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Europeo de balonmano

España sufre para ser finalista

Los Hispanos vuelven a atascarse en ataque en la parte final del duelo hasta que Álex Dujshebaev lo desatrancó

eloy de la pisa

Valladolid

Viernes, 24 de enero 2020, 09:45

España optará a revalidar su trono en Europa. Y lo hará con el regusto de sufrir en un partido que tenía controlado pero que, como ante Croacia en la fase anterior, se le atragantó en ataque en los 10 minutos finales. Lo arregló Álex Dujshebaev, pero para vencer en la final y obtener el pasaporte para Tokio habrá que hacer examen de conciencia.

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Puso España desde el inicio un ritmo poco habitual. Pausado, cómodo, paciente. La profundidad de banquillo, la superioridad en la portería y el convencimiento de que, desde el respeto, eran superiores a los eslovenos y acumulaban mucho menos desgaste físico hizo a los Hispanos tomarse el inicio del encuentro con mucha calma. Pero ni cuatro errores consecutivos en ataque alteraron el pulso de Entrerríos y compañía. ¿Qué el ataque no se concreta? 'No problemo'. Apretemos en defensa. Y en dos minutos dos robos y una parada de Gonzalo Pérez de Vargas y marcador volteado.

A partir de ese instante España inició una clase magistral de balonmano. Con el asturiano del Barcelona 'on fire' y Ángel Fernández dándose un festín, España empezó a gustarse en las labores ofensivas. La madurez de un equipo que acumula cientos de batallas le permitía despreciar opciones de lanzamiento en busca del pase extra que diera al compañero la ventaja. Una y otra vez. 20 goles en 30 minutos es una cifra galáctica, muy poco habitual en una semifinal de un Europeo. Eslovenia intentaba sembrar dudas en el ataque con los amagos que pusiera de moda la España de Pastor. Pero los Hispanos no cayeron en la trampa en ningún momento.

A mayor abundamiento, las alternancias defensivas confunden a los eslovenos, que solo a base de su calidad individual se mantenían a distancia de los españoles. Pese a poseer una filosofía de juego muy similar a la de España, no en vano varios de ellos juegan con Juan Carlos Pastor o son entrenados por técnicos hispanos, a los balcánicos les faltó el aire en muchos momentos del primer acto del partido.

En el segundo acto los españoles se limitaron a mantener el ritmo y a intentar controlar las acometidas rivales. Pero la actitud ligeramente laxa, muchos partidos van se quiera o no, derivó en un intercambio de goles que empezó a sembrar dudas en los de Jordi Ribera. Tantas que los eslovenos, con la complicidad de una pareja arbitral deseosa de pitar pasivos, comenzaron a acercarse en el marcador y se pusieron a dos goles cuando restaban poco más de tres minutos. El 5-1 esloveno era una digestión pesada que cerca estuvo de derivar en corte de digestión. Afortunadamente para los españoles, el hijo mayor del mítico Talant tomó el mando y con dos goles en las dos últimas acciones puso al equipo español en la final.

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