Ídolos para toda la vida

El pasado 14 de febrero se cumplieron 19 años del debut de Pablo Aimar al Valencia. Ante el Manchester United de sir Alex Ferguson, el veinteañero por el que suspiraba media Europa iba a estrenarse en Mestalla. Era una lluviosa noche de invierno. La afición no lo sabía pero el 6 de mayo de 2006, Aimar jugaba su último partido con la elástica blanquinegra. Era contra el Atlético y Quique Sánchez Flores lo sustituyó por Vicente en el minuto 70 de partido.

Han pasado 14 años desde aquella última vez, pero por Valencia todavía se le recuerda. Su imagen persiste en los cuidados pósters conmemorativos de los diferentes títulos que logró en el club de Mestalla. Y ahora, también en el gemelo de Joshua Muñoz. Un aficionado blanquinegro que hace un mes decidió cumplir con un lejano deseo de grabarse en la piel al ídolo de toda una generación. El encargado de hacerlo, Nacho Frías. Un tatuador valenciano que ha dejado su firma a lo largo del globo terráqueo. Tardó entre siete y ocho horas en completar el rostro del actual seleccionador de Argentina sub-17: «Joshua me dijo que un día que tuviese libre le avisase y le hiciese a Aimar. Pensé que, además del retrato, por cómo me hablaba de él, quedaría bien su dorsal, el 21». Porque el tatuador no se limita a fundir la tinta sobre la dermis. Debe comprender qué quiere el cliente y el significado de la obra de arte que ha decidido que forme parte de toda su vida. Nacho trabaja en el estudio Noble Art de la ciudad y tiene claro que, ante la duda, es un no. «Si viene alguien y me pregunta si tenemos láser para borrarlo o algo así, directamente le digo que reflexione y piense si realmente lo quiere», puntualiza.

En el caso de Joshua, cómo va a ser un error llevar en la piel al ídolo de un tal Lionel Messi. No era la primera vez que Nacho pasaba unas cuantas horas con el seguidor valencianista. El año pasado ambos protagonizaron uno de los vídeos más virales y emocionantes en los días previos a la final de Copa. En Mestalla, terminó el artista de grabar en el muslo de Joshua a Geoffrey Kondogbia, quien se llevó una gran sorpresa. «Él no sabía nada, recuerdo que le dijeron que iba a conocer a un gran aficionado simplemente. Pero la cara que puso cuando vio el tatuaje... estaba muy emocionado. Lo tocaba para comprobar si era real y yo por dentro pensaba ‘que no lo toque mucho que está recién terminado’», bromea.

Eran días ilusionantes para el valencianismo. El propio centrocampista reconocía que este tipo de detalles les marcan. También les suponen una motivación extra cuando dentro del terreno de juego el viento no sopla a favor del equipo.

Nacho ha añadido un nombre más, el de Pablo Aimar, quien por cierto también fue su ídolo, al largo listado de deportistas que ha tatuado. Disfruta elaborando los retratos con la técnica de realismo en grises. Descubrió que grabar en la piel era lo que le apasionaba hace unos 5 años. Tenía un estudio de diseño de producto mobiliario junto a un amigo. Pero no se sentía realizado. Hasta que decidió, precisamente hacerse un tatuaje. «Pensé que sería algo gratificante». Los dos últimos veranos los pasó en Miami tatuando 15 días y anteriormente en China. En la ciudad americana tatuó a un jugador de la Liga Nacional de Fútbol Americano.

Unos días antes de que Kobe Bryant sufriese su mortal accidente aéreo, Nacho pudo hacer un hueco en su apretada agenda y cumplir el deseo de un cliente que le había pedido llevar en su piel a la leyenda del baloncesto. Ninguno de los dos era consciente de que iba a convertirse en el mejor homenaje para el deportista que lo ganó todo con su país y en la NBA con la camiseta de los Angeles Lakers.

Otro que lo ha ganado casi todo, le queda precisamente un Mundial, es Lionel Messi. La composición de su rostro sonriente junto a una imagen del propio astro argentino con el habitual gesto de los dedos índices a lo alto cuando celebra los goles, lo luce un seguidor del Barcelona por las calles de Valencia. No será el único futbolista que lleve en la piel a corto plazo. El aficionado del conjunto azulgrana volverá pronto a confiar en el arte de Nacho. Pero esta vez rendirá homenaje a, quizás, el futbolista más querido por todos los amantes del deporte rey en España, Andrés Iniesta. Su gol ante Países Bajos que convirtió al equipo de Del Bosque en la mejor selección del mundo, estará, además de en su memoria, grabado en su piel.