Laura Casabuena, la gimnasta que aplaza el selectivo por los Juegos

Laura a Casabuena tenía dos posibles planes para el verano de su mayoría de edad. «Al 50-50», afirma. Uno empezaba como el de miles de jóvenes españoles, con las estresantes pruebas de acceso a la universidad (PAU), el comúnmente llamado selectivo. Para la alcoyana esta era una alternativa con las mismas posibilidades que otra que no consiguen muchas chicas de su edad: debutar en unos Juegos Olímpicos. Al final, en su aparato favorito a la hora de competir, el suelo, consiguió a finales de abril el plan B, o el A: el billete a París 2024.

«Yo sabía que era difícil, pero conforme se fueron dando los acontecimientos iba pensando: '¡Ostras, que lo consigo!'. También era consciente de que tenía una posibilidad y llega un momento en el que te lo tienes que creer», recuerda sobre la Copa del Mundo de Doha, donde en cada aparato se repartían dos billetes olímpicos. Laura Casabuena se colgó el bronce en suelo con 13.233 puntos, registro que era el segundo entre las gimnastas que todavía no tenían la clasificación para los Juegos: «Cuando las rivales que tenía por delante fallaron se abrió esa oportunidad. Fue muy emocionante».

Y ese 20 de abril, cambió su trayectoria académica para estrenarse en unos Juegos Olímpicos ilusionantes a los que acude sin presión. Laura Casabuena compagina sus entrenamientos con los estudios de bachillerato. Ahora no ha dejado de lado los libros de texto, pero tiene en sus planes un módulo de interiorismo, otra de sus pasiones. Como la gimnasia artística, de la que se enamoró al ver por la tele los ejercicios de Gabrielle Douglas, Viktoria Komova y Aliya Mustafina. Fueron las tres deportistas que coparon el podio olímpico de 2012. «Desde muy niña me ha gustado hacer deporte», explica Casabuena, que se había iniciado en judo: «Pero me impresionó la gimnasia artística durante los Juegos de Londres. Pedí a mis padres que me apuntaran».

Hasta la fecha. «Me impresionaban las gimnastas. Las volteretas que hacían, cómo volaban, el dominio de todos los aparatos... me pareció brutal», recuerda. ¿Cual es su favorito? Laura Casabuena lo tiene claro: «Para entrenar las paralelas, porque es donde puedes probar más cosas nuevas... pero para competir me quedo con el suelo, porque creo que tienes más opciones para hacer disfrutar a la gente».

Ese verbo, el de disfrutar, marca su objetivo de cara a los Juegos de París, que tiene programada la gimnasia artística entre el 27 de julio y el 5 de agosto, y donde Laura Casabuena es realista: «Me gustaría poder decir que el objetivo es meterme en todas las finales y conseguir alguna medalla. Soy consciente de que ahora es prácticamente imposible porque ahora mismo no tengo el nivel suficiente».

El matiz es importante, el de «ahora mismo». Porque a Laura Casabuena no le falta ambición, para nada se conforma con estar en París: «Yo lo que quiero es que mi trabajo esté bien hecho, que la competición me salga como la he planificado y entrenado. Estos Juegos me los voy a llevar como aprendizaje. Soy consciente de que en Los Ángeles estaré en mi mejor momento porque tendré más dificultad para poder optar a objetivos más importantes. Si ahora me meto en una final sería como una medalla».

Laura Casabuena dejó Alcoi para irse a entrenar al Centro de Alto Rendimiento de Madrid. Allí se suele entrenar durante tres horas por las mañanas y otras tantas por las tardes. Tiene tiempo para salir de vez en cuando de compras, algo que le permite desconectar, como las series antes de dormir por la noche: «Modern Family es una de mis favoritas».

A su familia le ha metido en un bendito problema. «Estarán conmigo en París», comenta. Para ello tuvieron que ponerse a contrarreloj en la búsqueda de alojamiento en la capital francesa. Sus más allegados ven en estos Juegos un nuevo paso adelante de una de las grandes perlas del deporte en la Comunitat Valenciana. Integrada en el Proyecto FER, Laura Casabuena quiso ser gimnasta de élite a los 6 años y desde entonces sueña despierta: «Sobre todo cuando era más niña. Siempre me he visualizado llorando en el podio olímpico, con una medalla colgada». Debuta en París, pero quizás sus juegos sean Los Ángeles... o Brisbane.

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