El conflicto personal que mantiene el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y la arquitecta que hizo la reforma de su casa, Yasmina Eid- Maccheh, terminará en un juicio. El deportista reclama a la profesional cuatro años de cárcel por los reiterados episodios de acoso, amenazas y coacciones que asegura que sufrió por parte de la responsable una vez terminó la obra en el inmueble, ubicado en el centro de Valencia. Esta cuestión, el pago del trabajo de la arquitecta, ya se ha dirimido por la vía civil de manera favorable al deportista. Pero, según Rubiales, tanto él como sus hijas padecieron un auténtico calvario por parte de esta mujer, siempre según el relato del exfutbolista.
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Así, una vez concluyeron las obras en el inmueble, la mujer se negó a darle las llaves de la vivienda y aguardaba la llegada de los residentes, Rubiales y sus hijas, en la misma entrada al edificio. Un día, ya dentro del piso, se encontró con el nombre de la arquitecta escrito en un espejo y en la habitación principal otro inquietante mensaje: RIP.
Rubiales, tras estos acontecimientos, cambió la cerradura. Pero la arquitecta siguió con su supuesta estrategia de acoso y desprestigio de la imagen del enjugador. Esto acontece durante 2016. El acoso se sustenta en mensajes como «cabrón», «hijo de puta», «caradura» o «ladrón» y advertencias como «te voy a romper los huevos».
La mujer adelantó a varios testigos que iba a acudir a los medios de comunicación para que supieran quién era realmente el dirigente. La fiscalía, por estos hechos, también acusa a la arquitecta. En su día, tal y como informó LAS PROVINCIAS, entregó un escrito de acusación contra la mujer en el que sostiene que cometió un delito leve de amenazas y otro de coacciones. El ministerio público reclama multas de 1.200 euros por cada uno de los ilícitos.
En el contexto de tensión descrito anteriormente se produce el incidente de la plaza del Ayuntamiento, que ha motivado una acusación de la Fiscalía contra Rubiales por lesionar a Eid- Maccheh, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS.
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El ministerio público reclama al deportista una multa de 2.400 euros por el delito de lesiones, pero además, solicita que la mujer sea indemnizada con 21.000 euros por las secuelas que dice padecer tras este incidente. El escrito del fiscal habla de un zarandeo y un empujón justo antes de que el deportista fuera a coger un taxi.
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