AP/ Herbert Knosowski

La Copa América añora los campos de regatas de Valencia

El viento térmico estable en verano y una orografía más uniforme que la de Barcelona hacen que las condiciones para navegar sean aquí casi perfectas

Domingo, 1 de octubre 2023, 00:43

La Copa América añora Valencia. «Fueron fantásticos como anfitrión», deslizó durante esta semana Grant Dalton, CEO del New Zealand. El hombre, por lo tanto, que ha tenido la última palabra para que la competición de 2024 se esté celebrando en Barcelona, después de descartar ... a la capital del Turia, Málaga, Arabia Saudí y Cork. El campo de regatas de Vilanova i la Geltrú ha demostrado lo que ya sabían los expertos en vela: que el campo de regatas de la ciudad condal es casi un clon de los empleados en la capital del Turia, pero no. No es lo mismo que el Golfo de Valencia que encandiló al 'mundo Copa América' en las ediciones celebradas en 2007 y 2010.

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El oro molido para la competición de vela más prestigioso del mundo es el viento término, que entre mayo y agosto suele ser prácticamente estable desde las 12 de la mañana hasta media tarde, cuando puede alcanzar velocidades de 15 nudos. El conocido viento de El Garbí, que durante el día sopla hacia la costa incluso en días en los que no están previstos en los mapas de isobaras. La teoría expone que el Mediterráneo es un lugar idílico para la Copa América, especialmente en verano. A partir de finales de septiembre y en octubre, con tiempo más inestable, la celebración de las regatas empiezan a ser una moneda al aire.

Valencia se aprovechó de tener unas mejores fechas que las fijadas para el evento de Barcelona, donde las batallas finales por la Jarra de las Cien Guineas está prevista para mediados de octubre de 2024. Expertos en el deporte de la vela y en Copa América hablan de «prácticamente un empate entre ambas ciudades», por lo que son pequeños detalles los que decantarían la balanza a favor de Valencia: las fechas, pero también una orografía más uniforme que favorece algo más el mencionado fenómeno del viento térmico. También los campos de regatas, en plural –el norte y el sur– que hubo en 2007 y 2010– frente a una única área que se ha delimitado en Vilanova i la Geltrú.

El campo de la zona norte estaba frente a la playa de la Malvarrosa, con visibilidad desde la Marina. Lo que se consideraba el 'estadio de Valencia' en la Copa América. El campo sur está enfrente de la playa de Pinedo y más cercano a la Albufera. Habitualmente, en caso de que sólo hubiera actividad en uno de los campos, se elegía el norte.

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«Esto permitía que hubiera competiciones simultáneas, y la opción de elegir campo de regatas en función de la meteorología. También es cierto que en Valencia compitieron más equipos que ahora en Barcelona», señala Juan Meseguer, encargado de las velas en el NYYC American Magic, uno de los cinco candidatos a destronar al Nez Zealand en otoño del próximo año: «Pero la realidad es que hay casi un empate entre las dos ciudades, igual si Valencia es al 95% ideal para navegar, Barcelona llega al 92%».

Porque el fenómeno del viento térmico, el Garbí, como se lo conoce por aquí, es común en el Mediterráneo. Se trata de un fenómeno natural que se debe a la diferencia de temperatura que hay entre el agua del mar y la tierra firme. Por la mañana se calienta antes la costa que el agua, lo que hace que el aire se desplace hacia arriba. Esto hace que se genere un espacio, lo que motiva que se desplace el viento del mar 'on shore' para ocupar ese sitio que ha quedado libre.

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Este fenómeno se acentúa en los días más calurosos y en las horas centrales, cuando se registran también las temperaturas más altas cada jornada. Por eso, lo habitual es que en Valencia, pero también en Barcelona, se dé este fenómeno de viento térmico casi cada jornada. Por la noche la tierra pierde grados más rápido que el mar, por lo que el fenómeno se da a la inversa.

«De todas formas, hay que tener en cuenta que la meteorología no son matemáticas, en 2007 tuvimos unos cuantos días en los que no se pudo competir por falta de viento», subraya Juan Meseguer. «Nosotros tenemos la ventaja de que nuestra costa es más lineal y plana, la de Barcelona es más montañosa», precisa Gustavo Benavent, director de Valencia Mar y que también cuenta con experiencia en Copa América. Ambos expertos han navegado tanto en aguas de la Comunitat como de Cataluña –y claro está, de todo el mundo– y coinciden en que las condiciones son similares y positivas tanto en uno como en otro emplazamiento.

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La orografía favorece levemente a Valencia porque el fenómeno del viento térmico es en teorías más acentuado. También motiva que cambie de el tipo de ola, aunque Gustavo Benavent admite que esto no influye en los barcos voladores.

Lo que teóricamente sí interviene son las fechas de las regatas. Valencia tiene una media de 320 días aptos para practicar el deporte de la vela al año y Barcelona estará por esa cifra. Entre mayo y finales de agosto, el fenómeno del viento térmico es una garantía. Desde mediados de septiembre, es normal una inestabilidad meteorológica que traiga días de temporal en los que sea imposible navegar. ¿Y por qué se va a celebrar la Copa América de 2024 en estas fechas? En unas semanas en las que ya se vienen celebrando las regatas de Vilanova i la Geltrú, que han sufrido ya algunos aplazamientos. El motivo reside en que el próximo será año olímpico y el evento no puede solaparse con París 2024. Valencia pudo programarse en verano ya que ni 2007 ni 2010 fueron año olímpico.

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Que la última Copa América en Valencia se celebrase hace más de una década no implica que sus campos de regatas hayan quedado sin actividad. Más bien al contrario: la ciudad sigue acogiendo eventos de vela de primer nivel mundial. Sin ir más lejos, esta misma semana (desde el martes hasta el domingo) se va a celebrar el Campeonato del Mundo de Snipe, una clase que no es olímpica pero que cuenta con una notable implantación. Este mismo año, en abril, tuvo lugar la 69F Cup Europe en el campo sur. Se trata de barcos voladores, por lo que las tripulaciones que participan en este certamen son cantera para equipos de Copa América.

El país del barco ganador parte de inicio con ventaja de cara a 2027

Lo que históricamente era una obviedad, en un mundo cada vez más globalizado no lo es tanto: el país del barco ganador en 2024 partirá como favorito para acoger la siguiente defensa de la Jarra de las Cien Guineas, previsiblemente en 2027. En la Copa América de Barcelona participan seis equipo: el New Zealand como defender frente al NYYC American Magic (Estados Unidos), el Orient Expres francés, el Luna Rossa italiano, el Ineos Britannia inglés y el Alinghi suizo.

Fue precisamente la victoria de este equipo la que posibilitó un hecho que no se había producido en toda la historia, y por razones puramente geográficas: que Suiza no tiene mar. El Alinghi tuvo que 'subastar' la sede de la Copa América y eligió Valencia, tanto en 2007 como en 2010.

Cuando el defender fue el Oracle por primera vez llevó las regatas a la bahía de San Francisco pero en 2017 las trasladó a Bermudas por los beneficios fiscales que eso suponía. El New Zealand ha llevado la Copa América fuera del país oceánico porque las autoridades no aportaron el dinero reclamado para celebrar esta edición en Auckland, y eso le ha generado críticas... aunque no tantas como hubiera supuesto haber aceptado los petrodólares de Arabia Saudí.

Grant Dalton, CEO del New Zealand, ya avisó esta semana sobre el deseo de las autoridades del país de organizar la siguiente Copa América, en caso de victoria del equipo en Barcelona. Pero lo que se respira, de fuentes conocedoras del entorno de las regatas consultadas por este diario, es que todos los sindicatos –excepto el Alinghi, claro–, es que en principio todos los sindicatos tienen la intención de llevar si ganan el evento a su país de origen.

Pero claro, aunque esta va a ser la cuarta vez en 173 años de historia, ya ha quedado demostrado que la variante económica adquiere cada vez más peso en la elección de la sede. El propio Dalton, esta semana, habló bien de Nueva Zelanda, Barcelona y Valencia, que volverá a postularse desde otoño del año que viene y más con el cambio de gestión en las instituciones.

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