El histórico alpinista valenciano Carlos Tudela fallece al caer a una sima de 300 metros
Tudela ha muerto en un accidente mientras descendía la Cresta de Bardamina
JUAN CARLOS VILLENA
VALENCIA.
Martes, 2 de abril 2019, 01:02
Cada fin de semana cientos de valencianos enfilan la montaña para practicar su deporte favorito. Muchos, sin saberlo, están siguiendo el camino que marcó muchos años atrás Carlos Tudela. El histórico alpinista valenciano falleció el domingo al caer a una sima de 300 metros mientras descendía la Cresta de Bardamina en Benasque. Un final cruel para un experto escalador que se había desencordado para acometer la bajada. El desprendimiento de una piedra causó el fatal accidente y el grupo de Rescate e Intervención de Montaña de Benasque, tras el aviso a la Guardia Civil registrado a las once y media de la mañana, tan sólo pudo certificar su fallecimiento.
Tudela estaba acompañado de su mujer, Rosa Leal. La alpinista de referencia en la Comunitat. La única mujer valenciana que ha subido un ocho mil, en concreto dos (Cho Oyu en 1996 y Gasherbrum II en 1999), y con la que residía en Benasque, donde la llamada de la montaña hizo que Rosa pidiera una comisión de servicio para ejercer de profesora en tierras oscenses. Todas las personas relacionadas con el mundo de la montaña con las que contactó esta redacción destacaron que Carlos Tudela, de 62 años, era un referente absoluto dentro de un alpinismo valenciano que es una familia. Así lo manifestó Rosa Leal en LAS PROVINCIAS en abril de 2018: «La montaña es una forma de vida porque ha condicionado mi vida personal y mi tiempo libre. Pero me ha aportado tantas cosas que el bagaje es muy positivo, mis mejores amigos los he encontrado en la montaña. Mi pareja, también».
Tudela, que seguía cosechando medallas como veterano en el esquí de travesía, otra de sus pasiones, editó varías guías para escaladores. La que más repercusión tuvo, en 2005, fue 'Escalada deportiva próxima a Valencia' y también escribió la 'Guía de escalada del Ponoig', donde describía las mejores rutas para afrontar la montaña conocida como 'El León Dormido' de Polop, donde su roca de color rojizo, semejante a la caliza, hace que también reciba el sobrenombre de 'Los Dolomitas Españoles'. Tudela se enamoró de sus paredes después de que en la década de los 70 los británicos Brian Royle y Kim Meldrum abrieran 'El Espolón de los Ingleses'. De esa experiencia nació el interés de Tudela de surcar vías nuevas, de abrir el camino para que el resto de escaladores valencianos fueran aumentando el número de rutas para practicar en la Comunitat. No sólo realizó los primeros reequipamientos del Ponoig sino que también equipó los rapeles en el Tozal de Levante.
Tudela era un asiduo de los Rallyes 12 horas de escalada, donde participó en todas las ediciones del que se celebra en el Peñón de Ifach. En esos certámenes siempre aparecía junto a su mujer, Rosa Leal, y su hijo, Sergio de 16 años, con los que compartía su pasión por la montaña. Tanta era la conexión que hizo que algunos organizadores pensaran en crear una 'categoría familiar' dentro de los campeonatos. Tudela era capaz de escalar siete rutas en Roca Regina en 24 horas, firmando las cordadas con más gente puesto que a diferencia de otros escaladores que en esos certámenes buscan ganar él iba encadenando a todo el que podía.
El deportista ya se había desencordado y cayó en una sima de 300 metros al desprenderse una piedra Su mujer, Rosa Leal, la única valenciana en subir un ocho mil, le acompañaba en la ruta de Benasque
Francisco Durá Sempere, presidente de la Federación de Deportes de Montaña y Escalada de la Comunidad Valenciana, conocía a la perfección a Carlos Tudela. Ayer aún no podía creerse lo ocurrido en Benasque y quiso glosar a este periódico la importancia del que fuera su amigo en la particular hemeroteca del alpinismo valenciano: «Lo más importante es que hizo una gran labor dejando muchas vías de escalada en toda la Comunitat para que las próximas generaciones las puedan realizar. Esa fue una labor muy importante». A Durá le costó hablar en pasado sobre Tudela, al que no dudó en definir como un referente para el deporte valenciano: «Es una persona muy querida por todos los amantes de la montaña en Valencia, siempre ha sido un pacificador y nunca ha sido radical en nada. Cuando había una discusión era la primera persona que ponía paz. Ha sido un mazazo grande porque era un enamorado de la montaña y el terreno vertical. Sin duda que estamos hablando de uno de los precursores del alpinismo valenciano, participó en varias expediciones a cumbres de ocho mil, estuvo en los Alpes, en los Andes y en todas las principales montañas del mundo».
Al presidente federativo y a Carlos Tudela les unió la montaña hace tres décadas «porque recuerdo que escalamos juntos hace treinta años cuando estábamos los dos en la escuela de alta montaña, donde él también era instructor, y desde entonces hemos coincidido, por ejemplo, en la pared negra de Orihuela». Los accidentes mortales siempre ponen en relieve el peligro inherente del alpinismo, pero Francisco Durá quiso poner las cosas en perspectiva: «Es un deporte que practica cada vez más gente. Hemos pasado de ser 5.000 federados a 18.000 en la Comunidad Valenciana. Es cierto que hay accidentes y alguno es por paro cardíaco pero se muere mucha más gente por infarto viendo la tele que practicando deporte. En un terreno vertical un pequeño fallo, tanto tuyo o de la naturaleza, puede resultar fatal». Valencia acoge el Campeonato de España de escalada en Rocódromo y en 2020 será un deporte olímpico. Tudela abrió esos caminos.
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