

Secciones
Servicios
Destacamos
SARA LÉRIDA
Domingo, 2 de agosto 2015, 23:53
Sentados en el interior de un bar de su barrio, Vicente y Javier Monfort, naturales de Valencia, se presentan como jugadores profesionales de voley en las modalidades de pista y playa. Vicente saca dos años a Javier, pero juntos han dedicado su vida al deporte. Su historia gira entre el juego en equipos de voley pista y los torneos en pareja de voley playa. Comenzaron en la escuela motivados por el entrenador, Fernando Mirasol. La diferencia de edad, lejos de separarlos, contribuyó a que se unieran en el voleibol. «En el colegio se apostaba por este deporte», comentan. «Empezamos pequeños, la suerte que tuvimos fue tener como mentor a Mirasol, se lo debemos todo», admiten al unísono.
Se rodearon de amigos que apoyaban sus experiencias y lo siguen haciendo. «El voley siempre ha estado en nuestra vida, le hemos acoplado nuestro día a día», aseguran los Monfort. Entrenan cuando pueden en la playa de la Malvarrosa y el resto de tiempo juegan en pista. La modalidad de playa requiere más esfuerzo, mayor sacrificio y «más capacidad física y psicológica», reconocen. Pero la conclusión unánime es que se debe dar pie a ambas categorías para no debilitarse en ninguna. «Cuando estás un tiempo en voley pista echas de menos el playa», corrobora Javier y afirma: «Es difícil acabar dedicando tanto a la temporada y enseguida conectarte con intensidad en la playa».
Han combinado estudio, trabajo y entrenamientos. Tanto es así que para ellos jugar en un club es su profesión y explotan esa pasión por el deporte entrenando también a niños. «Inculcamos la ilusión que a nosotros nos enseñaron», cuenta Vicente y explica: «Cuando eres más pequeño puedes sentirte frustrado al principio porque no es fácil, es cuestión de paciencia». El voley impide el contacto físico con el rival, y esto, según los hermanos Monfort «embellece mucho, no hay luchas ni agarrones».
Estar tanto tiempo juntos puede hacerse duro pero Vicente y Javier lo han planteado sencillo. «Somos muy competitivos los dos, nos podemos gritar pero sabemos que es el esfuerzo y la rabia que nos da fallar una pelota», comenta el mayor. El pequeño, por su parte, asegura que es «como una montaña rusa, no hace falta ni decir las cosas. A veces puede ser peor pero si lo sabes llevar es una ventaja».
Durante la pasada temporada ambos militaron en el Club de Voleibol Mediterráneo de Castellón, Vicente como opuesto y Javier como receptor. En este club, Vicente, el mayor, continuará jugando en la categoría de Superliga 1: «Me apetece jugar en primera y pasarlo bien. El objetivo es la permanencia y disfrutar de estar con los mejores, creo que es una recompensa». Javier Monfort ha fichado por el CAI Voleibol Teruel con el que el joven pretende jugar lo máximo: «Hay compañeros muy buenos, pero yo con ir teniendo minutos y ganarme un pequeño sitio me quedaría satisfecho».
En el voleibol falta promoción, que se conozcan práctica y competiciones. Sobre esto, recalca Javier: «Desde las federaciones deberían promoverlo más. Al final son los clubes que tienen pocos recursos los que más esfuerzos hacen y a veces es como nadar a contracorriente». «El deporte está empezando a ser ocio y el ocio se paga. No entiendo por qué no se patrocina más, no sé si les da igual o no tienen ganas de darlo a conocer», precisa Vicente.
Actualmente, los hermanos disputan el Madison Beach Volley Tour. «Nos falta ritmo de competición, hay bastante nivel. Podemos hacer un balance positivo, ahora a Tarragona vamos a hacerlo lo mejor que podamos y a seguir disfrutando», concluyen los Monfort, que se preparan ahora para una nueva temporada de voley. Vicente en las filas del Mediterráneo de Castellón. Javier en el CAI. Y sin embargo, juntos.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Premios a las mejores campañas publicitarias de España
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.