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Borja Gregori
Valencia
Viernes, 11 de agosto 2023, 01:22
Hoy arranca la Liga. Quién ganará, es una incógnita. Eso sí, si se le pregunta a alguien quién cree que será el próximo campeón de La Liga, la mayoría dirán dos posibilidades: Barça o Real Madrid. Otros dirán que confían en el Atlético de Madrid del Cholo. Algún otro entendido dirá que hay otro equipo que tiene alguna posibilidad pero siempre con la misma variable, que pinche el equipo blanco o el catalán. Ahora cambiamos las tornas, si se le realiza la misma pregunta pero esta vez cambiando de deporte a Fórmula 1 y la cuestión es quién ganará el próximo Gran Premio, la cosa cambia. Verstappen, Halmiton, Fernando Alonso, con la ansiada 33, Sainz o los McLaren, que ahora están muy fuertes, pueden ser algunas de las respuestas.
Las condiciones atmosféricas, si el circuito es más aerodinámico, tiene más rectas o más curvas o si hay accidentes y sale el coche de seguridad son factores que influyen sobre el vencedor en cada pista. Cada GP es independiente al anterior. Alpine el año pasado logró una victoria, por medio de Ocon y gracias al buen hacer de Alonso, entre otras cosas, para la sorpresa de los espectadores. Por lo tanto, se puede considerar que el torneo de fútbol doméstico es menos competitiva que la F1. Esta pequeña reflexión, la avala un estudio matemático de la Universidad Politécnica de Valencia, que ha concluido que el torneo de la regularidad, tanto español como inglés, es cuatro veces menos competitivo que la F1. Esto provoca que el interés del aficionado aumente o merme según el deporte.
Francisco Pedroche analizó la competitividad del campeonato de Fórmula 1 en los últimos diez años para, a partir de ahí, estudiar cuál sería el impacto de copiar el sistema de competición del mundial de automovilismo. «Introducir un nuevo sistema de clasificación en cada jornada de la LaLiga sería sencillo e incluso compatible con el sistema actual. Aparte de aumentar el interés de la afición por saber cuál es el vencedor de cada jornada de fútbol, las agencias de apuestas públicas y privadas dispondrán de un nuevo ranking sobre el que elaborar sus quinielas y apuestas», exponía Pedroche. El objetivo es imitar el sistema de competición de la Fórmula 1.
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Una de las ideas que propone es añadir utilidades a las tandas de penaltis. La FIFA incluyó esta medida en 1970. La propuesta fue lanzada por Michael Almong, tras ver cómo Israel caía en cuartos de final de los Juegos Olímpicos de 1968 por sorteo. Eso cambió la historia. Las tandas de penaltis han visto cómo se ganaban o se perdían finales de Champions o Mundiales. En la retina del valencianismo queda aquella final de Copa de Europa de 2001, donde la pena máxima arrebató de las manos la orejona. El doctor propone hacer una revolución de ellas, planteando que antes de cada encuentro se hagan dos tandas. La primera de ellas para elegir el campo y la otra para quién saca. «Esto aumentaría la competividad», afirma Francisco Pedroche.
Para llegar a esta gran conclusión, él ha utilizado un método matemático que ya utilizó en el año 2020 para analizar el movimiento de las listas de éxitos musicales de Spotify. «Esto lo que permite es asignar una competitividad a un deporte analizando los cambios que se producen en las sucesivas clasificaciones del campeonato. En el caso de la Fórmula 1 se cuentan los cruces de pilotos y equipos de un Gran Premio a otro. En el caso de las ligas de fútbol se cuentan los cruces de los equipos en la clasificación de las jornadas sucesivas del campeonato. Básicamente, cada GP es independiente del anterior, y cualquier clasificación es teóricamente posible. Sin embargo, las ligas de fútbol usan una clasificación acumulando puntos y es muy difícil que se produzcan muchos cruces en jornadas sucesivas, disminuyendo así la competitividad. Si de una jornada a otra hubiera una inversión total de la clasificación, la lucha sería del 100%. El estudio obtiene que en los últimos diez años la competitividad del fútbol en LaLiga y La Premier ronda el 6%, mientras que la competitividad de la F1 es de un 24%, por lo que deberían facilitar mayores cambios en la clasificación de una jornada a otra», concluía el investigador.
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