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cayetano ros
Viernes, 16 de abril 2021, 23:53
- ¿De dónde nace la vocación arbitral?
- Siempre tuve curiosidad por la figura del árbitro: todos se metían con ellos, pero ellos continuaba su camino. Eso se quedó ahí hasta que un día, en la Universidad de Alicante, vi un curso de arbitraje. Mi padre y mi hermano jugaron mucho al fútbol, al fútbol sala, mi padre fue entrenador... la única figura que faltaba era la del árbitro.
- ¿Sufrían por verla arbitrar?
- Al principio sí, mi padre tenía un poco de miedo, porque él conocía muy bien el mundo del fútbol. Me acompañaba, porque yo no tenía carnet de conducir, y yo le decía: 'Si me dicen algo, vosotros nada, eh'. Por suerte, nunca he tenido una situación de peligro. Insultos y nada más. Ahora están contentos la verme a mí feliz.
- ¿Qué hacen ahora sus padres?
- Tienen un supermercado, un chárter, una franquicia de Consum aquí en el pueblo (La Pobla del Duc, Vall d'Albaida), y hoy, como es jueves y llega el camión de los productos, les estoy echando una mano.
- Usted arbitra tanto fútbol femenino, en Primera, como masculino, en Tercera. ¿Quiénes protestan más: los chicos o las chicas?
- Igual, depende de cada jugador, el fútbol es fútbol, da igual si es masculino o femenino. Cada partido lo disfruto sea la categoría que sea. Soy una privilegiada.
- ¿Reciben preparación psicológica?
- Sí, es una parte esencial. A mayor categoría, más presión y se necesitan más recursos psicológicos. Son cursos de la promoción de ascenso.
- ¿Las pruebas físicas son las mismas para hombres que para mujeres?
- Sí, dentro de la misma categoría son las mismas pruebas, aunque depende de cada comunidad autónoma. Lo que sí varía es por ser árbitra asistente respecto a la árbitra principal. Nosotras, por ejemplo, tenemos pruebas de carrera lateral además de carrera frontal.
- ¿Qué es lo mejor de ser asistente?
- Somos un equipo más, una pequeña familia. Antes (del coronavirus), entrenábamos juntas y después cenábamos. O, si era miércoles, recibíamos clase de reglas del juego y quedábamos para ver el partido de Champions mientras comíamos un bocadillo. Compartimos la pasión del arbitraje, estamos en forma y aprendemos cada vez más de fútbol.
- ¿Y lo más difícil?
- Estar pendiente del fuera de juego y, al mismo tiempo, de algo que pueda suceder delante de ti. Tenemos una plataforma para entrenar el fuera de juego: los ojos, la foto en el momento en que se hace el pase. Es una especie de clic automatizado, un sexto sentido. También nos pasan entrenamientos desde Madrid y desde Valencia, se suben a una plataforma y ellos pueden ver cómo estamos físicamente. Además, hay seminarios para unificar criterios técnicos.
- ¿Están más tranquilas sin público ni nadie que las insulte?
- No, ¡qué va! El fútbol es un espectáculo y nos gusta que los campos estén llenos. Cuando sales a calentar y ves el campo vacío, piensas: '¡Qué tristeza!'
- ¿Qué es lo más bonito que le han dicho desde la grada?
- No lo sé, solo oyes ruido, no sabes lo que te dicen porque estás muy concentrada. Sabes que tus decisiones van a ser cuestionadas. Cuando acabas y estás entrando al vestuario, ahí sí que oyes. Pero no me afecta, intento acertar todo lo posible.
- ¿Ha sufrido episodios de machismo?
- No, cuando voy con los hombres a arbitrar en Tercera no veo ninguna diferencia en el trato. Soy una más. Somos personas, no somos otra cosa.
- ¿Es muy exigente?
- Sí, a veces me dicen 'muy bien', pero no estoy muy convencida. Hacemos autoanálisis: vemos los vídeos de los partidos y analizamos lo que hemos acertado y lo que no, el motivo por el que hemos fallado, la comunicación entre nosotros... Lo revisamos una y otra vez.
- Dedican muchas horas, pero siguen sin ser profesionales.
- Todavía no, pero espero que lo seamos. El fútbol femenino lo será el próximo año. Es una categoría que empezó hace cuatro años.
- ¿Aspira a ser árbitra principal?
- No, elegí mi camino de asistente y quiero consolidarme en Primera Iberdrola y subir a Segunda B en el masculino. Es muy difícil, pero Guadalupe Porra (asistente de la final de la pasada Copa del Rey masculina) lo ha conseguido y nos ayuda a todas las demás.
- ¿Cómo es Guadalupe Porras?
- Lo acierta todo, siempre bien posicionada, siempre atenta. He tenido la suerte de estar con ella en el campo.
- ¿Cómo fue participar en la pasada final de la Copa de la Reina en Málaga (Barça-Logroñés)?
- Un regalo, muy gratificante por representar a todo el colectivo. Cuando salí al campo pensé en el primer día que vi el cartel del cursillo de arbitraje en la Universidad de Alicante. Me emocioné.
-¿Qué estadio le ha gustado más?
- Anoeta (24.000 personas en el derbi vasco), el Benito Villamarín (también en el derbi andaluz) y Riazor.
- ¿Cómo fue su experiencia en Florida (EE UU)?
- Nos seleccionó la CONCACAF a dos tríos arbitrales de Europa para pitar un torneo en Florida. Lo repetiría cada año. Habíamos estado en otro curso en Suiza. Siempre tengo ganas de hacer la maleta.
- ¿Qué representa la figura de Mateu Lahoz?
- En el comité valenciano estamos muy orgullosos de él y de Pau Cebrián. También de los hermanos Munuera. De Mateu destacaría su parte humana, el hablar y empatizar con los jugadores. Como árbitros, debemos gestionar las emociones de los jugadores.
- ¿Tiene sentido que no pueden arbitrar a equipos de su comunidad autónoma?
- A mí me daría igual pitar a equipos de mi comunidad. Será porque el arbitraje es un mundo desconocido. Pero, para comunicarnos entre nosotros, decimos colores en vez de equipos. Queremos acertar para que el fútbol sea lo más justo posible. La gente lo disfruta, los equipos lo disfrutan y nosotros también. No puedes desconcentrarte ni un momento, desde ya antes del partido. Atenta a todo. Esperar lo inesperado. Disfruto acertando.
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