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De la respuesta del Villareal a la pregunta de los medios sobre la situación de Ruben Semedo se intuye que la entidad estaba al corriente de la situación en la que se encuentra su jugador. La sociedad amarilla señaló ayer a través de su director de comunicación que no se va a pronunciar hasta que la investigación abierta concluya: «Una vez sea así el club valorará y efectuará, en su caso, las declaraciones oportunas».
El Villarreal insistió que la situación pertenece a la vida privada del jugador, por lo que no afecta a su carrera deportiva ni a la relación de Semedo con la entidad castellonense. El club reconoció que existían unos hechos que fueron denunciados y que se están investigando.
Semedo, que sólo ha participado en cuatro partidos de Liga con un total de 231 minutos acumulados, estuvo en el once inicial del Villarreal después de ser el protagonista de las amenazas con pistola, según consta en la investigación, en una discoteca de Valencia.
El portugués, que estuvo siete partidos lesionado durante los meses de octubre y noviembre, volvió al once el partido ante el Barcelona, que se disputó en el estadio de La Cerámica de Villarreal el 10 de diciembre. A los 48 minutos se tuvo que retirar por una nueva lesión de la que está en proceso de recuperación, por lo que no ha vuelto a participar en ningún partido.
Hace unos meses Semedo también se vio en una polémica pero en este caso de manera indirecta. Los protagonistas fueron sus representantes, Cacho Baldé y José Fouto, que se pelearon por la comisión de 1,4 millones del traspaso del jugador del Sporting Club al Villarreal. Intervino incluso la policía.
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