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Además de la derrota, la visita del Atlético a Getafe fue dramática para los intereses rojiblancos porque Lenglet y De Paul están tocados y son duda para el derbi de Champions ante el Real Madrid y, sobre todo, a Correa le puede caer una sanción ejemplar por sus graves insultos al colegiado tras ser expulsado en el Coliseum.
Después de que el balear Cuadra Fernández cambiase la amarilla a roja tras llamada del VAR, el argentino perdió los papeles, según recogió el propio colegiado en acta: «Tras mostrarle la tarjeta roja, dicho jugador se dirigió a mí en los siguientes términos: 'Hijo de mil putas, cagón. La concha de tu madre,» escribió Cuadra.
Después del encuentro, Correa se disculpó públicamente, con el árbitro, con sus compañeros y con la afición, a través de las redes sociales: «Quiero pedir perdón al colegiado Guillermo Cuadra Fernández por mi reacción tras la expulsión. Mi respeto hacia los árbitros es total y esta reacción no es propia de mí. Estaba muy caliente por dejar al equipo con diez en un momento tan delicado y he reaccionado de la peor forma. Espero que acepte mis más sinceras disculpas. También quiero disculparme con mis compañeros y técnicos y con nuestra afición por una acción que no debería haber realizado y que nos ha costado muy caro».
Y tan caro porque el jugador argentino se expone ahora a una sanción de entre cuatro y doce partidos. Lo más normal es que le caigan mínimo cinco encuentros, uno por la propia roja y otra por la gravedad de sus palabras al colegiado. De esta forma, no estaría, seguramente, contra el Barcelona, Espanyol, Barcelona (Copa del Rey), Sevilla y Valladolid.
El Comité de Competición de la FEF le debe aplicar a Correa el artículo 99 del Código Disciplinario, donde se contempla sanción de entre cuatro y doce partidos por «insultar, ofender o dirigirse en términos o actitudes injuriosas a los árbitros, salvo que constituya falta más grave».
Varapalo para el propio jugador, que había entrado al campo tras el descanso para intentar ejercer su habitual papel de revulsivo, y para Simeone, muy molesto por el partido completado por su equipo en Getafe y pendiente del estado físico de algunos jugadores del Atlético.
Ya en los prolegómenos fue Lenglet quien no se sintió bien y tuvo que pedir ser relevado. «Ha notado unas molestias durante el calentamiento», explicó el club. Giménez, que en principio iba a rotar, jugó en su lugar. En el próximo entrenamiento se empezará a calibrar el estado del central francés de cara a la gran batalla del miércoles ante el Real Madrid en la vuelta de octavos de las Champions tras el triunfo por la mínima de los blancos en el Bernabéu.
Durante el primer tiempo, fue De Paul quien estuvo jugando con dolores. El argentino se llevó un golpe de un futbolista azulón y llegó renqueante hasta el descanso, momento en el que fue sustituido por Pablo Barrios. No parece nada grave, solo un golpe, pero como ocurre con Lenglet habrá que esperar a ver cómo evoluciona en las próximas horas.
«Los dos tienen molestias distintas, veremos si llegan al partido del miércoles. Si no, llegarán al del domingo», dijo Simeone en DAZN en el postpartido. Unas declaraciones no demasiado optimistas si se tiene en cuenta que para el choque sin retorno ante el Real Madrid quedan tres días.
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