El dorado adiós a los tatamis

David Armendariz ha sido un deportista incombustible, un abanderado de la lucha, pero entiende que ha llegado el momento de parar. Las lesiones pasan factura y quiere volcarse en la formación, impulsando a las nuevas generaciones. Eso sí, no podía despedirse de mejor manera. El pasado mes de noviembre, a sus 47 años, se proclamó bicampeón mundial de grappling. Su rutilante palmarés hizo hueco a dos medallas más. Un adiós dorado. Ahora deja de competir, aunque sin alejarse de los tatamis. Ha solicitado una excedencia en su trabajo para centrarse en su papel como presidente de la Federación Valenciana y para potenciar las escuelas que tiene repartidas por toda España. Un maestro.

Precisamente, Armendariz es profesor de Educación Física. Con la excedencia, deja las aulas para poder dedicar más tiempo a aleccionar sobre lucha. El valenciano se retira de la competición con buen sabor de boca. Los pasados días 8, 9 y 10 de noviembre, en Bakú, se colgó la medalla de oro en las dos modalidades de grappling: Gi y No Gi. La selección española, compuesta por 16 luchadores, brilló. Pero sobre todo lo hizo el veterano deportista.

"Llevo dos años seguidos quedando campeón del mundo de las dos modalidades que existen de grappling. En una se lucha con kimono y otra sin kimono. Soy el más mayor del equipo nacional. El estandarte que se retira soy yo. El primer mundial lo gané en 2003. He peleado en San Petersburgo, Moscú, Nueva York, Nueva Jersey, Tokio, Shanghái... Con cuatro oros, soy el español que más mundiales ha ganado en las modalidades de grappling", subraya Armendariz, quien explica las claves de este deporte: "El grappling es un sistema de lucha cuerpo a cuerpo que no involucra golpes para vencer al rival sino que se utilizan técnicas de derribo, control y sumisión para conseguir puntos o forzar la rendición del adversario".

Armendariz cierra su carrera deportiva con un total de siete títulos mundiales, dos subcampeonatos y dos terceros puestos. Aspira a compartir su experiencia: "En la Federación, tenemos diversas modalidades, ya que hay olímpicas y no olímpicas. Dentro de la olímpicas están la lucha libre y la lucha grecorromana y de momento ningún español ha conseguido clasificarse para los Juegos de Tokio. Yo he competido en disciplinas no olímpicas, que son grappling, sambo y MMA. Soy el español más graduado de brazilian jiu jitsu".

Armendariz hace balance. "Llevo 43 años compitiendo y ya hay que dejar paso a las nuevas generaciones. Desde el Mundial estoy lesionado, no puedo estirar el brazo derecho y las hernias discales me duelen bastante. Lo malo de tantos años compitiendo son las lesiones que se van acumulando en el cuerpo y que ahora van a pasar factura. Y lo bueno es haber conseguido los objetivos marcados. Viajas, compites, te proclamas campeón del mundo... Es un orgullo".

Ha pasado las Navidades en Francia formándose en gestión y marketing de escuelas deportivas: "Aún no me ha dado tiempo a asimilar la retirada". Tiene numerosos retos por delante: "He pedido una excedencia en mi trabajo para poder tener más flexibilidad de horarios y así poder centrarme en la formación continua del profesorado de mis escuelas y de los clubes de la Federación Valenciana de Lucha".

Armendariz dirige el club Taz Valencia: "Llevamos ocho años seguidos como campeones de España de grappling y somos el actual campeón de Europa. A nivel nacional es el equipo más importante". Disfruta como entrenador: "Tengo 26 escuelas Taz en España. Es muy satisfactorio ver que tus alumnos van alcanzando algunos objetivos importantes".

Y apuesta por la integración. "Hay niños con síndrome de Down. También tenemos muchos alumnos con alguna discapacidad visual o psicomotora que practican sobre todo brazilian jiu jitsu, porque es combate en el suelo. Así trabajan muy bien porque no tienen ningún miedo a las caídas. En las clases tenemos trabajos específicos para ellos", destaca Armendariz. Un campeón que ahora divulga su camino al éxito.