Alzira, la meca de la halterofilia
Alba Sánchez, la última perla nacida en este equipo, es la sobrina de todo un referente internacional como Estefanía Juan
ALBERTO MARTÍNEZ
Domingo, 20 de julio 2014, 00:19
El estruendo de las pesas al caer se ha convertido en la melodía de Alzira, esa música que ha movido al club de este municipio hasta la cima de la halterofilia española. Allí han visto crecer, en los últimos años, a flamantes talentos. Lorenzo Carrió, Mónica Carrió o Gemma Peris llevaron el nombre del equipo a lo más alto, dejando un poso que ha servido de inspiración. En la actualidad, la veterana Estefanía Juan se alza como la principal referente, mientras que su sobrina, la jovencísima Alba Sánchez, es una de las sensaciones del momento. Ambas se colgaron la medalla oro en su categoría en el Campeonato de España celebrado el pasado mes. Otro producto de la casa, Vicente Carrasco, logró el bronce. La factoría de la fuerza, a pleno rendimiento.
El Club Halterofilia Alzira puede presumir de ser el más laureado del país. La semilla del éxito la puso Julián Perea en 1961, cuando fundó el equipo. A día de hoy, continúa al pie del cañón, entrenando a nuevas generaciones de un deporte que ha enamorado a toda una localidad.
«Es el club más importante de España. Ha sacado tres olímpicos: Lorenzo Carrió, Mónica Carrió y Gemma Peris. Ahora me falta a mí», dice Estefanía. A sus 33 años, ve en los Juegos de Río su último tren hacia el mayor evento deportivo.
Esta alzireña quedó prendada del levantamiento de pesas con 11 años. «Mi hermano practicaba la halterofilia y venía a casa y nos enseñaba la técnica con el palo de la escoba. Un día me trajo aquí y aquí me quedé», relata Estefanía, quien ahora compite en la categoría de hasta 48 kilos de peso corporal. Se ha proclamado en tres ocasiones campeona de Europa, aunque el deporte tiene una deuda pendiente con ella.
«He estado a las puertas de cuatro Olimpiadas, pero en ninguna he entrado. Esa es mi espinita y voy a intentar quitármela, pero tampoco quiero obsesionarme. Lo veo muy difícil porque hay gente buena que está saliendo. Hoy por hoy soy la mejor en mi categoría, pero tenemos que lograr el máximo número de plazas. Si sólo hay una, será para Lidia Valentín», admite Estefanía, quien se ha marcado un plazo definitivo: «Mi objetivo es intentar llegar a Río. Y si no hay suerte, tendré que dejarlo ya. Son 33 años y si quieres tener familia...».
Perea es el entrenador con mejor historial de la halterofilia nacional. De ahí que la Federación Española le haya homenajeado: «He llegado a tener cinco atletas en la selección y todos ellos medallistas internacionales», comenta el fundador del club. Siente debilidad por Estefanía: «Es la que más se merece haber ido a una olimpiada. En activo, ninguna otra en nuestro país tiene su palmarés».
Alzira es prolífica en la halterofilia femenina. «Aquí tenemos claro que las mejores del club son las chicas, no nosotros», reconoce Vicente Carrasco, quien se llevó el bronce en la categoría de hasta 94 kilos en el Campeonato de España.
El club ha alumbrado una de las mayores perlas de la actualidad: Alba Sánchez. «Está hecha una máquina. Es la promesa española», dice su tía, Estefanía, quien la introdujo en el mundillo.
Alba sólo tiene 16 años pero lleva siete levantando kilos y pasiones. Con 11, ya consiguió el campeonato de España.
En sus inicio, sufrió los prejuicios sociales. «Cuando empecé a hacer halterofilia, a mis amigas les chocó porque ven este deporte asociado a los chicos. Aparte algunos chicos se metían conmigo, me pegaban, me decían de todo... Los primeros años no fueron muy agradables. Pero eso me sirvió para ser fuerte y seguir adelante», cuenta Alba.
Ha madurado a un ritmo inusitado, ya que en 2012 ingresó en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid: «Llegas a la residencia y estás lejos de tu familia. Lo primero que hice fue llamar a mi tía y decirle que estaba muy mal. Ella, que también pasó por ahí, me dijo que aguantara, que sólo iban a ser malos los primeros meses. Ya me acostumbré».
Alba, enmarcada en la categoría de hasta 58 kilos, sueña con participar en los Juegos de Río de la mano de su tía: «Sería inolvidable que estuviéramos las dos». El Club Alzira cuenta ahora con 30 fichas deportivas. «¿El secreto de este equipo? El zumo de naranja con miel que nos prepara Julián», desvela sonriendo Estefanía. Perea, algo más que un entrenador, ha convertido a este municipio en el epicentro de la halterofilia española.
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