid.
El transalpino, que ya tuvo que abordar la campaña sin un nueve de relumbrón por el que predicó en balde ante la directiva, se quedó sin dos de sus centuriones a las primeras de cambio: Courtois y Militao. Tampoco ha podido contar aún con Arda Güler, la perla que sigue atrapada dentro de su concha por mor de las tres lesiones que ha engarzado el otomano. Tchouaméni y Kepa cayeron en combate de forma sucesiva: el mediocentro a consecuencia de una fractura en el segundo metatarsiano del pie izquierdo que sufrió en el clásico disputado en Montjuic y el cancerbero a raíz de una dolencia en el aductor largo del muslo derecho que tomó cuerpo durante el calentamiento previo al duelo de Champions frente al Braga celebrado en el Santiago Bernabéu. Y la semana pasada fueron Camavinga y Vinicius quienes pasaron a engrosar la enfermería, afectados por el 'virus FIFA'. El parte de guerra lo completan Ceballos y Bellingham, que apuran para estar disponibles frente al Cádiz tras batallar con un percance en el cuádriceps derecho y una luxación en el hombro izquierdo, respectivamente.
La vuelta del utrerano y del británico aliviaría las cuitas de Ancelotti, que ha pasado de tener un centro del campo superpoblado a verse presionado para resolver el sudoku en la sala de máquinas. La principal cuestión a resolver por el técnico es cómo cubrir la ausencia de sus dos pivotes puros. La opción más plausible, si mantiene el rombo mentiroso, pasa por situar como ancla a Kroos, quien desempeñó esa función en 16 partidos del pasado curso. El metrónomo de Greifswald tiene a su favor la pulcritud en el manejo de la pelota y su extraordinaria precisión en el pase. El hándicap del teutón es el físico. No tiene el despliegue de Tchouaméni y Camavinga y por ahí puede sufrir el Madrid en envites de mucha brega. Otra posibilidad pasaría por adelantar a Alaba, que ha fungido como mediocentro en una treintena de ocasiones, principalmente en la selección austríaca. Pero Ancelotti nunca le ha empleado ahí con el Real Madrid y tampoco es probable que lo haga ahora, entre otras cosas porque apenas dispone de tres centrales. También le queda la opción de bajar a Valverde a la base.
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El italiano dará continuidad a Lunin bajo palos hasta que Kepa esté plenamente recuperado. La buena respuesta del ucraniano ante el Braga y el Valencia ha supuesto un alivio para el cuerpo técnico, que recelaba de sus prestaciones y por eso pidió fichar un portero el pasado verano. Pero Ancelotti maneja otra patata caliente en ataque.
Sin Vinicius, al técnico solo le quedan tres futbolistas de neto perfil ofensivo: Rodrygo, Joselu y Brahim. La presión para todos ellos se acrecentará con la baja del '7', como reconoció este martes Rodrygo. «Van a esperar más de mí», asume el paulista. El ex del Santos se rearmó con tres goles y tres asistencias en sus dos últimas apariciones con el Real Madrid y vuelve de la concentración con la Canarinha dispuesto a asumir los galones de su compatriota. La ausencia de Vinicius también aumentará la cuota de pantalla de Joselu, que ha tejido una buena alianza con Bellingham y viene de marcar con España frente a Chipre. Brahim aprovechó la baja del inglés para reivindicarse en la mediapunta y con el retorno del '5' previsiblemente tendrá que volver a buscarse la vida como revulsivo. De todos ellos se espera que den un paso al frente para que el Real Madrid mantenga el ritmo mientras recupera efectivos.
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