Héctor Catalá, Kim López, Ricardo Ten, Miriam Martínez, Héctor Cabrera e Iván José Cano dieron ayer carpetazo a Tokio 2020. Recordarán ese ciclo «diferente» (así calificaron los Juegos los deportistas que ya han estado en otras ediciones) por ser los del coronavirus y por haber subido al podio. Pero ya están centrados en París.
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«La intención es llegar, pero va a depender de muchos factores», reiteró el veterano Ricardo Ten durante el acto que se celebró en la sede de la Fundación Trinidad Alfonso, que mantendrá su respaldo a los deportistas de la Comunitat con aspiraciones olímpicas y paralímpicas, al menos hasta 2024.
Los seis quieren llegar a París, aunqque prefieren marcarse objetivos más a corto plazo. Por ejemplo, el triatleta Héctor Catalá, campeón de España este fin de semana, y que en noviembre irá al Mundial. Héctor Cabrera espera en la vuelta al trabajo solucionar definitivamente sus problemas de rodilla. O Míriam Martínez, que piensa superarse, pero admite que ahora la prioridad está en que los médicos testen las secuelas que dejó el brote de su enfermedad en Tokio, donde fue plata.
La atleta de Ibi no sólo debutó en los Juegos, sino que ha experimentado un cambio radical en su vida en el último año. Pasó de ser una prometedora ingeniera a sufrir una enfermedad que primero la postró en una cama y luego le ayudó a replantear su existencia. Esa misma dolencia la dejó en jaque con un brote en plena ceremonia de inauguración. Con la ayuda de Kim López y Héctor Cabrera pudo entrenarse el día antes de competir y lograr la medalla de plata. «En todo el concurso no estuve viendo lo que lanzaban mis rivales. Quiero que llegue el Mundial para poder mirarles a la cara», señaló Míriam Martínez.
También está deseando que avances las competiciones Iván Cano, que mejoró su marca personal en Tokio para lograr la plata. No se conforma y se ve capacitado para superarse, tanto en el salto de de longitud como en el puesto en el podio. «Voy a luchar para que la medalla de París sea de oro», comentó el alicantino.
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Kim López no puede mejorar el metal de una presea que retiene desde Río 2018. Sin embargo, no le falta ambición. «El siguiente reto debe ser superar los 18 metros. Es algo de lo que me siento capaz porque en los entrenamientos lo hemos conseguido. Ricardo Ten, tras sus primeros Juegos como ciclista,, se muestra más enigmático: «Llegué en mi mejor forma, pero no fue suficiente en la prueba en la que habíamos puesto toda la ilusión. Hacerlo en la competición por equipos tiene otro sabor porque la compartes y además representas también a la gente que se ha quedado en casa. Quiero llegar a París, pero veremos cómo evoluciono yo mismo y las lesiones. Mientras me sienta competitivo, seguiré».
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