David Martínez, el valenciano que también conquista los billares de Corea

En Corea del Sur, la cuna del billar a tres bandas, llevaba mucho tiempo pensando David Martínez. El valenciano tenía claro que para progresar era necesario profundizar en el circuito asiático, dónde el billar es el tercer deporte más seguido por televisión y las salas se cuentan por millares. David Martínez, de Moncada, se marchó a Seúl junto a otros grandes talentos de la Comunitat (Carlos Anguita y Javier Palazón) para batirse en duelo en uno de los campeonatos más prestigiosos del mundo en la especialidad.

En total, ocho torneos. 126 participantes en cada uno de ellos, la mayoría de ellos coreanos, y los lujosos hoteles de Seúl como escenario. «Las partidas están continuamente en la televisión», explica David, cuyo triunfo en el quinto de los ocho campeonatos le ha reportado un premio de 70.000 euros. El premio de toda una vida desde que siendo muy pequeño empezara a cogerle el punto al billar de la mano de su abuelo. David Martínez, como Anguita o Palazón entre otros, han ido cosechando victorias y podios en España, Europa y el resto del globo. Pero a nivel económico y con la intención de dar un salto más hacia la profesionalidad, necesitaban chafar tierra coreana.

El sistema de los torneos les perjudica. 'Aquí' juegan uno contra uno y en Seúl les espera un formato de cuatro participantes por partida. Pasan los dos mejores. David pasó la primera y la segunda. A partir de ahí, quedan 32 y se juega al mejor de tres sets. «Dicen que tengo manos», apuntaba en un reportaje para este periódico en 2017 mientras departía con sus amigos Club del Billar de Montcada. Y en Seúl las afiló. Fue pasando rondas hasta verse las caras en la final con uno de los jugadores locales, Sang-Pill Eom.

A David el coreano le obligó a sudar de lo lindo para acabar conquistando el título por cuatro sets a tres. Difícil pero justo. Mientras va y viene porque sigue estudiando en España, a los talentos valencianos del billar les falta tres torneos para acabar el circuito. De momento, ya se han hecho un nombre en Seúl. Y el de David Martínez Bosch está inscrito en letras de oro.