Asier Olangua Fernández (11 de mayo de 2004) llegó ayer por la tarde a Barcelona. Su madre fue a recogerle a la estación. Venía de El Cairo donde se acaba de celebrar el Mundial de Esgrima. Entre el cansancio, se colaba la satisfacción por haber logrado un más que meritorio sexto puesto en categoría cadete.
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La frustración por haber rozado la siguiente ronda se difuminó cuando reflexionó sobre lo que había logrado: «En ese momento sentí rabia por no haber llegado más lejos. Un pasito más y me subía al podio y volvía con una medalla. Pero al poco lo pensé y me di cuenta de que... ¡Había quedado sexto! Es un gran resultado y la recompensa a todo el esfuerzo». Sobre sacrificio sabe bastante este valenciano que se marchó a Cataluña para seguir perfeccionando y mejorando: «Tuve que dejar mi ciudad para evolucionar y entrenarme con los mejores, dejar amigos. Así que este puesto en el Mundial me da más fuerza para seguir adelante». Su familia más cercana se mudó a Barcelona, por él.
Asier cayó 15-10 ante Marco Sovar, quien acabaría proclamándose campeón y ahora no piensa en «objetivos» a corto plazo. Es muy autoexigente: «No me gusta tenerlo, porque cuando me los marco me presiono demasiado y eso no es bueno». Reconoce que sus sensaciones y resultados más positivos han llegado cuando se deja llevar: «Mis mejores competiciones son cuando he ido sin ningún objetivo, solo pensando en hacer mi esgrima y disfrutarlo. Se podría decir que como objetivo tengo ver un día mi esgrima y sentirme orgulloso».
Para él, la esgrima no es un deporte, es una filosofía de vida. Una frase recurrente pero que en este caso se ajusta a la realidad explícitamente. «Practicar esgrima es la única cosa en el mundo que me consigue ayudar con el resto de aspectos de mi vida. refuerza los momentos positivos y los negativos, los hace mucho más llevaderos. Practico esgrima porque es donde, bajo cualquier circunstancia, me siento más cómodo y feliz que en ningún sitio», sentencia.
Quienes se animen a practicarlo encontrarán «un deporte en el que la mente y el cuerpo cuentan lo mismo»: «Te ayuda a organizarte mentalmente y a despejar tus ideas, tus inquietudes. Además de estar realizando un deporte que requiere mucha actividad física. Es por eso que recomiendo este deporte tan equilibrado». Con Joan Ramón Arcarons, responsable del Alto Rendimiento al sable en Cataluña, espera seguir creciendo para sumar experiencias tanto a nivel individual como con la selección.
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