LOURDES MARTÍ
Domingo, 28 de junio 2015, 00:23
Henri fue el mejor relaciones públicas que el Huracán podía tener. Hace tres temporadas, el entonces capitán convencía a Paco Fernández para que firmara por un equipo que sólo contaba con un año de vida: «Fuimos compañeros en el Levante y me convenció para que viniera y lo hice. La verdad es que no me arrepiento». Como para hacerlo. Salvo la pasada campaña, el guardameta ha disfrutado ya en el conjunto valenciano tres fases de ascenso a Segunda. A sus 36 años, Paco es consciente de que ya cuenta a sus espaldas con más temporadas que las que le quedan, pero todavía tiene mucho que decir. Al igual que su ídolo, Buffon: «Renuevo año a año y mi intención es quedarme aquí. Ahora deben de hablar los de arriba». Él sólo custodia la portería de Huracán. También se encarga de poner las películas en los viajes del equipo. Ayer la escogida fue Kingsman, Servicio Secreto: «No todos las ven. unos duermen, otros hacen van a la suya». Uno de los que no las vio fue Amarilla: «Todas las que pone ya las he visto».
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El defensa llegó al conjunto ubicado entonces en Manises el año de su fundación con el cartel de haber logrado el subcampeonato de la Copa de Europa con el Valencia y hoy es una de las piezas fundamentales del proyecto. La última vez que lo demostró fue la semana, con el gol del empate: «El partido requería toda nuestra entrega, con el gol de ellos logramos aumentar nuestra intensidad y nos acercamos a su portería. Tuve la suerte de marcar». Pese a su veteranía, Amarilla reconoce que estos han sido unos play-off de lo más completos: «En la primera eliminatoria ocurrió lo de la lesión del árbitro, en casa anulan un gol durante un minuto. lo cierto es que el espectador no se ha aburrido, nosotros vamos a la nuestra porque lo que queremos es subir». Termina contrato mañana mismo pero en principio desea quedarse: «Imagínate lo que sería para mí con 34 años jugar en la categoría de plata». Y es que el ascenso sería el mejor premio para una temporada muy larga: «Ha habido lesiones de compañeros que te afectan mucho psicológicamente, no somos conscientes del trabajo realizado para llegar aquí y subir pondría la guinda a un año redondo, increíble».
El Huesca ha puesto en práctica aquello de 'al enemigo, ni agua'. En este caso, ni campo de entrenamiento. La expedición del Huracán tuvo que parar ayer de camino a tierras aragonesas en las instalaciones del CD Castellón para realizar el último entrenamiento antes del encuentro de esta tarde (a las 19 horas), ya que el conjunto rival se negó a cederles sus instalaciones.
Huracán volverá a estar arropado por sus aficionados. 300 personas que esperan que su regreso a Valencia tras el partido sea el más feliz posible. Y como ellos, desde la grada sufrirá Toni Seligrat quien deberá ver el encuentro fuera del banquillo por estar sancionado tras ser expulsado en el partido de ida. Lo que sí podrá es volver a alinear a sus hombres de confianza ya que cuenta con todos sus futbolistas disponibles excepto al lesionado Javi Barrio.
En principio el técnico podría saltar el terreno de juego con Tariq y Javi Navarro en el ataque para tener más presencia arriba y junto a ellos dos Paco, José Ruiz, Tomás Ruso, Amarilla, Gomis, Aridai, San Julián, Fali y Peris.
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