CAYETANO ROS
Viernes, 4 de septiembre 2020, 00:04
–¿Qué hace un tío de 40 años en Primera?
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–Lo que he hecho siempre: ayudar a crecer a un equipo y a cumplir los objetivos individuales y colectivos. No es normal ver a un delantero de 40 años en Primera. No recuerdo a ninguno. Solo se acercan Aduriz (39, ya retirado) y Joaquín (39). No es normal que esté jugando y que esté bien, a un nivel alto.
–¿Ha cometido algún exceso?
–No, para llegar así debes cuidarte al 100%: la parte genética, comer, descansar, ser profesional, tener ilusión...
–¿Teme hacer el ridículo?
–No, para eso están los nervios y la tensión cuando entras a un terreno de juego. Te hacen estar muy vivo. Los nervios son difíciles de controlar incluso con 40 años. En el 'play-off' de ascenso a Primera pasamos momentos muy complicados.
–¿Por qué no ha triunfado hasta ahora en Primera?
–El balance en Primera es positivo. Aporté mucho tanto en el Tenerife como en Osasuna. Solo pasé un año malo en el Levante (campaña 2006-07). Venía de ser importante en el Elche, pero no tuve confianza de los técnicos (López Caro y Abel Resino), jugué pocos minutos y me fui un poco a menos. Eso sí, la gente de abajo del Levante se portó muy bien conmigo.
–¿Ha tenido complejo de bajito (mide 1,69m)?
–No, qué va, con 21 años de profesional, nunca he tenido ningún complejo. El fútbol es para todos: altos, bajos, listos y menos listos.
–¿Se considera un 9 puro?
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–Nunca, me considero un 9 rematador, pero con movilidad respecto al punta de referencia y con contacto con la pelota. Estoy cómodo de media punta o de segundo delantero.
–Pese a su aspecto, tiene un tren inferior muy fuerte. ¿Qué tipo de central se le da peor?
–El central pequeño y rápido, tipo Djené el del Getafe, ahí se hace complicado. Con el central grande tengo una pequeña ventaja en la reacción.
–¿Siempre entendió tan bien el juego?
–Creo que la lectura de juego siempre la tuve. Ahora, lo que he perdido en velocidad por la edad lo he ganado en mentalidad para crear peligro sin grandes recorridos. Aun así, corro 9 o 10 kilómetros por partido, que es una pasada.
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–¿Entiende la marcha de Pacheta?
–Entiendo qué es el fútbol. Hemos pasado casi tres años cogidos de la mano para llevar al Elche de Segunda B a Primera. Mejor no se ha podido ir del club y va a tener oportunidades importantes. Todo tiene un principio y un final, todos tenemos fecha de caducidad. Se fue Cristiano de la Liga, se puede ir Messi y esto sigue. El Barça debería estar agradecido a Messi por lo muchísimo que le ha dado en estas 15 temporadas.
–¿Recuerda cómo era usted cuando llegó al Elche a los 17 años?
–He cambiado poco, hasta tenía el mismo pelo (risas). Era igual de pesado, tenía la misma hambre de ser futbolista y los mismos valores al máximo.
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–¿Qué valores?
–El respeto, la educación, el saber ganar, el saber perder, el compañerismo, el compromiso y el poder disfrutar del fútbol. He disfrutado por 10 con este ascenso del Elche.
–¿El peor momento?
–Cuando, con 33 años, me rompí el ligamento cruzado de la rodilla derecha, en un Granada-Osasuna de la penúltima jornada. Ahí te preguntas si podrás volver a jugar. Siete años después, la rodilla está perfecta gracias al trabajo espectacular de los médicos y fisios de Osasuna. Después, de los descensos que he vivido el peor fue el del Elche a Segunda B, tan inesperado como el ascenso ahora a Primera.
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–¿Por qué se ha identificado tanto con el Elche?
–Porque me he criado aquí, tanto deportiva como humanamente, mi mujer es de Elche y porque el cariño de la afición de la afición te hace ser del Elche sí o sí.
–¿Qué entrenador le ha interpretado mejor?
–José Luis Oltra (Tenerife) por la confianza en los jugadores; Enrique Martín Monreal (Osasuna) por el trabajo psicológico; y Pacheta (Elche) por la cercanía con el jugador.
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–En Tenerife vivió una montaña rusa emocional: un ascenso a Primera y dos descensos.
–Sí, hice 29 goles en la temporada del ascenso a Primera, 14 en la siguiente que descendimos en Mestalla y otros 17 en el siguiente descenso.
–¿Hay alguna explicación racional a que haya logrado tres ascensos en Montilivi?
–Lo he estado pensando y es muy raro, además las tres veces por el mismo resultado: 0-1, con el Tenerife, Osasuna y Elche.
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–Supongo que usted, con 193 goles en Segunda, es de los que ve la portería rival muy grande.
–A veces la veo muy grande y otras muy pequeña, depende de la racha que lleves. Pero sí es verdad que tengo un don de cara al gol desde pequeñito. Después hay una parte entrenable.
–¿De dónde viene su apodo?
–De mi padre, es un diminutivo de Bernardino. A mi padre, a mis hermanos y a mí a todos, nos llaman Nino en el pueblo (Vera).
–¿Cómo se enamoró allí del fútbol?
–Todo el día con el balón en este pueblo humilde de 12.000 habitantes. Siempre fue mi pasión. Mi padre se dedicaba al cultivo de la huerta y yo a los 14 años me fui al Real Madrid. El salto a una ciudad de la dimensión de Madrid fue tremendo. Yo no había salido del pueblo. La experiencia en la cantera del Madrid (dirigida entonces por Del Bosque) fue muy positiva.
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–¿Qué estadio le hace ilusión visitar?
–Volver a ver el Martínez Valero lleno de público.
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