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Marcos Sánchez
Valencia
Domingo, 14 de julio 2024
Llegó el gran momento, la gran final de la Eurocopa, España contra Inglaterra, Inglaterra contra España, y la Fonteta lo sabe, sabe que la Selección española puede volver a soñar con un título grande 12 años después. Por eso hay aglomeraciones a la entrada, una cola que traspasa calles para entrar, batucadas a todo trapo que avivan el espíritu de la gente y por si fuera poco y a falta de una hora para que empiece el partido, el speaker juega con los asistentes y canta al ritmo de la canción de la Selección, «La Potra Salvaje». Es un llenazo absoluto. más de 7.000 personas para ver a España y porque las autoridades policiales han tenido que cerrar el acceso a la Fonteta porque era un exceso de aforo.
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Familias, parejas, adultos, jóvenes, todo tipo de personas se han citado en este día tan importante para España en la Fonteta. Con pancartas donde muestran su apoyo a la selección española, con niños pequeños que con la cara pintada alucinan al ver por primera vez este ambiente tan espectacular. Las banderas españoles están por todos los lados, ondean y llenan de pleno todo el pabellón. La gente sigue buscando hueco, porque no queda prácticamente un sitio vacío para esta cita.
Para que el animo no decaiga, la batucada que tocaba fuera y acompañaba a los asistentes se ha trasladado dentro y sigue sin parar de tocar. Pero el que toma la rienda de la fiesta es el speaker, que con una serie de canciones y cánticos hace que la gente haga la ola y no para de saltar desde su asiento. No solo eso sino que el desenfreno se apodera de la gente cuando el speaker, pronuncia el mágico canto de «Yo soy español».
Y llega el momento de que los jugadores salgan a calentar, en cuanto, enfocan en la pantalla grande a los dos estrellas españolas, Lamine Yamal y Nico Williams, en la Fonteta se desata la locura y los aplausos a las esperanzas de la selección española. Todo lo contrario cuando enfocan a los jugadores ingleses, donde se escuchan ensordecedores pitidos y abucheos.
El speaker que se encuentra en la pista ha decidido cantar la alineación de la Selección española y el nombre completo de cada uno de los integrantes del once titular, al mencionar todo el equipo entero, la Fonteta los ha recibido con vítores y aplausos a máximo volumen. En cambio, al nombrar la alineación de la Selección inglesa, como si de una sola voz se tratase la Fonteta ha clamado en contra de los jugadores con estruendos pitidos y abucheos.
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A falta de 10 minutos, el ritmo y los cánticos siguen sin decaer, los aficionados españoles esperan con ansias, se levantan, se sientan, se mueven de un sitio a otro porque los nervios previos a esta final se hacen insostenibles para algunos. Con la salida de los jugadores al terreno de juego desde los pasillos, la Fonteta ruge y canta sin parar «España, España». Suena el himno inglés y la gente presente brama y clama enormemente contra ellos. Llega el momento esperado, el himno español, todos en pie, un pabellón entero entonando su himno, un sonido que eriza la piel a cualquiera, y un último grito tremendo antes de sentarse y prepararse para disfrutar de este partido.
El partido empieza y la Fonteta atenta a lo que pasa en las pantallas grandes y sin dejar de apoyar a la selección española con cánticos, gritos y abucheos al equipo inglés. Cada acción se protesta, cada recuperación del combinado nacional se celebra, posible falta a Lamine Yamal y la afición se levanta.
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Con el paso de los minutos y a la mínima que España acecha la portería de Jordan Pickford, los presentes se levantan, ensordecen con sus gritos el pabellón y animan con el «A por ellos» que empieza el speaker.
Calma y más tranquilidad entre los presentes ante el control del juego por parte de la Selección española, sin embargo, eso no significa que la fiesta no siga presente porque cada buena acción defensiva o regate de una de las estrellas de España se celebra con energía.
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No gusta nada el arbitraje por el momento a la Fonteta que a cada acción donde hay una posible falta sobre uno de los jugadores españoles, el colegiado indica que no hay nada y los presentes muestran su claro descontento con la decisión gritando a la pantalla central.
Ante la falta clara de ocasiones e imprecisiones de ambos equipos, los aficionados españoles presenten y el speaker optan por aplaudir y gritar ole con los pases del equipo español.
Los nervios se apoderan al borde del descanso de muchos aficionados que se mueven arriba y abajo en sus butacas ante la falta de ocasiones claras por parte de España, la cerveza es la mejor opción en estos casos y los presentes lo saben.
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Final de la primera parte, los aficionados se levantan de sus asientos, mientras los tambores suenan para despedir a los jugadores españoles.
Vuelta a la segunda parte y nada más empezar, en una contra perfecta Nico Williams pone el primero y hace clamar de alegría y furor a toda una Fonteta que se levanta en pie para celebrar el primero de la selección española. Acto seguido, una clara ocasión de España para el 2-0 que falla pero que hace la gente se venga más arriba todavía.
Desde el gol del Nico Williams en la Fonteta se ha desatado la locura, la gente corriendo por los pasillos, abrazándose y animando sin parar desde sus asientos, gritando y protestando cada acción de posible falta, levantándose y corriendo de arriba a bajo debido a los nervios.
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El equipo español es un vendaval de ocasiones y los aficionados españoles se impacientan por el desperdicio de estas y la oportunidad de poner el 2-0 en el marcador y complicar más aún las cosas a los ingleses.
Menos de media hora para el final, España sigue dominando y haciendo un muy buen partido y por eso en la Fonteta, reina la calma y la tranquilidad ante el buen hacer defensivo de los de Luis de la Fuente. Segundo cambio en España, los aficionados españoles se levantan y despiden al capitán, Álvaro Morata, al ritmo de que "Viva España".
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Gol de Inglaterra, Cole Palmer empata el partido y unos cuantos infiltrados en el pabellón, celebran este tanto que deja en silencio a toda una Fonteta que veía a España campeona de Europa ya. Ante este golpe, los aficionados españoles no se quedan callados y animan al grito de si se puede, si se puede. Los nervios se palpan en el ambiente porque otro gol a estas alturas de partido supondría prácticamente la victoria para uno de los dos equipos, muchos rezan y con las manos entrelazadas piden que España consiga el segundo gol.
Últimos cinco minutos de partido, más el descuento, España ha tenido varias ocasiones que ha hecho que la gente se desespere ante la falta de acierto de los españoles, muchos se tiran de la ropa o se tapan la cara con las manos.
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De nuevo, locura absoluta, la Fonteta se vuelve completamente loca con el gol de Oyarzabal, la gente salta, aplaude, anima al cántico de es inglés el que no bote. La Fonteta es una olla a presión, todos de pie, nerviosos y exultantes con este gol a nada. Se celebra que no haya entrado una ocasión clara de Inglaterra como si fuese otro gol de España.
La gente baja de sus asientos, se van a los pasillos, el desenfreno es total, España puede ser campeona en unos minutos y la gente esta que pierde los nervios, se muerden las uñas, nadie esta quieto y gritan sin parar a la pantalla central y grande. Todo se celebra, una falta a favor de España, menos de un minuto y la gente salta de los nervios.
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España es campeona de Europa, la locura se apodera de todos los aficionados de la Fonteta, que ríen, lloran y se abrazan tras un partido vibrante que han podido disfrutar y todos salen corriendo como locos a la pista central a saltar y gritar por la Selección española. El speaker entona el que Viva España.
Poco a poco la gente abandona la Fonteta, rebosando de felicidad, todavía celebrando, cantando y saltando, abrazados a sus parejas, hijos o amigos por vivir una experiencia única e increíble junto a ellos en la Fonteta. España es campeona de Europa.
Habrá un castillo de fuegos artificiales en la plaza del Ayuntamiento por la victoria de España a medianoche, y se mantendrá la iluminación con la bandera de España en la fachada del Ayuntamiento, en Porta del Mar y en las fuentes de la plaza y avenida cid.
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