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Javier Solano
Valencia
Sábado, 23 de julio 2022
Como si de una final de la Copa Libertadores se tratase, San Marcelino se convirtió ayer en la capital mundial del fútbol sudamericano. Cánticos a pleno pulmón, bombos sonando a toda fuerza, fuegos artificiales, gritos de júbilo, lamentos, pero sobre todo orgullo por unos colores. Con semejante grado de intensidad vivieron los miembros de los consulados de Boca Juniors, River Plate, Talleres de Córdoba y Atlético Nacional la primera edición del Torneo de Filiales Latinoamericanos de Valencia, un cuadrangular diseñado para que los miembros de dichas agrupaciones asentadas en la ciudad, puedan dedicar un día entero a disfrutar del fútbol y sobre todo, competir en nombre del club de sus vidas.
La puesta en marcha de esta competición tuvo un significado muy especial para la totalidad de los filiales, en especial, para los propios titulares, encargados de llevar la gestión de estos departamentos. Claudio Lencino, mejor conocido como 'Cuchu', como responsable del consulado de Boca Juniors en Valencia, destacó la trascendencia que supuso inaugurar ayer dicha competición. «Esta es la primera vez que filiales de equipos pertenecientes a equipos de la CONMEBOL han sido capaces de crear un torneo como este. Los encargados de los cuatro departamentos de los equipos participantes nos pusimos de acuerdo para dar vida a esta competición. Ya habíamos jugado entre nosotros en otras ocasiones, pero no a este nivel. Tuvimos la suerte de contar con el apoyo del campo del San Marcelino y al final, hemos sido capaces de cumplir un sueño», aseguraba el hincha xeneize.
Para estas agrupaciones, el Torneo de Filiales Sudamericanos brindó a todos sus integrantes la oportunidad de realizar una actividad que nunca antes se había podido llegar a celebrar. «Nosotros, como función principal, nos encargamos de agrupar a socios de Boca Juniors a nivel internacional. Como grupo, solemos realizar actividades como quedar para ver los partidos, hacer asados y quedadas para jugar a fútbol dos veces por semana. Cabe destacar que somos un grupo relativamente nuevo, que nació hace aproximadamente un año y que a día de hoy integra 80 socios en Valencia. Caso contrario es el de River Plate, que en la misma ciudad cuenta con 150 socios», afirmaba Claudio Lencino.
El campo de fútbol de San Marcelino vio inundadas sus gradas por los colores y el jolgorio de los aficionados de los cuatro conjuntos cuando el sol comenzó a caer. Fue entonces cuando el torneo dio comienzo y las emociones de sus participantes y las de los propios aficionados se pusieron a flor de piel. Tanto River Plate como Talleres de Córdoba fueron los encargados de inaugurar la competición. En un primer encuentro donde la intensidad y los nervios hicieron imposible deshacer el empate a cero en el marcador, los penaltis terminaron siendo la única vía para conocer al primer finalista del torneo. Una efectividad impecable desde el punto fatídico dio al conjunto millonario la posibilidad de luchar por levantar el título de campeón.
Tras este primer encuentro, Boca Juniors y Atlético Nacional saltaron al terreno de juego para luchar por la última plaza en la gran final. Un encuentro que nada tuvo que envidiar a la emoción vivida en el partido inaugural. El conjunto colombiano, a nivel de apoyo, partió con cierta ventaja. Los cánticos de la hinchada verdiblanca en las gradas fueron sin duda la banda sonora que acompañó al único equipo no argentino hasta la conclusión del torneo. La afición de Boca Juniors, a pesar de no superar en número a la de Atlético Nacional, demostró la razón por la cual es una de las más reconocidas a nivel internacional. La pasión de los presentes, junto a las bengalas amarillas y azules, convirtieron las gradas del campo de San Marcelino en una auténtica bombonera.
De nuevo, emulando a la primera semifinal jugada, los penaltis terminaron por clarificar a los finalistas del campeonato. En una tanda donde el acierto de los porteros terminó siendo mayor que el de los lanzadores, fue el conjunto colombiano quien logro sellar su billete hacia la gran final. «Competir en un torneo así es muy especial, te hace sentir como un verdadero futbolista de Atlético Nacional. La idea es que esto solo sea el principio de algo más grande. Queremos que esto crezca para así poder hacer un torneo más grande e incluso crear una liga», confesaba Bryan Aristizábal, miembro del filial verdiblanco, tras el encuentro.
La final disputada entre el cuadro colombiano y argentino puso el broche de oro a la primera edición del Torneo de Filiales Sudamericanos de Valencia. El título levantado por el Atlético Nacional culminó de forma inmejorable el inicio de un bonito camino, que no parará de avanzar hasta lograr su meta final, que no será otra que conseguir que la totalidad de filiales presentes en Valencia compitan en dicho torneo.
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