El 'Dibu' Martínez, el 'provocador' argentino que tocó fondo con Bordalás y sentenció a Lahoz en Qatar

No hay duda de que el 'Dibu' Martínez es un tipo al que le va la marcha. Lo ha demostrado a lo largo de toda su carrera y lo ha vuelto a evidenciar en este Mundial. El guardameta argentino es uno de esos jugadores que no se muerden la lengua y que nunca esquiva la polémica. Fue el héroe en la tanda de penaltis contra Holanda y posteriormente pasó facturas: «Hablaron muchas boludeces antes del partido y eso me dio energías». El arquero del Aston Villa ha alcanzado su madurez futbolística a los 30 años, con un peculiar carácter, pero que en parte también le ha ayudado a asentarse en la portería de la albiceleste.

No ha sido fácil para Emiliano Martínez llegar al lugar en el que está. A los 17 años recibió la llamada de Arsene Wenger para marcharse al Arsenal, pero su travesía en Londres estuvo llena de obstáculos. Acumuló hasta seis cesiones antes de poder asentarse en la portería 'gunner'. La penúltima de ellas fue en el Getafe, con Bordalás como entrenador en la temporada 2017-18, en una etapa que le hizo perder la ilusión por el fútbol: «Fui a Getafe a los 23 o 24 años y terminé jugando ocho partidos. Nunca me pusieron y toqué fondo. Llegué a un momento en que dejé de mirar fútbol, no sentía el amor que sentí toda mi vida».

En aquel año como azulón, el 'Dibu' estuvo a la sombra de Vicente Guaita y solo jugó 7 partidos. Fue su penúltimo préstamo, antes de marcharse al Reading, donde se asentó como titular, para definitivamente regresar al Arsenal y ocupar la portería del conjunto londinense ante la lesión de Leno. Allí logró ganar la F.A Cup, teniendo actuaciones memorables como en la semifinal ante el Manchester City. Pese a ello, la campaña siguiente fue traspasado al Aston Villa por 18 millones de euros, club en el que milita desde entonces.

Su buen desempeño le permitió llegar a la absoluta argentina en 2021, convirtiéndose en titular en la Copa América. De hecho, su particular personalidad salió a relucir en la ya famosa tanda de penaltis en semifinales ante Colombia. Allí tiró de picardía y por qué no decirlo, provocación, para descentrar a los jugadores cafeteros y terminar atajando tres penaltis. Primero fue ante Davinson Sánchez: «Te voy a comer hermano, lo siento pero te como hermano», y le detuvo el penalti. Contra Yerry Mina el show fue a más: «Se te ve nervioso eh, te estás riendo pero estás nervioso. Mira que la pelota está un poco adelante. Hacete el boludo que ya te conozco a vos. Mirá que te como hermano, que te atajo...», y efectivamente se lo comió. Fue parte del espectáculo, que culminó con una tercera parada que clasificó a Argentina para la final. Hubo quien criticó sus formas, también quien las aplaudió, pero la única realidad fue que sirvieron para conquistar el título.

El 'Dibu' se ha convertido en un gigante en las tandas de penalti. Parte de ese mérito, como él mismo reconoce, lo tiene la ayuda psicológica que recibe antes de los partidos: «Tengo un psicólogo personal que necesité, porque estaba en un punto de mi carrera en el que no sabía para dónde ir. Fue una de las decisiones más correctas que hice en mi carrera». La derrota contra Arabia Saudí le dejó tocado, pero supo rehacerse: «Sufrí mucho estos días, no pude dormir, hablé mucho con mi psicólogo porque que me pateen dos veces y me metan dos goles es difícil de tragar».

Antes del partido frente a Holanda, Martínez no olvidó las palabras de Van Gaal asegurando que tenían ventaja en la tanda de penaltis: «Saqué captura y lo guardé en el celular. Se lo mostré a mi psicólogo y prendió la dinamita». Quizá por ello, no se achantó ante un gigante como Van Dijk ni frente a Berghuis, realizando dos auténticos paradones que resultaron definitivos.

Con Argentina clasificada, y tras un partido muy caliente, no dudó en saldar cuentas pendientes con todo el mundo, hasta con el árbitro valenciano Mateu Lahoz. «No puedes boquear antes de los partidos y pretender salir ganando. Me hizo más fuerte y se lo dije después del partido», expresó. Segundos antes de comenzar la tanda de penaltis, el portero se escupió el guante y le tocó la cara a Mateu Lahoz. Solo él sabe si lo hizo conscientemente o sin darse cuenta. De lo que no hay duda es que no le gustó la actuación de Lahoz, al que no dudó en criticar: «Es una locura ese árbitro, arrogante, le decís algo y te habla mal, da diez minutos y da todos los tiros libres para Holanda, como quedó fuera España, quería que nos quedáramos fuera nosotros. Es el peor árbitro del Mundial». Unas palabras que, junto a las de Messi, no han ayudado para que el colegiado español pueda seguir arbitrando en Qatar. Ahora, busca la gloria en Qatar para bordar la tercera estrella en la camiseta de la albiceleste.

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