El Real Madrid volvió a las andadas en Montilivi. Tras sumar cuatro partidos consecutivos sin encajar y haber visto mancillada su portería en apenas uno ... de los siete últimos encuentros, los blancos sufrieron una derrota estrepitosa ante el Girona que debe servirles como toque de atención de cara a la final de la Copa del Rey y, especialmente, para las semifinales de la Champions. Los cuatro tantos del Taty Castellanos castigaron la apatía defensiva de un equipo desconectado de la Liga que demostró la enorme dependencia que tiene de Courtois, ausente en tierras catalanas por una gastroenteritis, y de Militao, cuya imperial imagen a lo largo del curso dejó paso a una bochornosa actuación frente al equipo de Míchel que volvió a poner de manifiesto la necesidad de que los zagueros muestren siempre esa actitud pesimista que tanto demanda Carlo Ancelotti.
Publicidad
El italiano leyó la cartilla en público a sus pupilos con una contundencia pocas veces vista en un técnico cuyas apariciones en sala de prensa suelen guiarse por la templanza y la diplomacia. «El compromiso defensivo de este equipo es importante para tener éxito. Si no lo tenemos tendremos dificultades para ganar y si lo tenemos ganaremos los partidos. Esa es la clave. Tenemos una calidad extraordinaria y debe ser ayudada por el compromiso defensivo que hoy no hemos tenido. No habíamos encajado ningún gol en seis de los siete últimos partidos y hoy encajamos cuatro. Si los jugadores no entienden esto se lo voy a repetir todos los días«, desgranó Ancelotti al término de un pleito en el que el Real Madrid no tuvo más referencia ofensiva que un Vinicius peleado con el mundo y careció de actitud, orden y solidaridad a la hora de sujetar a un Girona que resultó letal tanto en transición como en los centros laterales, las dos principales vías de agua que aprovecharon los blanquirrojos para hacer sangre con el conjunto de Chamartín.
La goleada fue tan sonrojante que Carletto pidió disculpas a la afición del Real Madrid y no tuvo reparos en reconocer que nada salió como debía. «El nivel individual ha sido muy bajo y el aspecto defensivo, que fue muy bueno en los últimos partidos, hoy lo hemos olvidado«, incidió el transalpino, especialmente molesto por la abulia en Montilivi de una escuadra que parecía haber hecho borrón y cuenta nueva en lo tocante al sacrificio defensivo.
Noticia Relacionada
Los blancos, que alcanzaron el parón por el Mundial de Catar con un promedio de 0,95 goles encajados por partido y solo cinco porterías a cero en 21 encuentros (23,8%), dejaron su marco intacto en 15 de los 29 siguientes (51,7%) y redujeron su media de daños a 0,82 tantos por choque. El Girona dinamitó esas cuentas el martes, generando dudas en un equipo que, en cualquier caso, se aferra a su carácter camaleónico para pasar página.
Publicidad
El Real Madrid transita por la Liga como un 'Cinquecento', hasta el punto de sumar siete puntos menos a estas alturas en el torneo doméstico que el curso pasado, de largo los peores números en las cuatro temporadas con Ancelotti en el banquillo. Sin embargo, es un Ferrari en la Champions. «Estamos dolidos, pero sabemos que estaremos bien en la final de Copa y en la semifinal de Champions«, razonó Carletto, que entiende que un correctivo a tiempo puede venirle bien a su escuadra para ponerse las pilas antes de recibir al Manchester City el 9 de mayo en el Santiago Bernabéu.
El partido ante el Girona dejó varias señales inquietantes cuando ese envite contra las huestes de Pep Guardiola asoma en el horizonte inmediato, por más que el empaque de los equipos y el escenario resulten incomparables. En primer lugar, refrendó una vez más la trascendencia de Courtois, capaz de facturar milagros a los que no tiene acceso Lunin. En segundo término, recordó que la defensa sigue siendo una línea con déficits preocupantes que necesita paliar el Real Madrid para no quedar al albur de las individualidades del cancerbero belga o de Militao.
Publicidad
Por último, evidenció los riesgos que entronca articular, ante equipos atrevidos, un centro del campo sin un mediocentro de contención al uso que ejerza como guardaespaldas de Modric y Kroos. El croata y el alemán son excepcionales a la hora de gobernar desde el dominio de la pelota, pero carecen del físico suficiente para acompañar en el repliegue cuando el rival genera transiciones eléctricas. Con Tchouaméni lejos de su mejor nivel y Camavinga en el banquillo, al Real Madrid le faltó energía en Montilivi y comprobó que sin defensa no hay paraíso, como recordó Carletto.
Suscríbete a Las Provincias: 12 meses por 12€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
El mejor restaurante de comida sin gluten de España está en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.