El boxeador valenciano desplomado durante un combate, con pronóstico muy grave

El boxeo valenciano está pendiente del estado de salud de Héctor González Navarro. El joven púgil de Godella, de 24 años, se encuentra ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Castellón al caer desplomado durante un combate amateur. Su pronóstico es muy grave. Los hechos ocurrieron durante la noche del viernes y el deportista fue intervenido quirúrgicamente.

Héctor González, perteneciente al club de boxeo de Moncada, se enfrentaba a Efrén Besalduch en el pabellón Ciutat de Castelló. Se trataba de uno de los 20 combates que se celebraron en el recinto durante la velada del viernes. Entre los 500 asistentes, se encontraba el presidente de la Federación de Boxeo de la Comunitat Valenciana, Leopoldo Bonías, quien lamenta el suceso.

Durante el segundo asalto del combate, Héctor recibió una combinación de golpes en el rostro. «El árbitro, como en boxeo amateur su prioridad es la seguridad de los deportistas, hace una cuenta de protección cuando ve un golpe que hace mella en el boxeador para ver si puede seguir o no. El árbitro intervino inmediatamente para cortar y, unos segundos después de iniciar la cuenta de protección, el boxeador cayó sobre las cuerdas y se desplomó», explica Leopoldo Bonías. Fueron momentos de máxima tensión.

Héctor quedó inconsciente. «El combate estaba transcurriendo con normalidad. No había una superioridad manifiesta de ninguno de los dos. Fue un lance. Me preocupé porque inmediatamente vi la gravedad de la situación. El médico del ring, que trabaja con la Federación de la Comunitat desde hace muchos años y tiene una amplia experiencia en todos los deportes de contacto, subió las escaleras inmediatamente para atenderle. Mientras tanto, llamamos al 112 para que acudiesen. Pero el médico del ring lo trasladó en una ambulancia al Hospital General de Castellón antes de que acudiesen», añade Leopoldo.

Ya en el hospital, Héctor fue operado. Se encuentra en estado muy grave. Efrén Besalduch, con algo más de experiencia que su rival, se mostró consternado: «El otro boxeador estuvo llorando y muy afectado. Y dijo que, por respeto, se quedaba en el ring hasta que lo trasladasen».

Permanece en la UCI. «Lo viví con angustia y mucha preocupación, porque es algo excepcional. En España cada fin de semana hay multitud de combates amateur. En amateur, la protección es lo fundamental. Que se produzca un KO es difícil en amateur. Y que encima sea de estas características... Hace años que no pasa un KO de este estilo en toda España. Es una situación excepcional. Se tomaron todas las medidas de prevención. Eran dos boxeadores que pesaban exactamente lo mismo, 62,5 kilos. Algo que es dificilísimo. Se hizo todo de forma correcta: la parte administrativa, el seguro, el reconocimiento médico, la licencia... Mejor imposible. Es un accidente. Hay accidentes en todos los deportes. Es algo imprevisible. Son sucesos fortuitos. Las cosas no se pueden controlar al cien por cien», recalca Leopoldo.

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