Joana Rufat, una nómada con destino en la natación sincronizada

El pasado viernes cumplió 12 años inmersa en sus estudios. «Es una alumna de matrícula de honor», dice con orgullo Patricia, la madre de la pequeña. Esta familia de Daimús siempre ha vivido de manera nómada. Conocer el globo terráqueo es su manera de vivir la vida. Y ahora el destino lo marca Joana. Hace dos años, la familia puso rumbo a Lanzarote. Allí se proclamó campeona de España de su categoría.

Desde el club en el que se formó en Gandia dio el salto a La Nucía para poder seguir creciendo. Cuenta con un repleto palmarés pese a su corta edad. El pasado mes de abril conquistó el Autonómico de Natación Artística en Alevín, un oro en combos con el club Sincro La Nucia, o el tercer puesto en la Liga de Figuras, la temporada pasada, con su anterior club, el Aquàtic de Gandia. Son algunos de sus logros para una niña que formará parte del equipo nacional de natación sincronizada en su categoría.

Ona Carbonell o Gemma Mengual son algunas de sus referentes. Ambas la han visto de cerca, de hecho, el verano pasado, tras lograr la victoria en Lanzarote, regresó para participar en el curso de tecnificación de esta última. Comparte con las estrellas de la natación sincronizada disciplina y el carácter responsable. Pero si hay algo que sea especialmente característico de la pequeña Joana es su autoexigencia. «Nunca salgo contenta del todo en ningún campeonato con respecto a las figuras porque no salen tan bien como las entreno», afirma.

¿Lo más divertido? El trabajo en equipo. «Practicar las coreografías con mis amigas y compañeras de club y lo mejor es que muchas de ellas son parte de la selección valenciana y, además, compartimos mucho tiempo también fuera de los entrenamientos y las competiciones, como los campus de verano», reconoce. Ahora está centrada en sus exámenes finales, con los campeonatos de verano en el horizonte, donde espera seguir creciendo y demostrando al mundo que a veces no hace falta hablar para comunicarse.