La pieza valenciana en la proeza del Eintracht

El Eintracht de Frankfurt se plantó en la Copa de Alemania con toda la ambición del mundo pero pocas esperanzas: el rival era el Bayern de Múnich, un coloso del fútbol europeo cuyo dominio en su país es demoledor. Con seis Bundesligas consecutivas y el presupuesto de un transatlántico europeo, meterle mano al equipo de Heynckes se planteaba como una misión imposible. Pero sucedió. Medio Olímpico de Berlín de color blanco asistiendo al milagro. El Eintracht, que llevaba 30 años sin morder el trofeo, fue mejor para imponerse por 3-1 en una final que tuvo de todo, incluido la vital participación del VAR. En la grada del recinto berlinés, un valenciano, José Viñas, que cerraba su primer año trabajando en el histórico Eintracht de Frankfurt celebrando un título. Imposible imaginar un colofón superior cuando en junio de 2017 recibió la llamada de Ben Manga para entrar en la red de ojeadores del club alemán.

Manga, 'chief scouting' del Eintracht, había conocido a José Viñas tiempo atrás. Entendían el juego de manera similar. Así que cuando el Eintracht necesitó un hombre para peinar el fútbol español tecleó el número del valenciano en su móvil. «Lo valoré y me pareció una propuesta muy atractiva. El club apostaba de verdad por el 'scouting' y era un reto muy importante», recuerda Viñas. En Alemania, donde los clubes evitan los desembolsos imposibles de la Premier y gastan sin pasarse ni un centímetro de sus posibilidades, habían entendido realmente lo importante de captar el talento en su fase inicial. Nada de esperar a que los futbolistas exploten y los traspasos sean de cifras con demasiados ceros. El Eintracht distribuye trece 'scouts' por Europa más la gente que rastrea Suramérica y el resto de campeonatos.

«Solemos ver casi todo el fútbol en vivo. A mí me gusta y al club también. Es mucho esfuerzo y mucha dedicación, pero consideramos que ganamos tiempo a la hora de valorar a los jugadores», destaca José Viñas. En cuanto llegan a casa, el grupo de ojeadores del Eintracht vuelca los datos en un programa e inmediatamente tanto Ben Manga como Fredi Bobic, director deportivo, inician la criba de futbolistas. Los primeros meses de temporada se ven cientos de partidos; en la recta final se reduce la lista al máximo posible pensando ya en la contratación. El método Monchi. «Tiene un aura internacional y marcó una época en España», explica el valenciano sobre el que fuera director deportivo del Sevilla, ahora en la Roma: «Monchi sentó precedente, le dio mucha importancia al 'scouting' y consiguió vender muy caro a futbolistas que habían costado poco. Eso abrió la mentalidad a los dirigentes europeos. Mi club, por ejemplo, es modélico en ese sentido. Trabajando así se reduce el margen de error en la contratación de futbolistas».

A Viñas, renovado por otra temporada en el Eintracht, «y ojalá que sean muchas más», no le ha hecho falta demasiado tiempo para quedar prendado por el fútbol alemán. Estadios llenos, nada de impagos, un sentido del trabajo muy desarrollado y futbolistas y técnicos que tomando como modelo el juego español han ido a más en el terreno técnico. También le ayudó su propia «visión global» del fútbol porque el valenciano fue jugador, entrenador, trabajó como representante (aunque especializado en tareas de captación) y ahora ejerce como ojeador.

En este tiempo conoció a Pablo Longoria. Fue en la ciudad deportiva de la Juventus. «Es un trabajador incansable y creo que al Valencia le vendrá genial. Nadie puede garantizar que un fichaje te saldrá bien sí o sí, pero con Pablo creo que van a acertar mucho», asegura José Viñas, quien considera que el Valencia dará «un salto de calidad en el 'scouting'» con Longoria al frente: «Pertenece a una generación que valora la importancia que tiene el 'scouting'. Y con lo joven que es, lleva una trayectoria impresionante».

El presente de José Viñas pasa por el Eintracht de Frankfurt, clasificado para la Europa League gracias a su título de Copa y que inicia un nuevo proyecto tras la marcha de Nico Kovac, el entrenador, al Bayern. Volver a empezar, pero sobre una base sólida y fructífera.