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Susana Riera, en el Club de Billar Mislata. :: irene marsilla
Susana Riera: «Tenemos un nivel bestial; no es sólo recreativos»

Susana Riera: «Tenemos un nivel bestial; no es sólo recreativos»

«Falta conseguir esa base mínima de mujeres jugando», dice la veterana, pionera del billar femenino en la Comunitat

ALBERTO MARTÍNEZ

Lunes, 6 de marzo 2017, 00:39

Antes de cada partida del Campeonato de España de billar femenino a tres bandas, Susana Riera ingirió una barrita de chocolate. El azúcar es un combustible necesario en un deporte con tanto desgaste mental. La valenciana ha ido componiendo ciertos rituales. Y funcionan. Así, a finales de febrero, se colgó la medalla de bronce por segunda vez dentro de una carrera que arrancó cuando tenía 40 años. Marcó un hito, ya que ninguna mujer competía en la Comunitat. Ahora, a los 48, esta ingeniera agrónoma sigue superándose en el Club Mislata, el equipo con el que juega en la Segunda División autonómica.

-¿Saboreando la medalla?

-Sí, pero yo las medallas me las tomo de una forma muy relativa. A mí lo que me gusta es el día a día del billar, poder venir al club a entrenar entre semana con los compañeros. Todas las modalidades son mixtas. Hay un Campeonato de España femenino, pero en el Campeonato de España general se puede presentar un mujer. Sin embargo, el nivel que tengo no es comparable al nivel general que hay. En el femenino, este año hemos competido siete jugadoras. Y el año que más ha habido se llegó a diez. No es un campeonato que tenga repercusión y el público suele ser muy familiar. Me gusta competir por participar en que el billar sea más visible.

-¿Cómo entró en el billar?

-Cuando tenía 14 años, mi padre, mi hermano mayor y yo empezamos a ir a jugar a los Billares Colón. Recuerdo que de chicas sólo estaba yo y, además, venía una pareja joven. Y así estuvimos unos años hasta que te haces mayor y lo dejas. Pero yo siempre estaba con el runrún del billar. Entonces el Club Mislata organizó un Open. Me pasé todo el fin de semana allí sin conocer a nadie. Y cuando acabó, pregunté si me podían enseñar. La directiva del club me acogió muy bien y me animó. Tenía 40 años. Empecé muy mayor en el billar, por eso mis aspiraciones son muy distintas a las de alguien que empieza de joven. Hay que tener una buena formación técnica y, a partir de ahí, entrenar, entrenar y entrenar.

-Pero está popularizado el billar americano (pool), no el de carambolas. ¿Qué le parece?

-El billar que conoce todo el mundo en general es el americano. En chicas hay más jugadoras en pool que en carambola. El campeonato nacional de pool puede tener unas 20 participantes de normal. Pero bueno, aquí, quienes jugamos, jugamos por afición. No es un tema económico. En general te cuesta dinero, salvo gente puntual que despunta muchísimo y puede vivir de ello. Estamos pagando por jugar al billar porque nos gusta.

-¿Hay personas que consideran que el billar no es un deporte?

-Yo sí que creo que es un deporte. De otro tipo, bastante psicológico. Me gusta el tenis y creo que el billar y el tenis se parecen en muchas cosas: lucha uno a uno, técnica, concentración, tipo de movimientos y que en un momento puede dar un vuelco la partida.

-¿Está muy asociado el billar al ambiente de bar y recreativos?

-Eso es el billar americano, que es al que todos en algún momento hemos jugado en un bar para divertirnos. Pero los clubes son la cosa más tranquila del mundo. Vienes aquí, y te concentras, te relajas y te olvidas del mundo.

-¿Qué le aporta?

-Me aporta el sentirme en un equipo y en un grupo en el que estás a gusto. Para mí es básico tener buen ambiente en el club. Y es un juego que te obliga a concentrarte y a desarrollar el autocontrol.

-¿Al entrar tan tarde en este mundo, qué le dijo su entorno?

-Mi entorno me anima muchísimo, tanto los compañeros de club, como mis padres, mis hermanos, mis sobrinos... Vienen a verme cuando pueden. Saben que paso muchos nervios cuando compito. Soy vergonzosa y ponerte en medio da impresión.

-¿Cómo valora la figura de la mujer en el billar?

-Es complicado. Cuando empecé en Mislata, yo no conocía a nadie. Llegas a un sitio donde no conoces a nadie y todos son hombres. Yo soy vergonzosa y me costó dar ese paso, pero me podían más las ganas de aprender billar. Y las mujeres que hay jugando es normalmente porque tienen algún referente muy cercano en el billar, como un padre o una pareja. Es lo desconocido dentro de lo desconocido. Como mujer, entrar en un mundo donde sólo hay hombres, a veces cuesta cuando no tienes los referentes. Y te preguntas: «¿Yo qué hago ahí en medio?». Luego no hay diferencias a la hora de jugar. Únicamente falta romper esas barreras, que a veces son mentales.

-¿Puede verse como un mundo cerrado a la mujer?

-No. Los compañeros nunca me han desanimado. Todo lo contrario. Cuando he ido a jugar a otro club, la primera vez les extraña que haya una mujer simplemente porque no es habitual. Pero eres un jugador más que se está peleando en la mesa. Lo que a lo mejor falta es conseguir que haya esa base mínima de mujeres jugando. Lo complicado es que haya chicas jóvenes que tengan la suficiente motivación y la ayuda justa para empezar a formarse un poquito. Hoy, de las jugadoras que estamos en activo en España, sólo hay dos que hayan tenido una buena formación técnica. El resto, jugamos por afición.

-¿Ha sufrido comentarios machistas en alguna ocasión?

-A veces, en algún campeonato nacional femenino, cuando hacen las presentaciones, resaltan lo guapas que son las jugadoras en vez de otras cosas. Pero no es lo habitual.

-¿Es un deporte introspectivo?

-Sí. Cuando estoy en la partida, si me duele algo, deja de dolerme. Si estoy concentrada como debo estar, me olvido del mundo.

-¿Puede llegar a bloquear psicológicamente?

-En los primeros campeonatos lo pasaba muy mal. Vas aprendiendo a soportar esos nervios, gestionar la energía, tener chocolate o caramelitos al lado, coger tus rituales de concentración... Es un deporte muy técnico, pero muy mental también. Si te vas mentalmente de la partida, ya puedes ser el mejor jugador del mundo que no la vas a ganar. Mentalmente desgasta mucho. Cuando llevas partidas seguidas, te puede dar un bajón.

-¿En qué escalón situaría a la Comunitat dentro de España?

-La colocaría como la primera potencia de España. En la Comunitat hay muchísimos clubes de billar de muy buena categoría. Tenemos jugadores que están ganando cosas a nivel internacional y la gente no lo conoce. Tenemos un nivel bestial en billar. No es sólo los recreativos. El problema es que no se llega a conocer.

-¿A nivel autonómico, cuántas mujeres están federadas?

-Creo que Amal Najjari y yo. En la liga, nunca me he encontrado a ninguna mujer. Soy la única. Amal lleva dos años y está en Alicante, pero la zona de Alicante y la de Valencia no se enfrentan.

-¿Y antes de usted, ninguna mujer competía en la Comunitat?

-En la Comunitat no conozco a ninguna. Fui la primera.

-¿Entonces se siente la pionera?

-Bueno, considero que eres pionera si tienes gente detrás. Por desgracia, no hay gente detrás. Eso es lo que falta.

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