

Secciones
Servicios
Destacamos
Marcos Sánchez
Valencia
Lunes, 21 de abril 2025
Emilio Aguayo Muñoz (Valencia, 29 de diciembre de 1990) es uno de los grandes atletas de este país. Lo que se podría definir como un ... superhombre, que ha estado ligado al deporte desde una temprana edad. Ha pasado por numerosas disciplinas como el tenis, fútbol o judo, pero al final, por la que se terminó decantando fue por el triatlón, que en su momento estaba emergiendo a pasos agigantados.
Ahí es donde el triatleta ha forjado su leyenda, logrando éxitos como ser varias veces campeón de España de media distancia o participar en el Ironman de Wisconsin y ganarlo. Tras más de 20 años en la disciplina, ha decidido dejar atrás esta etapa, priorizando estar con su familia y apostar por un nuevo deporte que está en pleno crecimiento: Hyrox.
-¿Qué deportes ha practicado a lo largo de su vida?
-He practicado y entrenado natación desde los cuatro años. Probé varios deportes como judo, rugby, tenis o fútbol, pero siempre me decanté por la natación hasta los 14 años. Entonces decidí dar el salto al triatlón, un deporte que estaba en pleno crecimiento en ese momento.
-Su mayor logro es el tercer puesto en el Campeonato de Europa celebrado en Madrid en 2015. ¿Cuál es el resultado que más valora, aunque no tenga el mismo reconocimiento?
-La prueba que recuerdo con más cariño fue el Ironman de Lanzarote en 2019. Fue mi debut en esta modalidad y estaba junto a mi familia y mi novia. Puede que no sea mi mejor resultado, pero guardo un gran recuerdo porque lo disfruté muchísimo.
-Ha tenido dos parones deportivos en su carrera, uno por la universidad y otro por la pandemia de COVID-19. ¿Cómo le afectaron físicamente estos paréntesis?
-Estuve creciendo como triatleta hasta que llegué a la universidad. Ahí tuve un parón de dos o tres años a nivel deportivo, porque entre los estudios y salir más de fiesta, estuve parado. Luego volví, con 22 o 23 años, a tomármelo más en serio para seguir creciendo como deportista. Posteriormente vino el segundo parón, con el COVID, porque mi hijo nació en abril de 2020. Entonces aproveché para pasar tiempo con mi familia y estar con él. Es verdad que tuve la suerte de que, al ser deportista de élite, me abrieron las instalaciones en Madrid para poder entrenar, aunque no durante tanto tiempo. Con el paso de los años fui cambiando mis prioridades: quería estar más tiempo con mi familia.
-¿Cuánto tiempo le ocupaba entrenar cuando era deportista de élite?
-Para preparar un Ironman se necesitan muchas horas de entrenamiento. No solo hay que tener en cuenta las sesiones, sino también las horas de descanso y cuidar aspectos como el sueño o la alimentación. Todo eso genera mucho estrés. Ser un deportista centrado en este tipo de distancias es muy duro. Yo podía llegar a entrenar entre 25 y 30 horas semanales. Poco a poco lo fui dejando de lado para poder estar más tiempo con mi familia.
-Después de 20 años compitiendo en triatlón, ha decidido pasarse a un nuevo deporte en auge como el Hyrox. ¿En qué consiste esta disciplina?
-Hyrox es un deporte híbrido que combina resistencia y fuerza. Une carrera a pie con ejercicios de fuerza. Decidí cambiar a esta nueva disciplina porque requiere la mitad de horas de entrenamiento a la semana y no necesita tanta preparación como un Ironman. Es más corto, pero más intenso. Además, necesitaba una motivación diferente, algo que pudiera compaginar con la actual vida familiar que tengo.
-¿Qué tiene de especial este deporte que le ha motivado tanto como para cambiar de disciplina tras tantos años?
-Es un deporte entretenido y muy diferente. Los entrenamientos y ejercicios son muy variados y funcionales. Desde que practico Hyrox me siento mucho más sano que antes. Al hacer ejercicios de fuerza o salto me encuentro mejor físicamente, y eso lo noto en el día a día. Ahora estoy más sano y puedo coger a mis dos hijos en brazos. Antes comía muchos dulces porque era lo que me daba energía para mantener el rendimiento, pero eso me destrozaba el estómago. Ahora, haciendo Hyrox, veo que es un deporte que se puede practicar con mucha más longevidad.
-¿Cómo ha sido el proceso de adaptación a esta nueva modalidad deportiva?
-He tenido que adaptarme, porque al principio tuve muchas agujetas y dolores por el cansancio físico, incluso algunas sobrecargas musculares en distintas partes del cuerpo. No es un deporte tan técnico como el crossfit en cuanto a movimientos olímpicos, pero sí requiere dominar algunos puntos básicos. Como nunca había trabajado ejercicios de fuerza, he tenido que ir adaptándome poco a poco.
-La clasificación para el Mundial en Chicago se celebra la semana que viene.
-Si me lo hubieran preguntado hace una semana, habría dicho que tenía expectativas muy altas. Me estaba encontrando muy bien y tenía muchas ganas. Pero me he puesto enfermo hace menos de una semana, y ahora estoy con antibiótico. No sé cómo voy a estar, pero intentaré recuperarme lo antes posible y llegar en las mejores condiciones. He competido dos veces y he conseguido un tiempo bastante bueno: 58 minutos y 38 segundos, que en categoría Pro es un registro muy competitivo para optar a una de las tres plazas en Barcelona. La progresión que estaba llevando incluso apuntaba a poder rebajar uno o dos minutos ese tiempo. Pero, por culpa de la bronquitis y de la congestión, he tenido un parón de una semana sin poder entrenar. He vuelto esta semana a los entrenamientos, pero no le voy a mentir: me está costando arrancar. Aun así, intentaré estar en mi mejor versión el día de la competición, pero iba con la moral y las ganas muy altas porque me estaba encontrando muy bien conmigo mismo, durante esta semana de entreno.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Síntomas que pueden alertar de un posible cáncer de vejiga
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.