![Hasta en los baños hay un código QR](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202211/20/media/cortadas/diarioenviado-ktoC-U180777044781Gz-624x385@RC.jpg)
![Hasta en los baños hay un código QR](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202211/20/media/cortadas/diarioenviado-ktoC-U180777044781Gz-624x385@RC.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Iván Orio
Domingo, 20 de noviembre 2022
Están en todas partes, hasta en los lugares más insospechados. Doha vive estos días de Mundial la invasión de los códigos QR. Los herederos de los inocentes códigos de barras, pero ya en versión Matrix, han adoptado todos los tamaños posibles y miran desafiantes a ... los colonizadores de Qatar con esos tonos brumosos de blancos y negros que esconden información a raudales. Hoteles, metro, autobuses, taxis, aeropuerto, carteles publicitarios, cafeterías, restaurantes... Hasta en los baños del centro de prensa hay un sello electrónico para descargarse el acceso al wifi. Y para acceder a la traducción simultánea de las ruedas de prensa. Sin un lector de QR, desde luego estás perdido en esta gran ciudad del Golfo Pérsico con aires de parque temático.
Comprobé al llegar a la capital catarí que mi móvil de antepenúltima generación aún está en proceso de aprendizaje en la comprensión y almacenamiento de los datos ocultos en un código QR. No los desencripta correctamente, así que he tenido que descargarme una aplicación para no quedarme atrás en esta nueva vida en la que todo está codificado. Tenían que haber visto las caras de perplejidad de los voluntarios de la Copa del Mundo cuando intenté repetidas veces sin éxito que mi celular leyera uno de los invasores para saber los horarios del suburbano. Se miraban unos a otros con media sonrisa. Yo sí leí bien sus rostros –«de dónde ha salido este tipo»–, reminiscencias de un pasado analógico en el que preguntar una duda en la calle, incluso en otro idioma, era una fuente inagotable de socialización.
En ocasiones la información en otra lengua es tan larga y exhaustiva que copias el texto y te lo llevas al traductor Deepl, el que nunca falla. Así que ya no sólo hablas cada vez con menos gente sino que ni siquiera practicas otros idiomas. Pero, eso sí, lo sabes todo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.